Etiqueta: «MULLÁH NASRUDIN»

LOS INGENIOSOS CUENTOS DEL MULLÁH NASRUDIN: «Nasrudin y la peste». / THE INGENIOUS TALES OF MULLÁH NASRUDIN: «Nasrudin and the plague».

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Iba la Peste camino a Bagdad cuando se encontró con Nasrudín.Este le preguntó:
— ¿Adónde vas?

La Peste le contestó:
— A Bagdad, a matar a diez mil personas.

Después de un tiempo, la Peste volvió a encontrarse con Nasrudín. Muy enojado, el mullah le dijo:
— Me mentiste. Dijiste que matarías a diez mil personas y mataste a cien mil.

Y la Peste le respondió:
— Yo no mentí, maté a diez mil. El resto se murió de miedo.

Cuento de la tradición sufí.

PESTE

LOS INGENIOSOS CUENTOS DEL MULLÁH NASRUDIN: «La lista» / THE INGENIOUS STORIES OF THE MULLÁH NASRUDIN: «The list»

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La situación ya era desesperada. Nasrudin había sido mordido por un perro rabioso y los médicos no estaban seguros si se había empezado el tratamiento a tiempo, para salvarlo. Atribulados y después de una última consulta en la materia, ingresaron en la sala y le comunicaron la verdad: que podría desarrollar la hidrofobia y que sus posibilidades eran bastante malas. 

En lugar de parecer molesto por la noticia, Nasrudin pidió un lápiz y papel y comenzó a escribir largo y tendido. Después de hora y media de escritura constante, su enfermera le preguntó: 

—¿Qué escribes, Mullah? ¿Es tu voluntad o una carta a tu familia? 

—No, dijo Nasrudin, es la lista de personas que voy a morder.

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The situation was already desperate. Nasrudin had been bitten by a rabid dog and the doctors were not sure if the treatment had been started on time, to save him. Troubled and after a final consultation in the matter, they entered the room and told him the truth: that he could develop hydrophobia and that his chances were pretty bad.

Instead of looking annoyed by the news, Nasrudin asked for a pencil and paper and began to write long and hard. After an hour and a half of constant writing, his nurse asked him:

– What are you writing, Mullah? Is it your will or a letter to your family?

-No, said Nasrudin, it’s the list of people I’m going to bite.

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LOS INGENIOSOS CUENTOS DEL MULLÁH NASRUDIN: Una vieja manta / NASRUDIN’S MULLÁH INGENIOUS TALES: An old blanket (Spanish-English)

Con motivo de su cumpleaños, Tamerlán obsequió a cada uno de sus cortesanos con una enorme caja. Cuando los consejeros y la nobleza abrieron sus regalos, encontraron ropas cosidas con hilo de oro y adornadas con piedras preciosas. Pero cuando el Mullah Nasrudín, que recientemente había perdido el favor real, desenvolvió su regalo encontró una vieja manta de asno en su interior.

—Compasivo Alá, gritó, presencia la generosidad de Tamerlán, que ha honrado a su siervo con el manto que se ha quitado de su propia espalda.

inglaterra

ENGLISH

On the occasion of his birthday, Tamerlán presented each of his courtiers with a large box. When the counselors and the nobility opened their gifts, they found clothes sewn with gold thread and adorned with precious stones. But when Mullah Nasrudin, who had recently lost the royal favor, unwrapped his gift he found an old ass blanket inside.

-«Awesome, Allah,» he shouted, «witness the generosity of Tamerlán, who has honored his servant with the mantle that has been removed from his own back.

LOS INGENIOSOS CUENTOS DEL MULLÁH NASRUDIN: «Tiranos sucesivos»

Durante varias semanas el Mullah Nasrudín no había pagado su deuda al terrateniente local. Cierto día, el noble acudió a cobrar su renta y, viendo que Nasrudín no podía pagar, dijo a sus hombres que cogieran los muebles del Mullah como pago.

Cuando mesas y sillas estaban siendo cargadas en el carro, Nasrudín se puso de rodillas y empezó a suplicar:

—¡Oh, Alá misericordioso, concede al amo de estos hombres la vida eterna!

—¿Tratas de enfurecerme aún más con tu sarcasmo?, preguntó el noble.

—El sentimiento procede del corazón, respondió Nasrudín. Cuando tu padre vivía todavía, todo hombre de la aldea rogaba por su pronta defunción. Pero cuando tú te convertiste en señor y demostraste ser mil veces peor que él, comprendimos nuestro error. Ahora pedimos a Dios que te haga vivir para siempre. ¿Quién nos dice que tu sucesor no resultará mil veces peor que tú?

LOS INGENIOSOS CUENTOS DEL MULLÁH NASRUDIN: Palabras repetidas.

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Durante muchos años, los habitantes del pueblo de Nasrudín habían estado agobiados por los elevados impuestos establecidos por el rey del desdichado país, un hombre sin escrúpulos. Los campesinos y los comerciantes estaban obligados a aportar un tercio de sus escasas ganancias a las arcas de palacio. El Mullah Nasrudín, entonces imam de la aldea, estaba tan enfadado por la pobreza y la desigualdad que había a su alrededor que dio un sermón en el que acusaba al monarca de chupar la sangre al pueblo.

Desgraciadamente, uno de los tantos espías del monarca escuchó sus observaciones y se fue a la corte a toda prisa. Poco después Nasrudín fue arrestado y llevado al palacio.

—He oído que te has atrevido a compararme con una sanguijuela, dijo el rey. Como sin duda sabes, los insultos dirigidos a la persona del rey son recompensados con la flagelación pública seguida de prisión.
—Majestad, replicó el Mullah, no te insultaba, simplemente repetía lo que la gente dice en todo el reino.

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LOS INGENIOSOS CUENTOS DEL MULLÁH NASRUDIN: Una moneda de plata

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Cierto vez, después de terminar de recitar el Corán, el imán dijo ante todos los creyentes:
—Una moneda de plata concedida por Dios al feligrés equivale al valor de mil monedas de plata.

Al día siguiente, el imán llevó su bello caballo a la feria para venderlo. Nasrudin, acercándose, le preguntó:
—Imán mío, ¿Cuánto vale este caballo?
—¡Cómo! ¿Quieres comprarlo?, dijo el iman sorprendido, examinando de arriba abajo al Mullah.Si no te estás jactando, yo te diré el precio exacto: mil monedas de plata. Si te faltara una sola moneda, no te lo venderé.
—¡Excelencia! El pobre nunca tiene la costumbre de mentir, exclamó Nasrudin, golpeteando la bolsa que llevaba sobre sus hombros. Si no tuviese dinero,agregó, no me atrevería a preguntarle el precio del caballo. ¿Mil monedas de plata, dice? ¡Eso es muy caro! Sin embargo, no quisiera regatear con su Excelencia: ¡Le pago las mil monedas de plata y me llevo el caballo!

Apenas terminó de formular estas palabras, el Mullah sacó de su bolsa una reluciente moneda de plata, se la entregó al imán y, tirando del caballo, se dispuso a marcharse.
—¿Te has vuelto loco?, gritó el imán encolerizado.¡Faltan novecientos noventa y nueve monedas de plata!, prosiguió lleno de ira. ¡Apúrate a sacar monedas de plata de la bolsa!
—Imán mío, respondió el Mullah, no falta ninguna moneda. Su barba mide una cuarta, agregó indicando la blanca barba del imán. ¿Cómo es posible no mantener su palabra? Ayer en el púlpito nos dijo: «Una moneda de plata concedida por Dios a sus feligreses equivale a mil monedas de plata». Esta moneda de plata que acabo de darle, me la ha deparado Dios, justamente. De lo contrario, no tendría ni siquiera una moneda de cobre, y mucho menos una moneda de plata.
Al terminar de decir estas palabras, regresó muy contento a su casa, montando en su caballo.

El imán, carente de argumentos, se marchó sin replicar ni una sola palabra.

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LOS INGENIOSOS CUENTOS DEL MULLÁH NASRUDIN: » El plano espiritual «

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Dos viajeros cruzaban junto a Nasrudín las montañas del Himalaya, discutiendo sobre la importancia de poner en práctica todo aquello que habían aprendido en el plano espiritual. Estaban tan entretenidos en el plano espiritual que no fue hasta bien entrada la noche que se dieron cuenta de que solamente llevaban consigo un pedazo de pan.

Decidieron no discutir sobre quién merecía comerlo. Sin duda eran hombres piadosos; dejarían la decisión en manos de los dioses. Rezaron para que durante la noche, un espíritu superior les indicase quién de ellos recibiría el alimento.

A la mañana siguiente, los tres se levantaron al salir el sol.
—He aquí mi sueño, principió el primer viajero. Yo iba cargado hacia lugares donde nunca había estado antes, y experimenté toda la paz y armonía que he buscado en vano en esta vida terrenal. En medio de ese idílico paraíso, un sabio de largas barbas me decía: «Tú eres mi preferido, ya que jamás te entregastes al placer mundano y siempre renunciaste a todo lo vacuo. Sin embargo, para confirmar mi alianza contigo, me gustaría que comieras un pedazo de pan».
—Es bien extraño, comentó el segundo viajero,porque en mi sueño, yo vi mi pasado de santidad y mi futuro de maestro. Mientras miraba el porvenir, encontré un hombre de gran sabiduría diciendome: «Tú necesitas comer más que tus dos amigos porque tendrás que liderar a mucha gente, y para ello necesitarás fuerza y energía.”
—En mi sueño, intervino entonces Nasrudín, yo no vi nada, no visité ningún lugar ni encontré a ningún sabio. Sin embargo, a determinada hora de la noche me desperté de repente. Y me comí el pan.
Los otros dos se enfurecieron:
—¿Dinos, por qué no nos llamaste, antes de tomar una decisión tan personal?
—Vaya, ¿Cómo iba a hacerlo? ¡Estabais tan lejos, encontrándoos con maestros y teniendo visiones sagradas! Ayer argumentábamos sobre la importancia de poner en práctica todo aquello que aprendemos en el plano espiritual. En mi caso, Dios actuó rápido y me hizo despertar a causa del hambre.

Sufi