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Tolerancia suicida: la enfermedad de la estupidez / Suicidal tolerance: the disease of stupidity

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¿Qué ha pasado con los pueblos europeos, otrora inteligentes y capaces, para llegar a esa degeneración absoluta de su capacidad de pensar? ¿Cómo se ha estupidizado a los europeos de esta manera? ¿Cómo se puede forzar a unos pueblos a que escojan su propio genocidio y marchen felices a su exterminio o su sumisión gritando «¡Queremos acoger!»?

Por / By Yolanda Couceiro Marín

Cada día escuchamos o leemos noticias que, por una razón u otra, nos resultan (incluso a estas alturas) chocantes por ser contrarias al sentido común, a la lógica, a la ciencia, o incluso al buen gusto y la educación. Muchos coincidimos en la sorpresa («¡Parece mentira!», la indignación (¡»Es increíble que nadie haga nada!») o en la incredulidad («¡No me lo puedo creer!»). Y lo dejamos ahí, con nuestra confusión, con nuestra sorpresa, incluso con nuestro desconcierto de que las cosas estén mal, de que vayan a peor, y que la reacción de los españoles, de los europeos, sea la que es.

Estamos viendo cada día las aportaciones de la multicultura a nuestras sociedades. Barrios enteros donde las mujeres europeas no pueden entrar sin llevar velo para evitar sufrir el acoso de los foráneos. Zonas «no go» (donde imperan bandas islámicas y rige la sharia) en las principales ciudades europeas en las que ni la policía se atreve a entrar. Hasta tal punto es un problema, que han surgido numerosas app para advertir al incauto viajero que no debe adentrarse en ellas. Atentados día sí y casi día también en cualquier ciudad europea de cualquier modo: cuchillos, camiones, furgonetas, bombonas de gas, cubos de explosivos, siempre en nombre de una «religión de paz» que día a día crece en nuestro territorio y que juega al juego de pedir tolerancia para imponer su intolerancia. El islam organizado se libra de toda responsabilidad diciendo que «son unos pocos que han entendido mal sus escrituras», pero jamás manifiestan diciendo «No a la islamofobia» en lugar de «No a los atentados en nombre del islam».

Sin embargo, los pueblos europeos reaccionan de una manera cuanto menos sorprendente: sale a la calle a gritar «Welcome refugees» y «Queremos acoger», mostrando una suicida benevolencia con los que precisamente causan estos problemas. No es que no haya realmente refugiados que necesiten ser acogidos. Pero ni mucho menos los miles que vienen a Europa buscando en realidad que les den un piso gratis, una paga, y una vida cómoda y fácil. «Refugiados» que nada más ser rescatados preguntan dónde hay wifi, o exigen comida adecuada a sus gustos y tiran la que se les ha dado, o queman sus propios centros de acogida para protestar por la mala calidad de los colchones o la inadecuada temperatura del agua del grifo… La mayoría, por descontado, no son mujeres con niños pequeños o ancianos, sino hombres jóvenes, que no son originarios de Siria y que en realidad no vienen huyendo por motivos políticos, sino de culturas donde el conflicto es algo innato y endémico.

Y entonces nos preguntamos: ¿Qué ha pasado con los pueblos europeos, otrora inteligentes y capaces, para llegar a esa degeneración absoluta de su capacidad de pensar? ¿Cómo se ha estupidizado a los europeos de esta manera? ¿Cómo se puede forzar a unos pueblos a que escojan su propio genocidio y marchen felices a su exterminio o su sumisión gritando «¡Queremos acoger!»?

En realidad, el universalismo y el relativismo cultural procedentes de la Ilustración, sumados al buenismo cristiano procedente de un mal entendimiento de los Evangelios, todo ello aderezado con el marxismo cultural, ha producido un pueblo decadente, estúpido, ignorante e incapaz de hacer nada por sí mismo, y que pide en cambio que le lleven al matadero. De aquellos polvos vinieron estos lodos. Así, tenemos un pueblo que cree que «todas las culturas enriquecen» (aunque a título personal, no me gustaría que me enriqueciera una cultura caníbal, la verdad….). Un pueblo que cree que «Todos somos iguales», como si el ser humano pudiera quitarse de un entorno y trasplantarse a otro sin mayores consecuencias. La propia naturaleza nos enseña que cuando llevas animales o plantas foráneas a un hábitat ya formado, tiende a destruir a los animales o plantas nativos e imponerse. Igualmente, las personas no pueden concebirse fuera de una conformación genética, cultural y social que determina su modo de vida, sus costumbres, su modo de pensar y actuar. Un pueblo borracho de solidaridad enfermiza, de tolerancia suicida, de estupidez autodestructiva. Un pueblo relativista para el que todo vale. Un pueblo estúpido que no ve que su decadencia, su soberbia, su estupidez, simplemente sirven para que los que quieren imponerse tengan el camino casi hecho. 

Quizás los más necios, o los más soberbios, piensan que al contacto con nuestra superior cultura cambiarán, se integrarán, y acabarán siendo como nosotros, pero de otro color de piel. La esquizofrenia de ese planteamiento es tan evidente que no me molesto en desarrollar más el tema. Así, una Europa en la que habíamos avanzado algo en el tema del maltrato animal, vuelve a la época pre-medieval permitiendo el cruento sacrificio halal por cuestiones «religiosas». Una Europa en la que habíamos avanzado en el tema de la mujer se encuentra con que la ablación está tan extendida que empieza a ser un problema serio, se encuentra que las violaciones a mujeres que no llevan velo están a nivel de países como Somalia o Nigeria, se encuentra que los abusos y acosos sexuales por parte de «refugiados» están tomando proporciones dantescas. Una Europa que dio filósofos, músicos, arte, literatura, está involucionando hacia el pasado más oscuro y sombrío en favor de una religión que niega la filosofía, la música, el arte, la literatura. Y hemos renunciado a nuestra cultura para aceptar esto, para acoger esto, para pedir esto. Hemos renunciado a grandes logros para conseguir inseguridad, miseria, pérdida de derechos personales y sociales, delincuencia, retroceso en costumbres y… y a todo eso lo llamamos «enriquecimiento multicultural». No hay más explicación que la enfermedad de la estupidez. 

La situación, a estas alturas, ya no puede considerarse ni siquiera crítica. Es mucho peor. El europeo, consumido en su endofobia, en su soberbia, en su ignorancia y en su estupidez, se machaca en la esquizofrenia del odio a lo propio y del amor por lo extraño y a la vez, de considerar que lo propio es tan bueno que todos lo quieren para sí y por eso hay que compartirlo. Siempre hay quienes justifican y defienden lo extraño, porque odian lo propio, pero también hay quienes son tan estúpidos que exigen tolerancia con los intolerantes, respeto a las culturas que no nos respetan, flexibilidad con quienes no nos permiten seguir nuestras costumbres, comprensión con quienes nos imponen su cultura en el sagrado nombre del respeto y nos piden cambiar la nuestra y renunciar a ella en caso de ser incompatibles. ¿En cuántos colegios se ha exigido prohibir el cerdo en nombre de la tolerancia, por poner un ejemplo sencillo? Y ¿qué tolerancia practican los que lo exigen? En eso radica la imbecilidad de la propuesta: ser tolerante con los intolerantes es un sofisma que no lleva a ninguna parte, como no lleva a ninguna parte gritar «No tengo miedo», con las nalgas apretadas por si acaso, o «No nos quitarán la libertad», cuando sabemos pertinentemente que vamos de cabeza a la tiranía. 

Decía Schiller que «contra la estupidez hasta los dioses luchan en vano». Y si los dioses luchan en vano, más en vano luchamos nosotros, pobres mortales, que vemos la estupidez de nuestros compatriotas sin poder hacer nada para evitarla.

inglaterra

Every day we hear or read news that, for one reason or another, we find (even at this point) shocking to be contrary to common sense, logic, science, or even good taste and education. Many agree on the surprise («It seems a lie!», The indignation («It’s incredible that nobody does anything!») Or in disbelief («I can not believe it!») And we left it there, with our confusion, with our surprise, even with our confusion that things are wrong, that they are going to get worse, and that the reaction of the Spaniards, of the Europeans, is what it is.

We are seeing every day the contributions of multiculture to our societies. Whole neighborhoods where European women can not enter without wearing a veil to avoid being harassed by outsiders. Zones «no go» (where Islamic gangs rule and sharia rules) in the main European cities where even the police dare not enter. So much is a problem, that numerous app have emerged to warn the unsuspecting traveler that he should not go into them. Attempted yes and almost day also in any European city in any way: knives, trucks, vans, gas cylinders, explosives cubes, always in the name of a «religion of peace» that grows every day in our territory and that plays to the game of asking for tolerance to impose their intolerance. Organized Islam escapes all responsibility by saying that «there are a few who have misunderstood their scriptures,» but never say «No to Islamophobia» instead of «No to attacks in the name of Islam.»

However, the European peoples react in a less surprising way: they go out to the streets to shout «Welcome refugees» and «We want to welcome», showing a suicidal benevolence with those who precisely cause these problems. It is not that there are not really refugees who need to be welcomed. But far from it, the thousands who come to Europe are really looking for a free flat, a pay, and a comfortable and easy life. «Refugees» who, just after being rescued, ask where there is Wi-Fi, or demand food that suits their tastes and throw away the one they have been given, or burn their own reception centers to protest the poor quality of the mattresses or the inadequate temperature of the tap water … Most, of course, are not women with young children or the elderly, but young men, who are not originally from Syria and who do not actually flee for political reasons, but from cultures where the conflict is something innate and endemic.

And then we ask ourselves: What has happened to the European peoples, once intelligent and capable, to reach that absolute degeneration of their ability to think? How has the Europeans been stupid in this way? How can people be forced to choose their own genocide and march happily to their extermination or submission by shouting «We want to welcome!»?

In fact, universalism and cultural relativism from the Enlightenment, coupled with Christian goodness from a misunderstanding of the Gospels, all seasoned with cultural Marxism, has produced a people decadent, stupid, ignorant and unable to do anything for himself, and asking instead to be taken to the slaughterhouse. From those powders came these muds. Thus, we have a people who believe that «all cultures enrich» (although on a personal basis, I would not like to be enriched by a cannibal culture, the truth …). A people that believes that «We are all equal», as if the human being could be removed from one environment and transplanted to another without major consequences. Nature itself teaches us that when you take foreign animals or plants to an already formed habitat, it tends to destroy native animals or plants and impose itself. Likewise, people can not be conceived outside of a genetic, cultural and social conformation that determines their way of life, their customs, their way of thinking and acting. A drunken people of sickly solidarity, of suicidal tolerance, of self-destructive stupidity. A relativist people for whom anything goes. A stupid people who do not see that their decadence, their arrogance, their stupidity, simply serve so that those who want to prevail have the road almost done.

Perhaps the most foolish, or the most arrogant, think that in contact with our superior culture they will change, they will be integrated, and they will end up being like us, but of another skin color. The schizophrenia of that approach is so obvious that I do not bother to develop the subject further. Thus, a Europe in which we had advanced something on the subject of animal abuse, returns to the pre-medieval era allowing the bloody halal sacrifice for «religious» issues. A Europe in which we had advanced on the issue of women finds that the ablation is so widespread that it begins to be a serious problem, it is found that rapes against women who are not veiled are at the level of countries such as Somalia or Nigeria. , it is found that sexual abuses and harassment by «refugees» are taking Dantesque proportions. A Europe that gave philosophers, musicians, art, literature, is involucionando towards the darkest and darkest past in favor of a religion that denies philosophy, music, art, literature. And we have renounced our culture to accept this, to welcome this, to ask for this. We have renounced great achievements to achieve insecurity, misery, loss of personal and social rights, delinquency, regression in customs and … and we call all this «multicultural enrichment». There is no more explanation than the disease of stupidity.

The situation, at this point, can no longer be considered even critical. It’s much worse. The European, consumed in his endophobia, in his arrogance, in his ignorance and in his stupidity, is crushed in the schizophrenia of hatred of one’s own and of the love for the strange and, at the same time, of considering that one’s own is so good that all they want it for themselves and that is why we have to share it. There are always those who justify and defend the strange, because they hate their own, but there are also those who are so stupid that they demand tolerance with the intolerant, respect for the cultures that do not respect us, flexibility with those who do not allow us to follow our customs, understanding with whom They impose their culture on us in the sacred name of respect and ask us to change ours and renounce it if they are incompatible. How many schools have been required to ban the pig in the name of tolerance, to give a simple example? And what tolerance do those who demand it practice? That is the imbecility of the proposal: to be tolerant of the intolerant is a sophism that leads nowhere, as it leads nowhere to shout «I am not afraid», with the buttocks pressed just in case, or «They will not take us away freedom «, when we know pertinently that we are heading to tyranny.

Schiller said that «against stupidity even the gods fight in vain.» And if the gods fight in vain, we fight in vain, poor mortals, who see the stupidity of our compatriots without being able to do anything to avoid it.

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Delitos de odio: la Policía detrás de la inseguridad jurídica de los españoles blancos

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«Los artículos 22.4º y 510 del actual Código Penal son un agujero negro en la seguridad jurídica de las españoles blancos.»

Muchos agentes de diversos cuerpos policiales muestran, en chats o conversaciones privadas, su indignación respecto a la inseguridad ciudadana que la inmigración masiva genera en las calles de nuestro país. Sin embargo, esta indignación no se refleja cuando ellos mismos, o muchos de sus compañeros, realizan una investigación o califican un delito.

Y es que los delitos de odio han quebrado, aún más si cabe, la seguridad jurídica de los ciudadanos españoles de raza blanca. Basta que un individuo extranjero o extranjero pero con DNI español -cualquier nacionalizado- denuncie o acuse a un españolito de a pie para que los agentes se lancen sobre el asunto, como elefantes en una cacharrería, al grito de “¡delito de odio!”. Las denuncias falsas de extranjeros o de nacionalizados españoles de raza distinta a la blanca proliferan. Una puerta trasera y un flagrante fraude de ley, conocido por la Policía, del que esta gente hace cada vez más uso para dirimir, desde una posición de superioridad, cualquier cuestión. El anterior argumento baladí y el exabrupto de “¡RASISTA!” que cualquier español ha debido soportar, cuando ha reprobado una conducta incívica a un inmigrante, se ha transformado en una figura legal que puede llevarnos a prisión.

Debe ser que cuanto más delitos de odio figuren en el expediente de, por ejemplo, el agente José Luis, más posibilidades tendrá este celoso brazo de la ley de medrar en alguno de los muchos cuerpos policiales de nuestro país. Estadísticas muy suculentas y mediáticas proclamadas a los cuatro vientos, en televisiones y periódicos.

Los artículos 22.4º y 510 del actual Código Penal son un agujero negro en la seguridad jurídica de las españoles blancos. Máxime cuando su primera interpretación, a pie de calle y de comisaría, está a merced de unos funcionarios -los policías- cuyos conocimientos jurídicos distan mucho de ser los deseables. Puede que los jueces no aprecien esos delitos de odio que con tanta determinación policías y guardias civiles ven aquí y allá. Pero las horas o noches en comisaría y la denuncia, a la espera de que el juez se pronuncie, ahí quedan.

Ángel Aguado en despiertainfo.com

Y NO ES NINGUNA EXAGERACIÓN. ESE ARTÍCULO, EL 510 DEBERÍA SER DEROGADO INTEGRAMENTE. HABRÍA QUE HACER UNA CAMPAÑA, CONSEGUIR FIRMAS, PRESIONAR, PERO TIENE QUE SER DEROGADO.

Y ¡¡CUIDADO!! PORQUE PODEMOS PRETENDE ENDURECER TODO ESTO AUN MAS.

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Rios de sangre / Rivers of blood (SPANISH-ENGLISH)

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Por/By Jesus Lainz para/for Libertad Digital

Los hijos de la Merry Old England siempre han estado orgullosos de que los bobbies, ese emblema de la paz y el civismo de una gran nación, vayan armados solamente con un silbato. En un país tradicionalmente próspero y tranquilo como el suyo, se han dedicado fundamentalmente, desde su creación hace doscientos años, a ayudar, informar y, casi de pasada, a mantener el orden con su simple presencia.

Si el protagonismo policial en el Reino Unido se ha podido calificar de liviano, menor aún ha sido el militar, al menos en casa. Pues a los británicos, colonizadores de una cuarta parte del planeta, nunca les gustó ver militares por sus calles. Preferían exportarlos. Por eso George Orwell pudo escribir en 1941, con sus compatriotas movilizados contra la Alemania de Hitler:

Todavía se recuerda el tiempo en el que los casacas rojas recibían abucheos en plena calle y los dueños de las tabernas públicas más respetables negaban la entrada a los soldados.

Pero aquellos días hace mucho que se fueron para no volver, pues el tiempo no pasa en balde sobre las personas, las sociedades, la política y la técnica. Y así hoy nos encontramos con que, tras la masacre de Manchester y ante la amenaza de nuevos atentados, la policía no da abasto para garantizar la seguridad de los ciudadanos y el gobierno ha tenido que desplegar el ejército por las calles. Y lo mismo sucede en una Francia en estado de emergencia desde hace dos años.

¿Volverá Europa a ser el continente próspero y pacífico que fue desde el final de la Segunda Guerra Mundial? El tiempo dirá, pero parece poco probable mientras siga en pie de guerra ese sector del mundo musulmán fanáticamente decidido a imponer su orden en el resto del mundo.

La guerra a la que se enfrenta Europa no se parece a ninguna de las muchas guerras que han ensangrentado su suelo durante siglos, pues en esta ocasión no hay campo de batalla ni enemigo desplegado en él. Para ser exactos, todo es campo de batalla y cualquiera puede ser el enemigo, un enemigo que además cuenta con la doble ventaja de elegir momento y lugar y de no importarle perder la vida en su acción.

El multiculturalismo ha fracasado por ser contrario a la naturaleza del hombre, aunque demasiados sigan sin enterarse, o más bien sin querer enterarse. Ya avisaron de ello voces musulmanas muy autorizadas, como la del rey marroquí Hasán II en 1993 en una televisión francesa:

–Entrevistadora: ¿Usted querría que los musulmanes se integrasen en Francia? ¿Está usted a favor o en contra del principio de la integración?
–Hasán II: Yo no querría en modo alguno que sean el objeto de una tentativa de integración, puesto que no se integrarán jamás.

–¿Usted cree que ellos no querrán o que serán los franceses los que los rechacen?
–Ellos no podrán. Sería posible entre europeos, pues su mundo es el mismo, su religión, etc. Los movimientos europeos a lo largo de la historia han sido entre el este y el oeste. Pero esto es entre continentes, y no hay nada que hacer: serán malos franceses.

–Así pues, ¿nos desaconseja usted intentar la integración?
–Les desaconsejo en lo que se refiere a los míos, los marroquíes, que intenten un cambio de nacionalidad, pues nunca serán franceses al 100%, se lo puedo asegurar.

El rey de Marruecos se había limitado a constatar una evidencia inaceptable para el pensamiento único occidental: que por encima de la nacionalidad que figure en un pasaporte siempre estarán otros vínculos comunitarios de mucho mayor peso y más hondas raíces. Y si el vínculo dominante es una religión exasperada por motivos políticos, económicos, culturales y teológicos de largo alcance, las consecuencias suelen ser explosivas. Nunca mejor dicho lo de explosivas, desgraciadamente.

Un cuarto de siglo antes de las declaraciones de Hasán II, en 1968, el erudito y político conservador británico Enoch Powell fue defenestrado de su partido por haber augurado «ríos de sangre» en la Gran Bretaña futura si no se ponía freno a la inmigración afroasiática. Aunque su prometedora carrera terminó abruptamente a causa de ello, su camarada Margaret Thatcher, recién concluido su mandato presidencial, admitió en 1991 que, aunque quizá lo expresase empleando palabras inadecuadas, Powell había acertado.

Madrid, París, Londres, Niza, Bruselas, Berlín, Manchester… Efectivamente, los ríos de sangre han comenzado a manar.

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The children of Merry Old England have always been proud that the bobbies, that emblem of peace and civility of a great nation, are armed only with a whistle. In a traditionally prosperous and peaceful country like theirs, they have been fundamentally dedicated, since its creation two hundred years ago, to help, inform and, almost in the past, maintain order with its simple presence.

If the role of police in the United Kingdom has been described as light, less has been the military, at least at home. For the British, colonizers of a quarter of the planet, never liked to see soldiers in its streets. They preferred to export them. That is why George Orwell was able to write in 1941, with his compatriots mobilized against Hitler’s Germany:

The time is still remembered when the redcoats received boos in the street and the owners of the most respectable public taverns denied entry to the soldiers.

But those days have long been gone so as not to return, because time does not pass in vain on people, societies, politics and technology. And so today we find that after the massacre in Manchester and the threat of new attacks, the police are unable to ensure the safety of citizens and the government has had to deploy the army through the streets. And the same thing happens in a France in a state of emergency for two years.

Will Europe become the prosperous and peaceful continent that has been since the end of World War II? Time will tell, but it seems unlikely as long as this sector of the Muslim world is fanatically determined to impose its order on the rest of the world.

The war that Europe is facing does not resemble any of the many wars that have bloody its soil for centuries, because on this occasion there is no battlefield or enemy deployed in it. To be exact, everything is a battlefield and anyone can be the enemy, an enemy that also has the double advantage of choosing time and place and not mind the loss of life in its action.

Multiculturalism has failed because it is contrary to the nature of man, although too many are still unaware, or rather unwittingly. Already very well-known Muslim voices were announced, such as that of the Moroccan king Hasan II in 1993 on a French television:

Interviewer: Would you want the Muslims to be integrated into France? Are you for or against the principle of integration?

-Hasan II: I would not want in any way to be the object of an attempt at integration, since they will never be integrated.

– «Do you think they will not want to, or will the French reject them?»

-They will not be able to. It would be possible between Europeans, because their world is the same, their religion, etc. European movements throughout history have been between east and west. But this is between continents, and there is nothing to do: they will be bad French.

-«So, you advise against integration?»

– I advise against the Moroccans, who try to change their nationality, because they will never be 100% French, I can assure you.

The king of Morocco had confined himself to finding unacceptable evidence for Western single thinking: that other nationalities included in a passport would always be other community ties of much greater weight and deeper roots. And if the dominant bond is a religion exasperated by political, economic, cultural and theological motives of far-reaching, the consequences are usually explosive. Never better than explosive, unfortunately.

A quarter of a century before Hasan II’s remarks in 1968, British conservative scholar and politician Enoch Powell was ousted from his party for having augured «rivers of blood» in future Britain if no hindrance to Afro-Asiatic immigration . Although his promising career ended abruptly because of this, his comrade Margaret Thatcher, just completed his presidential term, admitted in 1991 that, although he might have put it in inappropriate words, Powell had been right.

Madrid, Paris, London, Nice, Brussels, Berlin, Manchester … Indeed, the rivers of blood have begun to flow.

www.jesuslainz.es

El multiculturalismo es el discurso de la clase dominante / Multiculturalism is the discourse of the ruling class (SPANISH-ENGLISH)

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Por Yolanda Couceiro Morín | Publicado originalmente en La Tribuna del País Vasco

El multiculturalismo es una filosofía política dominante en los medios de comunicación, las universidades y en muchas instituciones públicas determinantes. Dicho de otra manera: el multiculturalismo controla el discurso público, aunque su capacidad de intimidación ante las personas comunes es menor que años atrás. En respuesta a ese retroceso que experimenta la aceptación de esta ideología, ante el rechazo de ese quimérico modelo de sociedad, los multiculturalistas optan por radicalizarse. Diabolizan a sus adversarios a la menor contestación de sus planteamientos. El multiculturalismo está cayendo poco a poco, pero ningún régimen cae sin defenderse.

Pero no estamos ni de lejos ante el fin de la política de las minorías, simplemente porque la mutación demográfica de las sociedades occidentales está ya tan avanzada que no cabe pensar que eso no tendrá consecuencias políticas. La inmigración masiva de las últimas décadas transformará (ya ha transformado) profundamente nuestras sociedades, y hace falta una buena dosis de ingenuidad o de ceguera ideológica para pensar que será para bien. La realidad diaria está aquí para desmentir todo optimismo en lo concerniente a una imposible convivencia pacífica y provechosa con esta marea humana cada día más conflictiva y amenazante.

Los gobiernos se separan mentalmente de la nación. Asistimos a la multiplicación de los comunitarismos que justifican sus reivindicaciones en nombre de los derechos humanos. La asimilación, es decir la integración sustancial a la sociedad de acogida, es una necesidad ineludible. Pero eso se ha vuelto imposible con el multiculturalismo, ya que en nombre de un concepto desviado de «lucha contra las discriminaciones» se han roto los mecanismos que permitían tradicionalmente integrarse a la sociedad de acogida.

El multiculturalisno no sólo es la ideología oficial de la izquierda mundana, sino también de la derecha financiera. La primera siente menguar su poder, aunque sin duda seguirá teniendo por mucho tiempo todavía una verdadera capacidad de intimidación ideológica. El discurso mediático dominante delimita los contornos de lo posible y lo pensable, y sigue formateado por lo políticamente correcto. De ese lado no tenemos que alimentar vanas esperanzas a corto plazo: no estamos en vísperas de ver a los periodistas y los presentadores de televisión de los grandes medios plantear preguntas serias sobre cuestiones candentes que demandan unas respuestas valientes y sinceras.

El tratamiento sistemático de la cuestión de la inmigración y otras «crisis de refugiados» en clave «humanitaria» y sentimental nos deja ver claramente cuán alejados estamos de un vuelco en la actual hegemonía ideológica y mediática. Por otra parte la suma de las reivindicaciones minoritarias en una perspectiva de deconstrucción de las naciones occidentales sigue estando en el corazón de la izquierda multiculturalista, y no vemos que vaya a cambiar.

Las minorías viven en la fantasía (artificialmente creada ex profeso para su consumo) del reino del «macho blanco heterosexual», opresor, misógino, homófobo y racista, por supuesto. En los próximos años, la izquierda inmigracionista, diversitaria, multiculturalista, seguirá con su tarea de destrucción de todas las normas históricas y antropológicas que constituyen nuestra civilización.

Contrariamente a lo que piensan algunos optimistas, que creen que hemos tocado fondo, todavía queda mucho por deconstruir. El bando inmigracionista se ha embarcado en una lógica de erradicación: el «viejo mundo» debe morir para que el mundo soñado nazca. Su guerra contra los «malos» mezcla fanatismo y nihilismo, y nos envía un mensaje claro: lo que algunos quieren conservar del «mundo de ayer» está envenenado por el odio, los estereotipos y los prejuicios. Por lo tanto hay que partir desde cero. El progresismo permanece aferrado a la fantasía de la «tabla rasa».

Los defensores del multiculturalismo están embarcados en un proyecto de destrucción. Pretenden arrasar la sociedad actual para reemplazarla por un conglomerado de etnias y razas, que han de vivir cada cual por su lado, encerradas cada cual en su propio gueto. Esa es la sociedad con la que sueñan: la división en lugar de la unión, la separación en lugar de la unidad, la segregación en lugar de la integración. Cada grupo por su lado, enfrentados todos contra todos en la defensa de sus intereses divergentes, sin ninguna fusión cultural, económica ni social. En este panorama, los distintos grupos étnicos, religiosos y culturales pretenden conservar celosamente sus usos y costumbres aunque estos vayan en contra de las leyes y los valores de los países de acogida.

En las sociedades occidentales, la democracia reconoce el derecho de las minorías, pero también impone una ley común para todos. Ninguna minoría puede pretender que se le otorgue el privilegio de transgredir los derechos duramente ganados a lo largo de décadas y siglos de conquistas sociales. Ninguna minoría puede pretender poner a toda la sociedad de rodillas ante unas reivindicaciones que exigen nada menos que desandar el largo camino de progreso logrado y volver a un pasado de discriminaciones, desigualdad entre hombres y mujeres y oscurantismo religioso y cultural.

Es tiempo de que los hombres y las mujeres de Europa tomen consciencia de los peligros actuales, hagan oír su voz y se enfrenten a esos grupos minoritarios (pero muy poderosos) que quieren transformar nuestros países en unas sociedades medievales y arcaicas.

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ENGLISH

Multiculturalism is a dominant political philosophy in the media, universities and in many public institutions that are decisive. Put another way: multiculturalism controls public discourse, although its ability to intimidate ordinary people is less than years ago. In response to this decline in acceptance of this ideology, faced with the rejection of this chimerical model of society, multiculturalists opt to radicalize. They diabolize their opponents to the smallest answer of their approaches. Multiculturalism is falling slowly, but no regime falls without defending itself.

But we are nowhere near the end of minority politics, simply because the demographic mutation of Western societies is so advanced that it can not be thought that this will have no political consequences. The massive immigration of the last decades will (and has already transformed) our societies deeply, and it takes a good dose of naivety or ideological blindness to think that it will be for the better. The daily reality is here to deny all optimism regarding an impossible peaceful and profitable coexistence with this human tide more and more conflictive and threatening.

Governments are mentally separated from the nation. We witness the multiplication of communitarianisms that justify their claims in the name of human rights. Assimilation, ie substantial integration into the host society, is an inescapable necessity. But this has become impossible with multiculturalism, because in the name of a deviant concept of «fighting against discrimination», the mechanisms that traditionally allow the integration of the host society have been broken.

The multiculturalism is not only the official ideology of the worldly left, but also of the financial right. The former feels its power diminishing, although it will undoubtedly continue to have for a long time still a true capacity for ideological intimidation. The dominant media discourse delimits the contours of the possible and the thinkable, and is still formatted by the politically correct. On that side we do not have to feed vain hopes in the short term: we are not on the verge of watching journalists and TV presenters from the mainstream media raise serious questions about burning issues that demand brave and sincere answers.

The systematic treatment of the issue of immigration and other «refugee crises» as a «humanitarian» and sentimental clue clearly shows how far we are from a reversal in the current ideological and mediatic hegemony. On the other hand the sum of the minority claims in a perspective of deconstruction of the western nations remains at the heart of the multiculturalist left, and we do not see that it will change.

Minorities live in the fantasy (artificially created for their consumption) of the realm of the heterosexual white male, oppressive, misogynist, homophobic and racist, of course. In the coming years, the immigrant left, diversified, multiculturalist, will continue with its task of destroying all the historical and anthropological norms that constitute our civilization.

Contrary to what some optimists think, who believe that we have bottomed out, there is still much to deconstruct. The immigrant side has embarked on a logic of eradication: the «old world» must die for the dream world to be born. Their war against the «bad guys» mixes fanaticism and nihilism, and sends us a clear message: what some want to keep from the «world of yesterday» is poisoned by hatred, stereotypes and prejudices. So you have to start from scratch. Progressivism remains attached to the fantasy of the «shallow table».

Defenders of multiculturalism are embarking on a project of destruction. They aim to destroy the present society to replace it with a conglomeration of ethnic groups and races, who have to live each one by their side, each enclosed in its own ghetto. That is the society with which they dream: division instead of union, separation rather than unity, segregation rather than integration. Each group on its side, faced all against all in the defense of their divergent interests, without any cultural, economic or social fusion. In this context, different ethnic, religious and cultural groups are anxious to preserve their customs and customs even if they are contrary to the laws and values of the host countries.

In Western societies, democracy recognizes the right of minorities, but also imposes a common law for all. No minority can claim to be granted the privilege of transgressing rights harshly gained over decades and centuries of social conquest. No minority can claim to put the whole society on their knees before demands that demand nothing less than to retrace the long road of progress achieved and return to a past of discrimination, inequality between men and women and religious and cultural obscurantism.

It is time for the men and women of Europe to become aware of the current dangers, to make their voice heard and to confront those (but very powerful) minority groups who want to transform our countries into medieval and archaic societies.

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Islamofobia y multiculturalismo / Islamophobia and multiculturalism (SPANISH-ENGLISH)

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Por  en Libertad Digital

De qué hablamos cuando, en Ámsterdam, Marsella, Londres, Berlín, Viena o Badalona hablamos de islamofobia? Con las preceptivas variantes locales, hablamos en todos los casos del definitivo fracaso de esa utopía biempensante llamada multiculturalismo. Una quimera arbolada en torno a la creencia ingenua de que nosotros, los muy laicos, tolerantes y civilizados occidentales, encarnamos el modelo ideal que todos los demás habitantes del planeta ansían imitar y reproducir. Los modernos hemos querido engañarnos con la fantasía, por lo demás gratuita, de que los otros sueñan con ser iguales a nosotros. Recuérdese, sin ir más lejos, aquella exhaustiva colección de adánicas estupideces que se vertieron en la prensa europea a cuenta del presunto influjo liberador de Twitter y otros juguetes informáticos cuando los inicios de la llamada primavera árabe. Y de ahí la premisa mayor del multiculturalismo: que pueden coexistir en plácida armonía los principios que inspiran la democracia liberal, los propios de Occidente, con el código moral propugnado por el islam.

Pero ocurre que el islam canónico, el ortodoxo, resulta por entero incompatible con los valores que informan la convivencia en Europa, no por la acusación injusta de que auspicie la violencia de esa minoría marginal que integran los terroristas islamistas sino por el hecho, aquí inadmisible, de pretender imponer una regulación religiosa de la moral pública. Religión, moral y regulaciones, las suyas, que, por lo demás, ni tienen que merecernos ningún respeto ni están sus practicantes legitimados de modo alguno para exigirlo de nosotros. Y ello por la muy sencilla razón de que solo los seres humanos, las criaturas racionales de carne y hueso, son acreedores por naturaleza de merecer tal respeto. Ninguna ideología, ninguna filosofía, ninguna religión ni ningún dios poseen derecho alguno a coartar o condicionar la conducta pública o privada de un ser humano. Y mucho menos a exigirle respeto. Así, los creyentes musulmanes, en la medida en que son seres humanos, devienen dignos de merecer todo nuestro respeto.

Pero el Corán, en cambio, solo es una narración literaria. Y las narraciones literarias no tienen derechos. De ahí que a ningún discípulo intelectual de Nietzsche, Platón, Marx, Voltaire o Locke se le ocurra reclamar silencio y respeto a sus detractores con el argumento de que se sienten personalmente ofendidos ante las críticas a sus maestros. El fundamentalismo es algo consustancial al islam, del mismo modo que a lo largo de la historia también lo ha sido a los otros dos grandes cultos organizados con los que ha convivido, el cristianismo y el judaísmo. Y es que solo tras una larga batalla cultural de dos siglos, cuyas penúltimas escaramuzas –y autobuses– aún perduran a fecha de hoy, los fundamentalistas autóctonos terminaron aceptando el repliegue de las prácticas religiosas a la esfera privada. Así las cosas,en tanto que los devotos del islam insistan en la pretensión de imponer una moralidad colectiva en el espacio público seguirán instalados extramuros de lo admisible. E igual en Ámsterdam que en Hospitalet.

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ENGLISH

What are we talking about when we talk about Islamophobia in Amsterdam, Marseilles, London, Berlin, Vienna or Badalona? With the necessary local variants, we speak in all cases of the definitive failure of this bi-thinking utopia called multiculturalism. A wooded chimera around the naive belief that we, the very secular, tolerant and civilized Westerners, embody the ideal model that all the other inhabitants of the planet long to imitate and reproduce. The moderns have tried to deceive us with the fantasy, otherwise gratuitous, that others dream of being equal to us. Let us recall, without going further, that exhaustive collection of adjective stupidities that were spilled in the European press on account of the alleged liberating influence of Twitter and other computer toys when the beginnings of the so-called Arab Spring. And hence the major premise of multiculturalism: that the principles that inspire liberal democracy, those of the West, can coexist in peaceful harmony with the moral code advocated by Islam.

But it happens that canonical Islam, orthodox, is entirely incompatible with the values that inform the coexistence in Europe, not for the unjust accusation that it espouses the violence of that marginal minority that integrates the Islamist terrorists but for the fact, here inadmissible , Of trying to impose a religious regulation of public morality. Religion, morals and regulations, his own, which, moreover, neither deserve any respect nor are his practitioners legitimated in any way to demand of us. And this for the simple reason that only human beings, the rational creatures of flesh and bone, are by nature deserving of such respect. No ideology, no philosophy, no religion, no god has any right to restrain or condition the public or private conduct of a human being. And much less to demand respect. Thus, Muslim believers, insofar as they are human beings, become worthy of deserving all our respect.

But the Koran, on the other hand, is only a literary narrative. And literary narratives have no rights. Hence no intellectual disciple of Nietzsche, Plato, Marx, Voltaire, or Locke ever comes to claim silence and respect for his detractors on the grounds that they are personally offended at the criticism of their teachers. Fundamentalism is something consubstantial with Islam, just as it has been throughout history as well to the other two great organized cults with which it has coexisted, Christianity and Judaism. And it is only after a long cultural battle of two centuries, whose penultimate skirmishes – and buses – still exist today, the native fundamentalists ended up accepting the retreat of religious practices to the private sphere. Thus, while the devotees of Islam insist on the pretension of imposing a collective morality in the public space will remain installed outside the walls of the permissible. It is the same in Amsterdam as in Hospitalet.

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Giovanni Sartori: «El islam es incompatible con Occidente»

Giovanni Sartori, Premío Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2005 – A. García

POR: ÁNGEL GÓMEZ FUENTES para ABC

«Estamos en manos de políticos ignorantes, que no conocen la Historia ni tienen cultura. Solo se preocupan por conservar su sillón. Pasan el día escuchando la opinión del contrario y pensando en qué respuesta darle. Así no se construye nada. No hay líderes ni hombres de Estado y así nos va:la Unión Europea es un edificio mal construido y se está derrumbando. La situación se hace más desastrosa porque algunos han creído que se podían integrar los inmigrantes musulmanes, y eso es imposible».

En esta larga entrevista, Giovanni Sartori, de noventa y dos años, uno de los mayores expertos en ciencia política, entre los más leídos y estudiados del mundo -con obras de referencia imprescindibles como«Partidos políticos» o «Teoría de la democracia»-, analiza con lucidez los asuntos de más candente actualidad: inmigración, Europa, islam,multiculturalismo,xenofobia, guerra de religión, superpoblación, etcétera.

Ideas proféticas

Profesor en Florencia, su ciudad natal, y en Stanford, Harvard, Yale y Columbia, con nueve «laureas honoris causa» y numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (2005), ha escrito con estilo vivaz y muy directo ensayos que han abierto grandes debates: «Qué es la democracia» (1997); «La sociedad multiétnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros» (2001); »Homo videns: la sociedad teledirigida» (1998). Publicó su último libro en junio pasado: «La carrera hacia ninguna parte. Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro».

Por sus diagnósticos y severas críticas sus obras fueron recibidas al principio con recelo; pero muchas de sus ideas y pronósticos se han revelado proféticos. Por eso, no le sorprende que, en un exceso de tolerancia que supuso «renegar de nuestra cultura», media docena de estatuas desnudas fueran cubiertas en los Museos Capitolinos de Roma para no molestar al presidente de Irán, Hasan Rohani. «Fue una payasada, reflejo de un mundo imbécil que hace solamente lo que encuentra útil y conveniente al momento. Uno tiene derecho a que se respeten sus principios y tradiciones».

Falta de respeto

Puede considerarse una anécdota, pero es un episodio significativo, como otros que se han sucedido en el último mes y que reflejan que están cambiando mucho las cosas en Europa, sobre todo en relación con la inmigración, que desborda las fronteras del continente y pone en evidencia la dificultad de integrar a los inmigrantes musulmanes, por su falta de respeto a valores muy arraigados en la cultura europea, como son la tolerancia y la igualdad entre el hombre y la mujer.

descrpciónEn Fin de Año se produjeron en Colonia, y en otras dos ciudades alemanas,agresiones sexuales de casi un millar de jóvenes árabes, en su mayoría marroquíes y argelinos, a mujeres que encontraron en su camino. La noche que inauguraba 2016, en el país que ha abierto generosamente las puertas a casi un millón de prófugos de Oriente Medio y de otras zonas en guerra, quedaba manchada por lo que se ha considerado un gravísimo episodio de enfrentamiento de dos civilizaciones. Se ponía de manifiesto que la relación del islam con las mujeres es un asunto devastador y que existe un abismo cultural insalvable entre la Europa rica y liberal y algunos de países árabes. Los datos lo confirman: según una encuesta realizada por el centro de investigación Pew en 2013, más del 90 por ciento de marroquíes y tunecinos piensan que la esposa debería obedecer siempre al marido.

Para comprender mejor lo que representa la mujer en el mundo de Alá y por qué es agredida sexualmente, el escritor argelino Kamel Daoud da esta explicación: «La mujer es negada, velada, encerrada, poseída. El cuerpo de la mujer pertenece a todos, pero no a ella, y no es visto como lugar de libertad».

¿Es posible entonces que un inmigrante, educado en una cultura o una religión distinta de la nuestra, como el islam, se pueda integrar, negando los principios que forman parte de su educación, de su sensibilidad? Para el profesor Sartori la integración ético-política es imposible: «El islam es incompatible con nuestra cultura. Sus regímenes son teocracias que se fundan en la voluntad de Alá, mientras que en Occidente se fundan en la democracia, en la soberanía popular».

Sentido común

¿Qué significa integrarse? Angela Merkel lo ha dicho claramente: «Queremos que los inmigrantes absorban los fundamentos culturales de nuestra convivencia»; es decir, el sistema de valores, de reglas y de comportamientos que rigen entre nosotros. Tal proyecto está en contradicción con la idea del multiculturalismo que se ha intentado imponer en Occidente, siguiendo la línea de lo políticamente correcto. Ese multiculturalismo se basa en que en una sociedad puedan convivir sin problemas culturas diversas. Según Giovanni Sartori, eso es imposible: «El multiculturalismo no existe. En nuestra sociedad tenemos unas normas generales, unos principios. El inmigrante puede hacer en su casa lo que quiera, pero debe aceptar las reglas de el Estado que le acepta».

A este respecto, cabe destacar al imán de Colonia Sami Abu-Yusuf, quienislamsharia en una entrevista declaró que la responsabilidad de las violencias sexuales de Nochevieja no se debían atribuir a los jóvenes, sino a las mujeres que iban por la calle medio desnudas y perfumadas. El imán lleva decenios en Alemania, pero no ha dado un solo paso hacia la cultura que le ha acogido, mostrándose como un invasor arrogante. ¿Se puede dialogar con un troglodita que ve un demonio en la feminidad? El profesor Sartori lo tiene muy claro: «A quienes no están dispuestos a aceptar nuestras normas, se les debe colocar en la frontera para que se marchen a su casa».

Giovanni Sartori esta considerado como un liberal progresista. Cuando le digo que desde la izquierda le pueden reprochar sus ideas, o verlo como xenófobo o conservador, responde con firmeza: «La izquierda ha perdido su ideología. Utilizan la palabra multiculturalismo como una nueva ideología, porque la vieja ha muerto. Pero no tienen ni idea. No saben lo que es el islam. Son unos ignorantes. A mí no me importa la derecha o la izquierda, sino el sentido común».

Refugiados africanos son conducidos a tierra tras ser rescatados por la Armada italiana el 8 de junio de 2014- Massimo Sestini

La integración de musulmanes en sociedades no islámicas no se ha logrado porque, asegura, «el islam no tiene capacidad de evolución». Cita, por ejemplo, a la India, «donde hay 14 millones de musulmanes, muy pobres y maltratados; después de mil años, resisten sin integrase, enemigos eternos de los hindúes». Y ya más cerca, el profesor Sartori recuerda lo que ocurre en los países europeos: «Los musulmanes de tercera generación no solo no se han integrado, sino que son los más rebeldes. Odian a Occidente porque no tienen trabajo y muchos se sienten atraídos por el islam fanático».

En peligro

La inmigración actual se está produciendo sin un flujo ordenado, porque, aparte de la que tiene motivaciones económicas, es fruto de guerras. Ante la suspensión de los acuerdos de Schengen en algunos países hasta ahora muy favorables a la inmigración, como Dinamarca o Suecia, Sartori indica: «No se puede practicar una política de puertas abiertas, como ingenuamente cree alguna izquierda. Está bien hablar de solidaridad, porque los inmigrantes pueden ser un elemento positivo para nuestra economía, pero los flujos migratorios hay que regularlos. Quien entra en Europa debe tener documentos, una identidad segura».

En definitiva, sostiene Sartori que «Occidente y sus valores están en peligro porque no se está dando una respuesta adecuada al fundamentalismo islámico». Hace ya quince años que, en el «Corriere della Sera», Sartori afirmó que estábamos asistiendo a «una guerra inédita con cuatro características: terrorista, global, tecnológica y religiosa». Hoy lo reafirma con más fuerza, viendo el terrorismo del Daesh: «En una guerra hay que emplear todas las armas que uno tiene a su disposición. Nosotros, Occidente, somos los agredidos, con un terrorismo de una ferocidad que nuestra memoria histórica no recuerda. Además, cuando un hombre-bomba,kamikaze por la fe, se hace explotar en medio de civiles, el enfrentamiento ha llegado al máximo».

«Aparte del componente militar, que es importante, pero secundario, es una guerra que se gana o se pierde en casa -añade-. Se vence si sabemos reaccionar ante la pérdida intelectual y moral en que hemos caído. Y se pierde si dudamos o nos olvidamos de nuestros valores que dan fundamento a nuestra civilización ético-política». ¿Y cómo acabará? Su respuesta no es muy reconfortante: «Veremos. Este es un mundo que se está suicidando».

Sartori está escribiendo la segunda parte de «La carrera hacia ninguna parte», ensayo para el que pensó otro título, «La carrera hacia la ruina». «Caminamos sin ideas sobre cómo progresar con tantos como somos, demasiados…», dice. Precisamente, «la superpoblación es el cáncer de fondo de nuestra sociedad». Es una de sus grandes preocupaciones, a la que dedicó «La tierra explota, superpoblación y desarrollo» (2003).

Especialmente crítico con la Unión Europea, asegura: «Es un monstruo. La Europa de los 28 es una entidad muerta, no existe. No es capaz ni de parar la inmigración. En mi nuevo libro aporto soluciones: Europa necesita un presidente experto en economía».

El «tranquilismo»

«Yo soy realista y tengo un lema muy claro -explica-: el pesimismo es peligroso si nos lleva o induce a la rendición; el mal lo hace el optimismo o el “tranquilismo” que conducen a no hacer nada».

No se siente solo el profesor Sartori desde el punto de vista intelectual. Coincide con su duro diagnóstico europeo el sociólogo francés Alain Touraine, que acaba de recibir en Italia el Premio Nonino como «maestro de nuestro tiempo»: «Los países europeos son hoy incapaces de integrarse completamente en la economía mundial y globalizada. Acabo de volver de California y me ha impactado, hablando con los americanos, que para ellos el mundo de mañana se refiere solo a EE.UU. y China. Han abandonado Europa. No nos toman en serio. Para ellos somos solamente un destino para sus vacaciones».

Desde el punto de vista sentimental, Sartori siempre tiene cerca, también durante esta conversación, a su mujer, Isabella Gherardi, pintora y fotógrafa, de la que le separan «solo» treinta y nueve primaveras. ¿La receta de la convivencia? «Buen humor y no preocuparse por el paso del tiempo». Así concluye la entrevista el viejo y sabio profesor, que ha sembrado cultura política en la derecha y la izquierda, y que todavía tiene mucho que enseñar: «Al menos espero acabar este libro. Después, basta. No soy infinito».

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Fracaso del multiculturalismo y avance del fundamentalismo en el mundo.

"El Islam dominará el mundo" ¡¡Y LO DICEN EN SERIO, NO ES ALGO FOLKLORICO DE CUATRO BARBUDOS MAJARAS"!!!
«El Islam dominará el mundo» ¡¡Y LO DICEN EN SERIO, NO ES ALGO FOLKLORICO DE CUATRO BARBUDOS MAJARAS»!!!

El multiculturalismo, basado en la convivencia de distintas culturas sin tener que renunciar a sus creencias y costumbres, está fracasando en Europa y el mundo. Las culturas, cuando son impermeables y hostiles, como el Islam, en lugar de convivir acumulan rechazo y odio y se convierten en caldo de cultivo para el fundamentalismo y la violencia.

Francia, Bélgica e Inglaterra, con sus guetos musulmanes conflictivos, y, en menor medida, Alemania y España, demuestran que el multiculturalismo está fracasando estrepitosamente. Las culturas no conviven en paz y el Islam está demostrando que es una doctrina pétrea e impenetrable, reacia a mezclarse con cualquier otra y generadora de odio, intransigencia y fundamentalismo.

Las tesis multiculturales, engendradas por la izquierda, partidaria de11202964_1729923370572677_7337186922596278886_n mezclarlo todo para homogeneizar e igualar, están en bancarrota y generando un rechazo que conduce al odio intercultural y, en muchos casos, a la xenofobia y la violencia. El odio terrorista a la cultura occidental y el auge de la extrema derecha y del rechazo a los musulmanes son dos fenómenos paralelos en Europa.

Las tendencias fundamentalistas, dentro del Islam, crecen de manera preocupante. El fundamentalismo es un fenómeno religioso que experimenta un alarmante proceso de expansión, impulsado por una explosiva mezcla de frustraciones: la pobreza, la desestabilización y la guerra en el mundo musulmán, la lucha entre sunies y chiies, el dinero del petroleo, que se está empleando en fomentar la violencia y el terrorismo, y la incapacidad de los inmigrantes musulmanes y de las culturas cristianas europeas receptoras de integrarse y fundirse.

Ante ese fracaso, no queda otro remedio que cambiar las reglas del juego y adoptar medidas defensivas en Europa, donde la cultura autóctona corre el riesgo de ser suplantada por la musulmana, que no se integra y que se mantiene activa y desafiante en guetos llenos de niños y jóvenes, pobreza, desempleo y odio.

1796492_1488249598120764_887724571742309790_n¿La solución? Básicamente dos: mayores esfuerzos por la integración y controles a la inmigración, que deberá filtrar en adelante a los que llegan para que no entren delincuentes, terroristas y agitadores, al mismo tiempo que se expulsan a los imanes profetas de la violencia y la revancha y se cierran las mezquitas que funcionan más como escuelas de odio que como lugares de oración.

Detrás de todo el problema de la integración y del fracaso multicultural está el terrorismo como recurso del extremismo islámico. Ese fenómeno apenas ha empezado porque, aunque ha alcanzado una violencia suicida sin precedentes y ya no respeta los dos tabúes que lo frenaban, la vida propia y destrucción masiva, todavía no ha traspasado las fronteras de los ataques químicos, bacteriológicos y nucleares, capaces de producir oleadas de pánico desconocidas y reacciones altamente violentas en las culturas de acogida.

La reciente advertencia de Manuel Valls, primer ministro francés, de que Francia teme ataques químicos y bacteriológicos por parte del terrorismo, representa un paso enorme en la escalada del terror, que, si se produce, generará pánico, odio y reacciones terribles entre los europeos atacados.

El pensador Hala Mustafa cree que el resurgimiento del Islam fundamentalista está ligado al fracaso de la modernización política y económica de la mayoría de las sociedades islámicas y el fracaso también de los movimientos populares de izquierda que se han desarrollado en el mundo islámico. Si a todo ese descontento y frustración se le añade la guerra, promovida por las potencias occidentales, contra países musulmanes estables, aunque sometidos a dictaduras, como Irak, Libia, Túnez y Siria, entonces ya tenemos listo el cóctel explosivo.

Europa y Occidente entero tienen que prepararse para dramas mucho peores que los padecidos hasta ahora, dramas provocados por un terrorismo espoleado y desesperado por la pobreza, por la paga mercenaria en petrodólares, por el fracaso de sus países de origen, por la desigualdad y por la intransigencia de una religión que, aunque digan que es pacífica, es la única del mundo que alienta el exterminio de los infieles y promete el paraíso a los asesinos.

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No es racismo.

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No es racismo, simplemente…. ES LA PURA REALIDAD

Como la vida misma.

Hace tiempo me compré un comedero para pájaros.

Lo colgué en el porche de mi jardín y lo llené de granos y semillas.

Era en verdad un bonito comedero y era un espectáculo ver a los pajaritos de cerca.

Al cabo de una semana eran ya centenares los pájaros que se aprovechaban del aprovisionamiento constante de comida gratuita y disponible sin ninguna dificultad.

Luego los pájaros empezaron a hacer sus nidos bajo el porche, en la parra, cerca de la barbacoa, e incluso sobre la mesa.

A continuación vino la caca. Estaba por todas partes.

Sobre las baldosas del porche, sobre las sillas, sobre la
mesa…. ¡en todo!

Después algunos pájaros empezaron a ser agresivos. Se
lanzaban sobre mí e intentaban picotearme a pesar de ser yo quien les alimentaba pagando de mi bolsillo.

Otros eran ruidosos y prepotentes.

Se apalancaban sobre el comedero piando y trinando a todas horas, noche y día, para recordarme que rellenara el comedero si la comida escaseaba.

Al cabo de cierto tiempo no conseguía ni siquiera poder
sentarme en mi propio porche.

Por lo que decidí quitar el bonito comedero y en tres dias los pájaros desaparecieron de mi jardín.

Hice limpieza y puse todo en orden, eliminando incluso
todos los nidos del porche.

Muy pronto mi porche volvió a ser aquello que siempre
había sido: un lugar tranquilo y sereno, sin ningún
alborotador reclamando «el derecho a comida gratis.

Ahora, reflexionemos.

Nosotros hemos obtenido con nuestro trabajo y con nuestros sacrificios un sistema con muchos derechos y ventajas sociales: sanidad pública gratuita, escuelas gratuitas, facilidades económicas para los menos favorecidos, viviendas populares a precios muy bajos; y permitimos a quien quiera que nazca aquí ser automáticamente ciudadano de nuestro País.

Luego llegaron los emigrantes ilegales a centenares de
miles, que gozan de las mismas ventajas.

Para pagar los mayores gastos nosotros debemos pagar
mayores impuestos.

Las viviendas populares son ocupadas por la fuerza y nadie paga su alquiler.

Si tenéis que ir a un servicio de urgencias de hospital,
deberéis esperar horas para ser visitados porque dichos
servicios están invadidos por extra comunitarios.

Vuestro hijo en la escuela de párvulos podrá tener
problemas a la hora de comer porque el comedor estará
condicionado por absurdas imposiciones religiosas en los menús.

Se eliminarán todos los crucifijos y no se celebrará la
Navidad para «no herir la sensibilidad» de los
extranjeros, sin ningún respeto por la nuestra.

¡¡ Que es la sensibilidad de los dueños de la casa !!

La criminalidad crece, y la que se ceba contra la gente
débil y común (nosotros) en un 75% de los casos es obra del 10% de la población (los extranjeros); mientras que las cárceles están tan llenas que los delincuentes, con la inestimable ayuda de una Justicia perezosa e ineficaz, son puestos en circulación casi enseguida, por lo que recomienzan de nuevo a hacer robos y asaltos.

Y si se busca la forma de frenar esta calamidad he aquí
que se alzan las voces de protesta de muchos imbéciles que gritan contra la violación de los derechos civiles (de los ‘otros’, porque nuestros derechos les importan un
bledo a esos mismos imbéciles)..

Y ahora nos quieren poner la jubilacion a los 70 y bajar las ayudas a los pensionistas.

Es sólo mi opinión pero quizás haya llegado el momento
para nuestro Gobierno de quitar el comedero de pájaros y hacer limpieza.

Si estáis de acuerdo haced circular este escrito.

Si no estáis de acuerdo, continuad limpiando la caca…

España dedica más de mil millones anuales en pensiones no contributivas a inmigrantes que no han cotizado laboralmente. España debe ser el único país, que en situación de quiebra, concede estas prestaciones.
España dedica más de mil millones anuales en pensiones no contributivas a inmigrantes que no han cotizado laboralmente. España debe ser el único país, que en situación de quiebra, concede estas prestaciones.

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ISLAM en Europa Desmontando los argumentos Progres. Contradicciones del Corán

La amenaza es real, los mismos islamistas no hacen un misterio de sus propósitos. El peligro de una islamización rápida y completa de España debe ser considerada con seriedad y realismo, pues el proceso está ya iniciado, y mucho más avanzado que lo que la mayoría de los españoles que tienen una vaga conciencia del problema piensan. España, por su situación geográfica, se encuentra en la frontera del islam como una marca y constituye por tanto la primera nación europea prometida a la islamización, que puede tener lugar, según profetizan los islamistas, en el siglo en curso. A esta situación de próximidad con el territorio físico del islam, hay que añadir ahora la entrada masiva de una población musulmana que llega para quedarse, que constituye la avanzadilla de las legiones aún por venir, la cabeza de puente de la invasión en marcha y que actúa ya como la quintacolumna del proyecto de conquista de España. Al enemigo no solamente lo tenemos enfrente, camina entre nosotros. El bárbaro que estuvo durante siglos acampado al pie de nuestros muros ya ha entrado en tropel en la ciudad por las puertas que insensatamente le hemos abierto de par en par.

 

La certeza de la definitiva victoria islámica descansa 1) sobre el poderoso renacimiento del islam como fuerza política; 2) sobre el crecimiento dramático de la población musulmana mundial y más particularmente de los países del Magreb, inacabable reserva humana en continuo desbordamiento sobre las naciones cristianas del norte del Mediterráneo, y sobre las previsiones demográficas concernientes a las comunidades islámicas en Europa y muy especialmente en España; y 3) sobre la decadencia de Europa en general , muy acentuada en España. La mayoría de los musulmanes consideran a España un país a conquistar, una tierra arrebatada a sus antepasados y que heredarán sus hijos, ya que no ven en España ni fuerza ni voluntad para oponerse a la conquista islámica.

 

Frente a una España aborregada considerada como un botín ofrecido a los predadores, el partido islamista cuenta con un plan. ¿En qué consiste ese plan?

 

-Evitar todo lo que pudiera provocar una reacción enérgica de los dirigentes españoles, anestesiar a las élites, las cuales por su parte se encargan de mantener al pueblo en la ignorancia de lo que ocurre. El reblandecimiento intelectual y el relajamiento moral imperantes en España es un factor decisivo en la concreción de ese plan. La invasión cuenta además con la colaboración de un ejército de renegados y colaboracionistas pagados o ad honorem.

 

-Favorecer la instalación en España de la mayor cantidad posible de musulmanes, provengan de donde provengan (Magreb, África subsahariana, Oriente Medio, Paquistán, etc…) y obtener para ellos los derechos de ciudadanía en el plazo más corto posible para influir en los procesos electorales mientras dure el sistema actual, antes del asalto final, momento en que la nacionalidad de «papel» ya no sea un elemento útil para esa conquista, que de pacífica (sin dejar de ser conflictiva en grado sumo) pasará a ser violenta si en esa etapa los españoles muestran alguna oposición resuelta al intento de someterlos al yugo islámico.

 

-Favorecer el adoctrinamiento del colectivo musulmán a través de la enseñanza religiosa, implantar el estudio del árabe y del Corán, imponer el uso del velo o pañuelo islámicos (hiyab, chador o cualquier otro trapo de la misma categoría), multiplicar la construcción de mezquitas y madrasas (escuelas coránicas), en suma: acostumbrar a los españoles al «hecho musulmán», ponerlos ante una «nueva realidad».

 

-Masificar a los millones de musulmanes que habrá pronto en España organizando su reunificación identitaria alrededor del islam, e impidiendo por todos los medios dejarlos a su libre albedrío para integrarse y aceptar los valores de la sociedad occidental.

 

-Obtener un estatus jurídico propio para los musulmanes, reivindicación en la que contarán con el apoyo de los multiculturalistas, tontos útiles de variado pelaje y demás «compañeros de viaje» del proyecto islamista.

Por:  

A todo esto añdo este otro video en el que se muestran claramente las contradicciones del Corán, DEBO DE ADMITIR TAMBIÉN que ME DESMARCO SOBRE EL TEMA DE LA TORAH, en eso que CADA UNO USE SU LIBRE ALBEDRÍO, yo el video lo presento sobre todo por cuanto explica muy bien y de forma totalmente fidedigna la GRAN MENTIRA, ENORME MANIPULACIÓN, SUPERLATIVO PROGRAMA DE LAVADO DE CEREBRO que es el Corán.

Y como una prueba mas de la FALSEDAD MUSULMANA, aquí tenemos unos claros ejemplos vistos en esta página de Facebook:

https://www.facebook.com/pages/NO-a-la-Islamizaci%C3%B3n-de-Catalu%C3%B1aCatalunya/176371762373499

Sorprendentemente, no se muy bien si es porque el administrador se ha decidido a borrarlos, porque ellos mismos los han retirado ante la clara caida de su disfraz que ellos mismos estaban ofreciendo o bien por intervención del mismo Face, ahora casi no quedan pero la página estuvo llena y llena de comentarios en este sentido:

Somiia M. Benamar miira tiia dáte cuenta de lo que publicas, piénsalo unas cuantas veces antes de poner cualquier tontería, te estás dejando en ridículo a ti misma, porque no haces más que publicar mierdas modificadas que ni tu misma te crees (precisamente no hablaba de esta que es una barbaridad, pero sí de otras más abajo). No sé qué edad debes tener ni me importa tampoco, pero chiquilla háztelo ver, ve al médico a ver si aún no se han dado cuenta de que padeces algo muy grave… Se nota que tienes poca vida social, aisshh me equivoco, que tú no sabes lo que es aún. Por ser española racista, ese apellido no te pega, que pena … Lo tuyo es el circo, y eso si te aceptan…

Y eso que presumen mucho de estar en el Ramadán y tal y cual pero mira por donde se supone que ese es un tiempo para dedicarlo, además de ese «ayuno y abstinencia» tan «particular» que realizan, para «cultivar» la espiritualidad, sin embargo, ahí se puede ver lo «espirituales» que se muestran, sin ir mas lejos aquí tenemos a este otro, el cual además tiene una fotito en la que va presumiendo de abdominales en plan piscinero, que no tiene el menor desperdício, eh voila:

ajajajajajaja me rio en vuestra caraaaa pk sabeis k os pueden y les teneis miedo a los musulmanessss inchallah allah i nzel e 3likum chi zemzal

Muy «espiritual», ¿verdad?, pues este, que debe creerse un gran antropólogo, historiador y vaya usted a saber que, también es para echarle de comer aparte:

No sé porqué, no os cansáis de atentar siempre en contra de musulmanes, islam y sus costumbres y creencias. Dejad de meteros en vidas ajenas y preocuparos más d vuestra sociedad, la cual deja mucho que desear. Tanto Josep Anglada y grupos ultra-contraislam.. mirad el reflejo de vuestra sociedad.. y luego hablad d musulmanes en España que si no fuera por ellos muchas de las cosas que hoy son »vuestras» jamás las hubierais conocido. Otra cosa, me parece ridículo que hables tanto de »MOROS» cuando mayoritariamente todos descendéis de estos!

Y por último, aunque aun quedan muchos más, aqui tenemos a toda una erudita, su «altísimo» nivel cultural nos lo muestra su brillante ortografía la cual es para enmarcarla:

haber si se quejan tanto de los muslmanes en catalunya, de la gente, de los imigrantes, etc etc etc. Sera porque tienen mucha mas capacidad q ustedes? que yo sepa los musulmanes es decir los arabes inventaron las mates? mi pregunta es:  Que hivierais echo sin las mates? y la construccion la remaderia, el campo, etc eso tamien han sido los arabes sii sii sin eso ahora estriais viviendo en chabolas. No teneis sentido de la vida pero a principios queriais a los arabes, para la mano de obra barata para que trabajaran, pero ya que estais en crisis etc y bobadas de esas es culpa de os imigrantes arabes y musulmanes . Miren si no saben vivir en condiciones o en un ambiente bueno como dios manda no metan la culpa a los que si saben. Espero q les allude a reflexionar.

En fin y para los que sigan incrédulos y con las ganas además de sacar, como siempre, la palabra «racistas», a los cuales me veo obligado a repetirles que «racismo» es una palabra que deriva de otra principal, «raza» y esta, la raza, la da la genética, cosa que no ocurre ni con religiones ni con ideologías. Efectivamente, uno nace con un color u otro de piel y con ciertos rasgos físicos propios de una raza o etnia y esto, repito, lo da la genética pero UNO NO NACE SOCIALISTA, LIBERAL, MUSULMÁN, CRISTIANO, etc., etc., etc., el hecho de que se haya generalizado el término «racismo» o «racista» para estos asuntos NO ES MAS QUE OTRA MANIPULACIÓN DE LA ESTUPIDA «PROGRESIA» (QUE NADA TIENE QUE VER CON LO QUE REALMENTE SIGNIFICA PROGRESO) y del «BUENISMO» que a lo  único que está conduciendo es a que DERECHOS QUE EN OCCIDENTE NOS HA COSTADO MUCHO CONSEGUIR, EN APENAS UNOS AÑOS SE ESTÁN PERDIENDO Y TODO POR NO OFENDER AL ISLAM.

¿Es que los demas tenemos que ser tolerantes y el Islam NO TIENE OBLIGACIÓN DE SERLO?.

¡¡BASTA YA DE ENGAÑOS!!!,  a ver si usamos el raciocínio de una vez, MAS PRAGMATISMO Y MENOS TONTERIAS.

Partido proteccionista AUSTRALIANO … salvaguardia de Australia a la infiltración musulmana

¡ESTE ES EL CAMINO! o al menos uno de ellos, tendriamos que aprender y empezar a organizarnos ¡¡¡PERO YA!!!.

¿No están creando ellos partidos islamistas en Europa y mas concretamente aquí, en España (el PRUNE)? pues a eso, en democracía, PODEMOS JUGAR TODOS.

¿Vamos a dejar que ellos se aprovechen de nuestro sistema democrático para PODER ACABAR CON EL, QUE ES LO QUE PRETENDEN Y ADEMÁS NO LO OCULTAN?.

El artículo original es en idioma inglés, PUBLICADO en el blog, MUY RECOMENDABLE «BARE NAKED ISLAM»:

 

El  Partido proteccionista de Australia fue creado para defender la identidad de Australia, el patrimonio y la libertad

PROTECCIONISTAS   Australia tiene un creciente movimiento de base proteccionistas sociales que tiene como objetivo proteger a nuestra nación en todos sus aspectos, para proteger nuestro medio ambiente, familias, libertades, puestos de trabajo, industrias, comunidades rurales, nuestra forma de vida y la supervivencia del pueblo australiano. APP tiene por objeto proteger los intereses de Australia y los australianos.

Creemos que

*  medio ambiente de Australia,  es necesario proteger, mediante el desarrollo de la sostenibilidad ecológica, como la reducción de la inmigración hasta la finalización de la investigación científica que va a determinar la «huella ecológica» de nuestra población.

*  Las familias australianas  necesitan protección con soluciones realistas, como «división de ingresos» para las parejas con hijos, que proporcionan beneficios reales para las familias.

*  Australia ‘s la democracia  es necesario proteger, mediante la eliminación de las leyes que inhiben la libertad de expresiónsobre temas sociales y políticos y los ciudadanos mediante el establecimiento de «referéndum por iniciativa popular, mediante el cual los ciudadanos pueden iniciar referendos sobre leyes y políticas.

*  Australia de empleos y las industrias  necesitan protección al permitir que la protección arancelaria contra las importaciones baratas extranjeras, el establecimiento de «comprar australiano hizo, de propiedad australiana» las políticas de los gobiernos estatal y federal, y la institución nacional «recompra de Australia» política para las empresas, los bienes públicos, y los recursos – todo a favorecer la supervivencia, la reconstrucción y el surgimiento de la industria manufacturera local.

*  las personas de Australia  necesitan protección mediante la implementación de una política de inmigración cero de la red (en un «uno, uno» base), para la inmigración que proviene principalmente de las fuentes tradicionales (tales como Europa y Gran Bretaña), y para que una sociedad homogénea donde que todos podamos vivir en armonía, libre de las luchas étnicas y raciales causadas por los experimentos de ingeniería social como el multiculturalismo.

*  Australia comunidades rurales s  necesitan protección mediante el aumento de la sostenibilidad rural, a través de una tasa más alta de la descentralización de los departamentos gubernamentales a los centros regionales y mediante la implementación de las estructuras sensibles del comercio, que deje de importaciones extranjeras baratas de destruir la viabilidad de las explotaciones de Australia.

*  Australia manera ‘s de la vida  es necesario proteger de la destrucción del multiculturalismo y la corrección política, por enseñar a nuestros estudiantes acerca de los logros y valores de la sociedad australiana y de la civilización occidental, poniendo fin a la financiación gubernamental de la ideología política del multiculturalismo, y la promoción de la las tradiciones de la identidad nacional de Australia y la cultura dentro de la comunidad.

APP se ha comprometido a la libertad de expresión en la sociedad australiana y la profunda tradición histórica democrática de la nación australiana. APP es un partido para los australianos corrientes que tratan de defender el modo de vida australiano, no vamos a tolerar el extremismo político, ya que va en contra de nuestra filosofía de Australia. Todos los australianos que estén de acuerdo con nuestros objetivos se les insta a unirse para recuperar la libertad de Australia.

La filosofía del proteccionismo social tiene que ver con la protección de los pilares básicos de la sociedad, mientras que el proteccionismo económico es puramente sobre la protección de la economía de una sociedad, a pesar de proteccionismo social también incorpora un nivel razonable y moderado de las medidas proteccionistas para el empleo y las industrias.

 En muchos asuntos – como la inmigración, el multiculturalismo, y la protección de las industrias de nuestro país – hay una brecha enorme entre lo que nuestro anti-nacional establecimiento está defendiendo y lo que es en el mejor interés del pueblo australiano. El Partido proteccionista de Australia ofrece una alternativa a las políticas internacionalistas del establecimiento, y tiene como objetivo proteger los intereses nacionales de Australia.

Unirse a la protesta contra la APP la ingesta de refugiados falsas, el domingo 05 de febrero 2012 

El Partido proteccionista de Australia llevará a cabo una protesta en contra de procesamiento en tierra en el centro de detención Villawood en Domingo, 5 de febrero 2012 a las 15:00. Todos y cada uno que se opone a las políticas del gobierno de refugiados son bienvenidos a venir y unirse a nosotros en el día (detalles al final de este artículo). Llegar y hacer oír tu voz!

¡TOMEMOS NOTA!, esto debería extenderse POR TODO EL TERRITORIO ESPAÑOL y por supuesto, A NIVEL GLOBAL.