Etiqueta: INTEGRACIÓN

VÍDEO: ¡INTOLERABLE!Un musulmán apuñala a un hombre en París porque compraba cerveza / INTOLERABLE! A Muslim stabs a man in Paris because he bought beer

ANTES DE NADA, VISUALICEMOS EL VÍDEO, ESTO ES LO QUE OCURRIÓ, UN CHAVAL COMPRA UNAS CERVEZAS Y VA A SALIR DEL ESTABLECIMIENTO (es en París, pero podría haber sido en Madrid, en Barcelona, en Londres, en Bruselas …) con ellas y en ese momento, el musulmán le agrede con una navaja. DENTRO VÍDEO:

Y no, NO EMPECEMOS CON QUE ES «UN LOBO SOLITARIO» O UN «POBRE LOCO QUE NO REPRESENTA …» porque NO, PORQUE EL QUE SIGA CREYENDO ESO, SENCILLAMENTE, ES UN SUPERLATIVO IMBÉCIL.

EL ISLAM PROHÍBE EL ALCOHOL, ESO LO SABEMOS TODOS y no tendría mayor importancia, ¡¡A VER SI SE ENTERAN LOS QUE SE LLENAN LA BOCAZA CON LA PALABRA «TOLERANCIA»!!!, si, simplemente, ellos, si su creencia es esa, no beban alcohol (ni prueben los productos derivados del cerdo) y punto, NADIE LES OBLIGA A HACERLO, ni a ellos NI A NADIE, A NADIE SE LE PONE UNA PISTOLA O SE LE AMENAZA CON NAVAJAS O CUALQUIER ARMA PARA OBLIGARLE A CONSUMIR ALGO QUE NO DESEA CONSUMIR ¿ESTAMOS? EL PROBLEMA ES QUE ELLOS PRETENDEN OBLIGAR A TODOS LOS DEMÁS A QUE NO CONSUMAMOS LO QUE PARA ELLOS ESTÁ PROHIBIDO.

Si un musulmán está, pongamos, en una cafetería y no bebe alcohol, PERFECTO, pero si yo me pongo también en la barra y pido una cerveza, POR MUCHO QUE A EL NO LE HAGA GRACIA, TENDRÁ QUE AGUANTARSE PORQUE YO ESTOY EN MI DERECHO A TOMAR ESA CERVEZA, LE GUSTE A EL O NO, ¡¡¡ESO ES LIBERTAD Y TAMBIÉN ES TOLERANCIA!!! ¿Lo entenderán alguna vez «esos» que llevan la palabra «TOLERANCIA» por bandera?

EL INTOLERANTE NO SOY YO, YO ESTOY EJERCIENDO MI LEGÍTIMO DERECHO A TOMAR LO QUE ME SALGA DE LOS COJONES, EN OCCIDENTE Y EN LA MAYOR PARTE DEL MUNDO, LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS SON LEGALES. Y no de ahora, el vino, la cerveza y otras muchas bebidas que llevan alcohol, SON CONOCIDAS DESDE HACE MILES DE AÑOS. Estas eran ya conocidas (la cerveza, desde luego, seguro) por los SUMERIOS, en el antiguo Egipto incluso DESAYUNABAN PAN Y CERVEZA, no tomaban leche como hacemos ahora, es decir, SON ANTERIORES A CRISTO Y, POR ENDE, ANTERIORES A MUHAMMAD/MAHOMA (y con los productos porcinos otro tanto)

Sin embargo, aquí tenemos UN EJEMPLO MAS DE LA «TOLERANCIA» MUSULMANA. ¿PORQUE REGLA DE TRES NOSOTROS TENEMOS QUE CEDER DERECHOS LEGÍTIMOS EN FAVOR DE «SER RESPETUOSOS CON ELLOS». SON ELLOS RESPETUOSOS CON NOSOTROS?

Que «¿Son sus costumbres y hay que respetarlas?» y ¿PORQUÉ ELLOS NO RESPETAN LAS MÍAS? En sus países, que nunca visitaré porque no pienso soportar sus TOTALITARIAS costumbres y creencias, NO hay manera de beberse un simple «corto» de cerveza (y carne productos del cerdo ni te cuento? PUES EN LOS NUESTROS, NUESTRAS COSTUMBRES Y CREENCIAS, NUESTRO MODO DE VIDA EN SUMA, PRIMERO, las suyas SIEMPRE SUPEDITADAS A QUE LAS NUESTRAS NO SUFRAN EL MENOR RECORTE.

OCCIDENTE: ¡¡¡¡DESPIERTA!!!!

inglaterra

BEFORE NOTHING, WE WATCH THE VIDEO, THIS IS WHAT HAPPENED, A CHAVAL BUYS A BEER AND GOES OUT OF THE ESTABLISHMENT (it’s in Paris, but it could have been in Madrid, Barcelona, London, Brussels …) with And at that moment, the Muslim assaulted him with a razor. WITHIN VIDEO (UP)

And no, we DO NOT START WITH WHAT IS «A LONELY WOLF» OR A «POOR POOR THAT DOES NOT REPRESENT …» because NO, BECAUSE THE ONE WHO FOLLOWS BELIEVING THAT, SIMPLY, IS AN IMBÉCIL SUPERLATIVE.

ISLAM PROHIBITS ALCOHOL, THAT WE KNOW EVERYONE, and it would be of no greater importance, TO SEE IF THOSE WHO COMPLETE WITH THE WORD «TOLERANCE» !!!, if, simply, they, if their belief is that , Do not drink alcohol (nor try the products derived from the pig) and point, NO ONE REQUIRES YOU TO DO IT, NEITHER NOBODY, NO ONE IS PUTTING A GUN OR THREATENED WITH POCKETKNIVES OR ANY GUN TO OBLIGE YOU TO CONSUME SOMETHING WHAT DOES NOT YOU WANT TO CONSUME ARE WE? THE PROBLEM IS THAT THEY ARE INTENDING TO OBLIGE ALL OTHERS THAT WE DO NOT CONSUME WHAT FOR THEM IS PROHIBITED.

If a Muslim is, say, in a cafeteria and does not drink alcohol, PERFECT, but if I also put myself at the counter and ask for a beer, FOR SO MUCH THAT HE DOES NOT GRACE THEMSELVES, WILL HAVE TO GET HELD BECAUSE I AM IN MY RIGHT TO TAKE THAT BEER, LIKE IT OR NOT, THAT IS FREEDOM AND ALSO IS TOLERANCE !!! Will they ever understand «those» who carry the word «TOLERANCE» by flag?

THE INTOLERANT I AM NOT ME, I AM EXERCISING MY LEGITIMATE RIGHT TO TAKE WHAT EXPECTS ME FROM THE COJONES, IN WESTERN AND IN THE MOST PART OF THE WORLD, ALCOHOLIC BEVERAGES ARE LEGAL. And not now, wine, beer and many other drinks that carry alcohol, KNOWN FOR THOUSANDS OF YEARS. These were already known (the beer, of course, sure) by the Sumerians, in ancient Egypt even BREAKFAST AND BREW, they did not drink milk as we do now, ie ARE PREVIOUS TO CHRIST AND, THEN, PREVIOUS TO MUHAMMAD / MAHOMA (and with pork products the same)

However, here we have ONE MORE EXAMPLE OF MUSLIM «TOLERANCE». WHY RULE OF THREE WE HAVE TO GIVE LEGITIMATE RIGHTS IN FAVOR OF «BE RESPECTFUL WITH THEM». ARE THEY RESPECTFUL WITH US?

That «Are their customs and must be respected?» And WHY DO NOT THEY RESPECT MY MINE? In their countries, which I will never visit because I do not intend to support their TOTALITARIES customs and beliefs, there is no way to drink a simple «short» beer (and meat products of the pig or I tell you?) IN OURS, OUR CUSTOMS AND BELIEFS, OUR MODE OF LIFE IN SUM, FIRST, HIS ALWAYS SUPERSEDED THAT OURS DO NOT SUFFER THE LESS TRICK.

WEST: WAKE UP !!!!

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Rios de sangre / Rivers of blood (SPANISH-ENGLISH)

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Por/By Jesus Lainz para/for Libertad Digital

Los hijos de la Merry Old England siempre han estado orgullosos de que los bobbies, ese emblema de la paz y el civismo de una gran nación, vayan armados solamente con un silbato. En un país tradicionalmente próspero y tranquilo como el suyo, se han dedicado fundamentalmente, desde su creación hace doscientos años, a ayudar, informar y, casi de pasada, a mantener el orden con su simple presencia.

Si el protagonismo policial en el Reino Unido se ha podido calificar de liviano, menor aún ha sido el militar, al menos en casa. Pues a los británicos, colonizadores de una cuarta parte del planeta, nunca les gustó ver militares por sus calles. Preferían exportarlos. Por eso George Orwell pudo escribir en 1941, con sus compatriotas movilizados contra la Alemania de Hitler:

Todavía se recuerda el tiempo en el que los casacas rojas recibían abucheos en plena calle y los dueños de las tabernas públicas más respetables negaban la entrada a los soldados.

Pero aquellos días hace mucho que se fueron para no volver, pues el tiempo no pasa en balde sobre las personas, las sociedades, la política y la técnica. Y así hoy nos encontramos con que, tras la masacre de Manchester y ante la amenaza de nuevos atentados, la policía no da abasto para garantizar la seguridad de los ciudadanos y el gobierno ha tenido que desplegar el ejército por las calles. Y lo mismo sucede en una Francia en estado de emergencia desde hace dos años.

¿Volverá Europa a ser el continente próspero y pacífico que fue desde el final de la Segunda Guerra Mundial? El tiempo dirá, pero parece poco probable mientras siga en pie de guerra ese sector del mundo musulmán fanáticamente decidido a imponer su orden en el resto del mundo.

La guerra a la que se enfrenta Europa no se parece a ninguna de las muchas guerras que han ensangrentado su suelo durante siglos, pues en esta ocasión no hay campo de batalla ni enemigo desplegado en él. Para ser exactos, todo es campo de batalla y cualquiera puede ser el enemigo, un enemigo que además cuenta con la doble ventaja de elegir momento y lugar y de no importarle perder la vida en su acción.

El multiculturalismo ha fracasado por ser contrario a la naturaleza del hombre, aunque demasiados sigan sin enterarse, o más bien sin querer enterarse. Ya avisaron de ello voces musulmanas muy autorizadas, como la del rey marroquí Hasán II en 1993 en una televisión francesa:

–Entrevistadora: ¿Usted querría que los musulmanes se integrasen en Francia? ¿Está usted a favor o en contra del principio de la integración?
–Hasán II: Yo no querría en modo alguno que sean el objeto de una tentativa de integración, puesto que no se integrarán jamás.

–¿Usted cree que ellos no querrán o que serán los franceses los que los rechacen?
–Ellos no podrán. Sería posible entre europeos, pues su mundo es el mismo, su religión, etc. Los movimientos europeos a lo largo de la historia han sido entre el este y el oeste. Pero esto es entre continentes, y no hay nada que hacer: serán malos franceses.

–Así pues, ¿nos desaconseja usted intentar la integración?
–Les desaconsejo en lo que se refiere a los míos, los marroquíes, que intenten un cambio de nacionalidad, pues nunca serán franceses al 100%, se lo puedo asegurar.

El rey de Marruecos se había limitado a constatar una evidencia inaceptable para el pensamiento único occidental: que por encima de la nacionalidad que figure en un pasaporte siempre estarán otros vínculos comunitarios de mucho mayor peso y más hondas raíces. Y si el vínculo dominante es una religión exasperada por motivos políticos, económicos, culturales y teológicos de largo alcance, las consecuencias suelen ser explosivas. Nunca mejor dicho lo de explosivas, desgraciadamente.

Un cuarto de siglo antes de las declaraciones de Hasán II, en 1968, el erudito y político conservador británico Enoch Powell fue defenestrado de su partido por haber augurado «ríos de sangre» en la Gran Bretaña futura si no se ponía freno a la inmigración afroasiática. Aunque su prometedora carrera terminó abruptamente a causa de ello, su camarada Margaret Thatcher, recién concluido su mandato presidencial, admitió en 1991 que, aunque quizá lo expresase empleando palabras inadecuadas, Powell había acertado.

Madrid, París, Londres, Niza, Bruselas, Berlín, Manchester… Efectivamente, los ríos de sangre han comenzado a manar.

inglaterra

The children of Merry Old England have always been proud that the bobbies, that emblem of peace and civility of a great nation, are armed only with a whistle. In a traditionally prosperous and peaceful country like theirs, they have been fundamentally dedicated, since its creation two hundred years ago, to help, inform and, almost in the past, maintain order with its simple presence.

If the role of police in the United Kingdom has been described as light, less has been the military, at least at home. For the British, colonizers of a quarter of the planet, never liked to see soldiers in its streets. They preferred to export them. That is why George Orwell was able to write in 1941, with his compatriots mobilized against Hitler’s Germany:

The time is still remembered when the redcoats received boos in the street and the owners of the most respectable public taverns denied entry to the soldiers.

But those days have long been gone so as not to return, because time does not pass in vain on people, societies, politics and technology. And so today we find that after the massacre in Manchester and the threat of new attacks, the police are unable to ensure the safety of citizens and the government has had to deploy the army through the streets. And the same thing happens in a France in a state of emergency for two years.

Will Europe become the prosperous and peaceful continent that has been since the end of World War II? Time will tell, but it seems unlikely as long as this sector of the Muslim world is fanatically determined to impose its order on the rest of the world.

The war that Europe is facing does not resemble any of the many wars that have bloody its soil for centuries, because on this occasion there is no battlefield or enemy deployed in it. To be exact, everything is a battlefield and anyone can be the enemy, an enemy that also has the double advantage of choosing time and place and not mind the loss of life in its action.

Multiculturalism has failed because it is contrary to the nature of man, although too many are still unaware, or rather unwittingly. Already very well-known Muslim voices were announced, such as that of the Moroccan king Hasan II in 1993 on a French television:

Interviewer: Would you want the Muslims to be integrated into France? Are you for or against the principle of integration?

-Hasan II: I would not want in any way to be the object of an attempt at integration, since they will never be integrated.

– «Do you think they will not want to, or will the French reject them?»

-They will not be able to. It would be possible between Europeans, because their world is the same, their religion, etc. European movements throughout history have been between east and west. But this is between continents, and there is nothing to do: they will be bad French.

-«So, you advise against integration?»

– I advise against the Moroccans, who try to change their nationality, because they will never be 100% French, I can assure you.

The king of Morocco had confined himself to finding unacceptable evidence for Western single thinking: that other nationalities included in a passport would always be other community ties of much greater weight and deeper roots. And if the dominant bond is a religion exasperated by political, economic, cultural and theological motives of far-reaching, the consequences are usually explosive. Never better than explosive, unfortunately.

A quarter of a century before Hasan II’s remarks in 1968, British conservative scholar and politician Enoch Powell was ousted from his party for having augured «rivers of blood» in future Britain if no hindrance to Afro-Asiatic immigration . Although his promising career ended abruptly because of this, his comrade Margaret Thatcher, just completed his presidential term, admitted in 1991 that, although he might have put it in inappropriate words, Powell had been right.

Madrid, Paris, London, Nice, Brussels, Berlin, Manchester … Indeed, the rivers of blood have begun to flow.

www.jesuslainz.es

El multiculturalismo es el discurso de la clase dominante / Multiculturalism is the discourse of the ruling class (SPANISH-ENGLISH)

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Por Yolanda Couceiro Morín | Publicado originalmente en La Tribuna del País Vasco

El multiculturalismo es una filosofía política dominante en los medios de comunicación, las universidades y en muchas instituciones públicas determinantes. Dicho de otra manera: el multiculturalismo controla el discurso público, aunque su capacidad de intimidación ante las personas comunes es menor que años atrás. En respuesta a ese retroceso que experimenta la aceptación de esta ideología, ante el rechazo de ese quimérico modelo de sociedad, los multiculturalistas optan por radicalizarse. Diabolizan a sus adversarios a la menor contestación de sus planteamientos. El multiculturalismo está cayendo poco a poco, pero ningún régimen cae sin defenderse.

Pero no estamos ni de lejos ante el fin de la política de las minorías, simplemente porque la mutación demográfica de las sociedades occidentales está ya tan avanzada que no cabe pensar que eso no tendrá consecuencias políticas. La inmigración masiva de las últimas décadas transformará (ya ha transformado) profundamente nuestras sociedades, y hace falta una buena dosis de ingenuidad o de ceguera ideológica para pensar que será para bien. La realidad diaria está aquí para desmentir todo optimismo en lo concerniente a una imposible convivencia pacífica y provechosa con esta marea humana cada día más conflictiva y amenazante.

Los gobiernos se separan mentalmente de la nación. Asistimos a la multiplicación de los comunitarismos que justifican sus reivindicaciones en nombre de los derechos humanos. La asimilación, es decir la integración sustancial a la sociedad de acogida, es una necesidad ineludible. Pero eso se ha vuelto imposible con el multiculturalismo, ya que en nombre de un concepto desviado de «lucha contra las discriminaciones» se han roto los mecanismos que permitían tradicionalmente integrarse a la sociedad de acogida.

El multiculturalisno no sólo es la ideología oficial de la izquierda mundana, sino también de la derecha financiera. La primera siente menguar su poder, aunque sin duda seguirá teniendo por mucho tiempo todavía una verdadera capacidad de intimidación ideológica. El discurso mediático dominante delimita los contornos de lo posible y lo pensable, y sigue formateado por lo políticamente correcto. De ese lado no tenemos que alimentar vanas esperanzas a corto plazo: no estamos en vísperas de ver a los periodistas y los presentadores de televisión de los grandes medios plantear preguntas serias sobre cuestiones candentes que demandan unas respuestas valientes y sinceras.

El tratamiento sistemático de la cuestión de la inmigración y otras «crisis de refugiados» en clave «humanitaria» y sentimental nos deja ver claramente cuán alejados estamos de un vuelco en la actual hegemonía ideológica y mediática. Por otra parte la suma de las reivindicaciones minoritarias en una perspectiva de deconstrucción de las naciones occidentales sigue estando en el corazón de la izquierda multiculturalista, y no vemos que vaya a cambiar.

Las minorías viven en la fantasía (artificialmente creada ex profeso para su consumo) del reino del «macho blanco heterosexual», opresor, misógino, homófobo y racista, por supuesto. En los próximos años, la izquierda inmigracionista, diversitaria, multiculturalista, seguirá con su tarea de destrucción de todas las normas históricas y antropológicas que constituyen nuestra civilización.

Contrariamente a lo que piensan algunos optimistas, que creen que hemos tocado fondo, todavía queda mucho por deconstruir. El bando inmigracionista se ha embarcado en una lógica de erradicación: el «viejo mundo» debe morir para que el mundo soñado nazca. Su guerra contra los «malos» mezcla fanatismo y nihilismo, y nos envía un mensaje claro: lo que algunos quieren conservar del «mundo de ayer» está envenenado por el odio, los estereotipos y los prejuicios. Por lo tanto hay que partir desde cero. El progresismo permanece aferrado a la fantasía de la «tabla rasa».

Los defensores del multiculturalismo están embarcados en un proyecto de destrucción. Pretenden arrasar la sociedad actual para reemplazarla por un conglomerado de etnias y razas, que han de vivir cada cual por su lado, encerradas cada cual en su propio gueto. Esa es la sociedad con la que sueñan: la división en lugar de la unión, la separación en lugar de la unidad, la segregación en lugar de la integración. Cada grupo por su lado, enfrentados todos contra todos en la defensa de sus intereses divergentes, sin ninguna fusión cultural, económica ni social. En este panorama, los distintos grupos étnicos, religiosos y culturales pretenden conservar celosamente sus usos y costumbres aunque estos vayan en contra de las leyes y los valores de los países de acogida.

En las sociedades occidentales, la democracia reconoce el derecho de las minorías, pero también impone una ley común para todos. Ninguna minoría puede pretender que se le otorgue el privilegio de transgredir los derechos duramente ganados a lo largo de décadas y siglos de conquistas sociales. Ninguna minoría puede pretender poner a toda la sociedad de rodillas ante unas reivindicaciones que exigen nada menos que desandar el largo camino de progreso logrado y volver a un pasado de discriminaciones, desigualdad entre hombres y mujeres y oscurantismo religioso y cultural.

Es tiempo de que los hombres y las mujeres de Europa tomen consciencia de los peligros actuales, hagan oír su voz y se enfrenten a esos grupos minoritarios (pero muy poderosos) que quieren transformar nuestros países en unas sociedades medievales y arcaicas.

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ENGLISH

Multiculturalism is a dominant political philosophy in the media, universities and in many public institutions that are decisive. Put another way: multiculturalism controls public discourse, although its ability to intimidate ordinary people is less than years ago. In response to this decline in acceptance of this ideology, faced with the rejection of this chimerical model of society, multiculturalists opt to radicalize. They diabolize their opponents to the smallest answer of their approaches. Multiculturalism is falling slowly, but no regime falls without defending itself.

But we are nowhere near the end of minority politics, simply because the demographic mutation of Western societies is so advanced that it can not be thought that this will have no political consequences. The massive immigration of the last decades will (and has already transformed) our societies deeply, and it takes a good dose of naivety or ideological blindness to think that it will be for the better. The daily reality is here to deny all optimism regarding an impossible peaceful and profitable coexistence with this human tide more and more conflictive and threatening.

Governments are mentally separated from the nation. We witness the multiplication of communitarianisms that justify their claims in the name of human rights. Assimilation, ie substantial integration into the host society, is an inescapable necessity. But this has become impossible with multiculturalism, because in the name of a deviant concept of «fighting against discrimination», the mechanisms that traditionally allow the integration of the host society have been broken.

The multiculturalism is not only the official ideology of the worldly left, but also of the financial right. The former feels its power diminishing, although it will undoubtedly continue to have for a long time still a true capacity for ideological intimidation. The dominant media discourse delimits the contours of the possible and the thinkable, and is still formatted by the politically correct. On that side we do not have to feed vain hopes in the short term: we are not on the verge of watching journalists and TV presenters from the mainstream media raise serious questions about burning issues that demand brave and sincere answers.

The systematic treatment of the issue of immigration and other «refugee crises» as a «humanitarian» and sentimental clue clearly shows how far we are from a reversal in the current ideological and mediatic hegemony. On the other hand the sum of the minority claims in a perspective of deconstruction of the western nations remains at the heart of the multiculturalist left, and we do not see that it will change.

Minorities live in the fantasy (artificially created for their consumption) of the realm of the heterosexual white male, oppressive, misogynist, homophobic and racist, of course. In the coming years, the immigrant left, diversified, multiculturalist, will continue with its task of destroying all the historical and anthropological norms that constitute our civilization.

Contrary to what some optimists think, who believe that we have bottomed out, there is still much to deconstruct. The immigrant side has embarked on a logic of eradication: the «old world» must die for the dream world to be born. Their war against the «bad guys» mixes fanaticism and nihilism, and sends us a clear message: what some want to keep from the «world of yesterday» is poisoned by hatred, stereotypes and prejudices. So you have to start from scratch. Progressivism remains attached to the fantasy of the «shallow table».

Defenders of multiculturalism are embarking on a project of destruction. They aim to destroy the present society to replace it with a conglomeration of ethnic groups and races, who have to live each one by their side, each enclosed in its own ghetto. That is the society with which they dream: division instead of union, separation rather than unity, segregation rather than integration. Each group on its side, faced all against all in the defense of their divergent interests, without any cultural, economic or social fusion. In this context, different ethnic, religious and cultural groups are anxious to preserve their customs and customs even if they are contrary to the laws and values of the host countries.

In Western societies, democracy recognizes the right of minorities, but also imposes a common law for all. No minority can claim to be granted the privilege of transgressing rights harshly gained over decades and centuries of social conquest. No minority can claim to put the whole society on their knees before demands that demand nothing less than to retrace the long road of progress achieved and return to a past of discrimination, inequality between men and women and religious and cultural obscurantism.

It is time for the men and women of Europe to become aware of the current dangers, to make their voice heard and to confront those (but very powerful) minority groups who want to transform our countries into medieval and archaic societies.

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ISLAM : 1 – 0 : EUROPA (Spanish-English)

NO HAY MARCHA ATRÁS, SUECIA NUNCA VOLVERÁ A SER LO QUE ERA

Por: DORAMAS

https://youtu.be/gbCOe496s5k

ETNOMASOQUISMO


El etnomasoquismo, también conocido como etno-nihilismo o endofobia, es la creencia de que el pueblo al que uno pertenece (principalmente se da entre europeos) es inferior y fundamentalmente malo por naturaleza, pero también el responsable obligado de todas las guerras y de todas las desgracias del mundo. El etnomasoquismo intenta ser sustentado y justificado sobre la colonización, la esclavitud, las guerras mundiales, la bomba atómica, la guerra de Vietnam, Irak, etc.

El etnomasoquismo es fomentado por los medios de izquierda y pesa sobre la conciencia de la derecha que, aunque en desacuerdo, padece de un complejo, buscando por consiguiente justificarse y presentar pruebas de buena fe, haciendo concesiones en todas las materias, particularmente sobre los problemas de inmigración y de las costumbres. Una vez que la economía es su preocupación principal, la derecha prefiere sacrificar asuntos que cree menos importantes para tener paz.

Las noticias en Suecia, no dejan a nadie sorprendido, 
 
LOS POLICÍAS SUECOS ABANDONAN Y PIDEN LA BAJA
 
LOS POLÍTICOS SUECOS, DESARMAN A LA POLICÍA Y DEJAN LAS CALLES EN MANOS DE LA INMIGRACIÓN ISLAMISTA
 
SUECIA SE ENFRENTA A UN CAOS SOCIAL, ECONÓMICO Y POLÍTICO
 
«Niño refugiado» Hayat admite: Mentí – es en realidad un hombre afgano de 23 años de edad
Mohamed amenaza con huir a Lituania: 
«Las subvenciones son demasiado bajas en Suecia»


Propaganda etnomasoquista en Suecia


Un anuncio de la televisión estatal sueca elaborado por una organización benéfica respaldada por el Gobierno ha instado a los ciudadanos a aceptar que el país escandinavo

«nunca volverá a ser lo que era antes»
 y a que encuentren una manera de 
«convivir» 
con el creciente número de inmigrantes y refugiados.


El vídeo, de 75 segundos de duración, se titula ‘El nuevo país’ y muestra las caras sonrientes de diferentes perfiles raciales y étnicos. Una voz dice: 


«Los nuevos suecos reclamarán su espacio y traerán su cultura, idioma y costumbres y es el momento de verlo como una fuerza positiva».
«No hay vuelta atrás», 
 
agrega el anuncio.
Además, la grabación pide a los habitantes del país escandinavo «convivir» con los recién llegados y «construir un país en el que apartemos el miedo y el odio.»
El anuncio es obra de la organización benéfica sueca Individuell Manniskohjalp (Alivio Individual), que forma parte del Consejo sueco de recaudación de fondos –al que respalda el Gobierno–, según el portal local Fria Tider.

La publicidad televisiva ha provocado tantos comentarios negativos en la red social Twitter que la organización se ha visto obligada a disculparse y afirmar que no pedía a los suecos que renunciaran a su cultura, sino que promueve una «integración mutua». No lo entiendo, «VIENE UNO DE FUERA A MI PAÍS Y YO ME TENGO QUE INTEGRAR A ÉL, A SABIENDAS DE QUE ÉL NO SE VA A INTEGRAR»
Se negó a llevar el velo y fue violada por su pareja
«Literalmente se publicita el Genocidio a los Blancos. Suecia necesita a los refugiados: ¿Y qué pasa con los que construyeron esta nación?», escribió un usuario.

Cerca de 200.000 refugiados llegaron a Suecia el año pasado, el mayor porcentaje por habitante de Europa. Las encuestas muestran que solo el 13% de la población cree que deben aceptarse más inmigrantes.


A todos los JEFES DE ESTADO EUROPEOS, debo recordarles lo que le está ocurriendo al JEFE DE ESTADO SUECO:


«CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO,

 VEAS CORTAR,

 PON LAS TUYAS A REMOJAR»

inglaterra

ENGLISH VERSION

NO REVERSE, SWEDEN NEVER BE WHAT IT WAS.

ETNOMASOQUISMO

The etnomasoquismo, also known as ethno-nihilism or endophobia, is the belief that the people to which one belongs (mainly one between Europeans) is lower and fundamentally evil by nature, but also must be responsible for all the wars and all the world’s misfortunes. The etnomasoquismo tries to be supported and justified on colonization, slavery, world wars, the atomic bomb, the Vietnam War, Iraq, etc.

The etnomasoquismo is fostered by the media left and weighs on the conscience of the right, although disagree, suffers from a complex, seeking therefore justified and present evidence of good faith, making concessions in all subjects, particularly on issues immigration and customs. Once the economy is their main concern, right rather sacrifice issues that create less important to have peace.

The news in Sweden, do not leave anyone surprised,

POLICEMEN SWEDISH LEAVE AND ASKED THE GROUND.

THE SWEDISH POLITICAL, DISARM THE POLICE AND LEAVE THE STREETS IN HANDS OF IMMIGRATION ISLAMIST.

SWEDEN TAKES ON A SOCIAL, ECONOMIC AND POLITICAL CHAOS

«Child refugee» Hayat admits: I lied – is actually a Afghan man 23 years old

Mohamed threatened to flee to Lithuania: «The subsidies are too low in Sweden»

Propaganda etnomasoquismo in Sweden

An announcement from the Swedish state television made by a charity backed by the government has urged citizens to accept that the Scandinavian country

«It will never be what it was before» and to find a way to «coexist» with the growing number of immigrants and refugees.

The video, lasting 75 seconds, is entitled ‘The new country’ and shows the smiling faces of different racial and ethnic profiling. A voice says:

«The new Swedish reclaim their space and bring their culture, language and customs and it is time to look at it as a positive force.»

«No turning back,» 

adds the announcement.

In addition, recording calls on the inhabitants of the Scandinavian country «coexist» with newcomers and «build a country where fear and turn away hatred.»

The announcement is the work of the Swedish charity Individuell Manniskohjalp (Individual Relief), part of the Swedish Council -at raising funds supporting the government-, according to the local portal Fria Tider.

Television advertising has caused many negative comments on the social network Twitter that the organization has been forced to apologize and say that the Swedes did not ask renounce their culture but promotes a «mutual integration». I do not understand, «COME OUT TO ONE OF MY COUNTRY AND I HAVE TO INTEGRATE HIM KNOWING THAT HE IS NOT GOING TO INTEGRATE»

He refuses to wear the veil and was raped by her partner
He refuses to wear the veil and was raped by her partner

«Literally Genocide advertised the White Sweden needs to refugees. And what about those who built this nation,?» wrote one user.

About 200,000 refugees arrived in Sweden last year, the highest rate per capita in Europe. Surveys show that only 13% of the population believe they can accept more immigrants.

To all HEADS OF STATE EUROPEANS I must remind you what is happening to CHIEF OF SWEDISH:

«When your neighbor’s beard, YOU LOOK cut, put yours to soak»

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Giovanni Sartori: «El islam es incompatible con Occidente»

Giovanni Sartori, Premío Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2005 – A. García

POR: ÁNGEL GÓMEZ FUENTES para ABC

«Estamos en manos de políticos ignorantes, que no conocen la Historia ni tienen cultura. Solo se preocupan por conservar su sillón. Pasan el día escuchando la opinión del contrario y pensando en qué respuesta darle. Así no se construye nada. No hay líderes ni hombres de Estado y así nos va:la Unión Europea es un edificio mal construido y se está derrumbando. La situación se hace más desastrosa porque algunos han creído que se podían integrar los inmigrantes musulmanes, y eso es imposible».

En esta larga entrevista, Giovanni Sartori, de noventa y dos años, uno de los mayores expertos en ciencia política, entre los más leídos y estudiados del mundo -con obras de referencia imprescindibles como«Partidos políticos» o «Teoría de la democracia»-, analiza con lucidez los asuntos de más candente actualidad: inmigración, Europa, islam,multiculturalismo,xenofobia, guerra de religión, superpoblación, etcétera.

Ideas proféticas

Profesor en Florencia, su ciudad natal, y en Stanford, Harvard, Yale y Columbia, con nueve «laureas honoris causa» y numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (2005), ha escrito con estilo vivaz y muy directo ensayos que han abierto grandes debates: «Qué es la democracia» (1997); «La sociedad multiétnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros» (2001); »Homo videns: la sociedad teledirigida» (1998). Publicó su último libro en junio pasado: «La carrera hacia ninguna parte. Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro».

Por sus diagnósticos y severas críticas sus obras fueron recibidas al principio con recelo; pero muchas de sus ideas y pronósticos se han revelado proféticos. Por eso, no le sorprende que, en un exceso de tolerancia que supuso «renegar de nuestra cultura», media docena de estatuas desnudas fueran cubiertas en los Museos Capitolinos de Roma para no molestar al presidente de Irán, Hasan Rohani. «Fue una payasada, reflejo de un mundo imbécil que hace solamente lo que encuentra útil y conveniente al momento. Uno tiene derecho a que se respeten sus principios y tradiciones».

Falta de respeto

Puede considerarse una anécdota, pero es un episodio significativo, como otros que se han sucedido en el último mes y que reflejan que están cambiando mucho las cosas en Europa, sobre todo en relación con la inmigración, que desborda las fronteras del continente y pone en evidencia la dificultad de integrar a los inmigrantes musulmanes, por su falta de respeto a valores muy arraigados en la cultura europea, como son la tolerancia y la igualdad entre el hombre y la mujer.

descrpciónEn Fin de Año se produjeron en Colonia, y en otras dos ciudades alemanas,agresiones sexuales de casi un millar de jóvenes árabes, en su mayoría marroquíes y argelinos, a mujeres que encontraron en su camino. La noche que inauguraba 2016, en el país que ha abierto generosamente las puertas a casi un millón de prófugos de Oriente Medio y de otras zonas en guerra, quedaba manchada por lo que se ha considerado un gravísimo episodio de enfrentamiento de dos civilizaciones. Se ponía de manifiesto que la relación del islam con las mujeres es un asunto devastador y que existe un abismo cultural insalvable entre la Europa rica y liberal y algunos de países árabes. Los datos lo confirman: según una encuesta realizada por el centro de investigación Pew en 2013, más del 90 por ciento de marroquíes y tunecinos piensan que la esposa debería obedecer siempre al marido.

Para comprender mejor lo que representa la mujer en el mundo de Alá y por qué es agredida sexualmente, el escritor argelino Kamel Daoud da esta explicación: «La mujer es negada, velada, encerrada, poseída. El cuerpo de la mujer pertenece a todos, pero no a ella, y no es visto como lugar de libertad».

¿Es posible entonces que un inmigrante, educado en una cultura o una religión distinta de la nuestra, como el islam, se pueda integrar, negando los principios que forman parte de su educación, de su sensibilidad? Para el profesor Sartori la integración ético-política es imposible: «El islam es incompatible con nuestra cultura. Sus regímenes son teocracias que se fundan en la voluntad de Alá, mientras que en Occidente se fundan en la democracia, en la soberanía popular».

Sentido común

¿Qué significa integrarse? Angela Merkel lo ha dicho claramente: «Queremos que los inmigrantes absorban los fundamentos culturales de nuestra convivencia»; es decir, el sistema de valores, de reglas y de comportamientos que rigen entre nosotros. Tal proyecto está en contradicción con la idea del multiculturalismo que se ha intentado imponer en Occidente, siguiendo la línea de lo políticamente correcto. Ese multiculturalismo se basa en que en una sociedad puedan convivir sin problemas culturas diversas. Según Giovanni Sartori, eso es imposible: «El multiculturalismo no existe. En nuestra sociedad tenemos unas normas generales, unos principios. El inmigrante puede hacer en su casa lo que quiera, pero debe aceptar las reglas de el Estado que le acepta».

A este respecto, cabe destacar al imán de Colonia Sami Abu-Yusuf, quienislamsharia en una entrevista declaró que la responsabilidad de las violencias sexuales de Nochevieja no se debían atribuir a los jóvenes, sino a las mujeres que iban por la calle medio desnudas y perfumadas. El imán lleva decenios en Alemania, pero no ha dado un solo paso hacia la cultura que le ha acogido, mostrándose como un invasor arrogante. ¿Se puede dialogar con un troglodita que ve un demonio en la feminidad? El profesor Sartori lo tiene muy claro: «A quienes no están dispuestos a aceptar nuestras normas, se les debe colocar en la frontera para que se marchen a su casa».

Giovanni Sartori esta considerado como un liberal progresista. Cuando le digo que desde la izquierda le pueden reprochar sus ideas, o verlo como xenófobo o conservador, responde con firmeza: «La izquierda ha perdido su ideología. Utilizan la palabra multiculturalismo como una nueva ideología, porque la vieja ha muerto. Pero no tienen ni idea. No saben lo que es el islam. Son unos ignorantes. A mí no me importa la derecha o la izquierda, sino el sentido común».

Refugiados africanos son conducidos a tierra tras ser rescatados por la Armada italiana el 8 de junio de 2014- Massimo Sestini

La integración de musulmanes en sociedades no islámicas no se ha logrado porque, asegura, «el islam no tiene capacidad de evolución». Cita, por ejemplo, a la India, «donde hay 14 millones de musulmanes, muy pobres y maltratados; después de mil años, resisten sin integrase, enemigos eternos de los hindúes». Y ya más cerca, el profesor Sartori recuerda lo que ocurre en los países europeos: «Los musulmanes de tercera generación no solo no se han integrado, sino que son los más rebeldes. Odian a Occidente porque no tienen trabajo y muchos se sienten atraídos por el islam fanático».

En peligro

La inmigración actual se está produciendo sin un flujo ordenado, porque, aparte de la que tiene motivaciones económicas, es fruto de guerras. Ante la suspensión de los acuerdos de Schengen en algunos países hasta ahora muy favorables a la inmigración, como Dinamarca o Suecia, Sartori indica: «No se puede practicar una política de puertas abiertas, como ingenuamente cree alguna izquierda. Está bien hablar de solidaridad, porque los inmigrantes pueden ser un elemento positivo para nuestra economía, pero los flujos migratorios hay que regularlos. Quien entra en Europa debe tener documentos, una identidad segura».

En definitiva, sostiene Sartori que «Occidente y sus valores están en peligro porque no se está dando una respuesta adecuada al fundamentalismo islámico». Hace ya quince años que, en el «Corriere della Sera», Sartori afirmó que estábamos asistiendo a «una guerra inédita con cuatro características: terrorista, global, tecnológica y religiosa». Hoy lo reafirma con más fuerza, viendo el terrorismo del Daesh: «En una guerra hay que emplear todas las armas que uno tiene a su disposición. Nosotros, Occidente, somos los agredidos, con un terrorismo de una ferocidad que nuestra memoria histórica no recuerda. Además, cuando un hombre-bomba,kamikaze por la fe, se hace explotar en medio de civiles, el enfrentamiento ha llegado al máximo».

«Aparte del componente militar, que es importante, pero secundario, es una guerra que se gana o se pierde en casa -añade-. Se vence si sabemos reaccionar ante la pérdida intelectual y moral en que hemos caído. Y se pierde si dudamos o nos olvidamos de nuestros valores que dan fundamento a nuestra civilización ético-política». ¿Y cómo acabará? Su respuesta no es muy reconfortante: «Veremos. Este es un mundo que se está suicidando».

Sartori está escribiendo la segunda parte de «La carrera hacia ninguna parte», ensayo para el que pensó otro título, «La carrera hacia la ruina». «Caminamos sin ideas sobre cómo progresar con tantos como somos, demasiados…», dice. Precisamente, «la superpoblación es el cáncer de fondo de nuestra sociedad». Es una de sus grandes preocupaciones, a la que dedicó «La tierra explota, superpoblación y desarrollo» (2003).

Especialmente crítico con la Unión Europea, asegura: «Es un monstruo. La Europa de los 28 es una entidad muerta, no existe. No es capaz ni de parar la inmigración. En mi nuevo libro aporto soluciones: Europa necesita un presidente experto en economía».

El «tranquilismo»

«Yo soy realista y tengo un lema muy claro -explica-: el pesimismo es peligroso si nos lleva o induce a la rendición; el mal lo hace el optimismo o el “tranquilismo” que conducen a no hacer nada».

No se siente solo el profesor Sartori desde el punto de vista intelectual. Coincide con su duro diagnóstico europeo el sociólogo francés Alain Touraine, que acaba de recibir en Italia el Premio Nonino como «maestro de nuestro tiempo»: «Los países europeos son hoy incapaces de integrarse completamente en la economía mundial y globalizada. Acabo de volver de California y me ha impactado, hablando con los americanos, que para ellos el mundo de mañana se refiere solo a EE.UU. y China. Han abandonado Europa. No nos toman en serio. Para ellos somos solamente un destino para sus vacaciones».

Desde el punto de vista sentimental, Sartori siempre tiene cerca, también durante esta conversación, a su mujer, Isabella Gherardi, pintora y fotógrafa, de la que le separan «solo» treinta y nueve primaveras. ¿La receta de la convivencia? «Buen humor y no preocuparse por el paso del tiempo». Así concluye la entrevista el viejo y sabio profesor, que ha sembrado cultura política en la derecha y la izquierda, y que todavía tiene mucho que enseñar: «Al menos espero acabar este libro. Después, basta. No soy infinito».

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La integración no es la respuesta al terrorismo musulmán – Daniel Greenfield

No es la integración cultural, es la desintegración religiosa.

Por: Daniel Greenfield

Daniel Greenfield, miembro Shillman de periodismo en el Centro de la Libertad, es un escritor de Nueva York centrado en el Islam radical.

Hay una famosa foto de Anjem Choudary, la cabeza de múltiples organizaciones prohibidas de llamada para imponer la ley islámica en el Reino Unido, cuyo seguidor fue el responsable de la decapitación de Lee Rigby, emborrachandose como un joven estudiante de derecho. Sua amigos recuerdan a “Andy” fumar marihuana y tomar LSD, durmiendo alrededor y de fiesta todo el tiempo. Andy estaba muy bien integrada, pero aún así se convirtió de nuevo en Anjem.

Mientras proliferan zonas segregadas musulmanas,   de zonas en las que Inglés, francés u holandés es el idioma extranjero, es un problema importante y un error pensar que la “integración” resuelve el terrorismo islámico.

No es así.

Los hermanos Tsarnaev que llevaron a cabo los atentados del maratón de Boston parecían integrados. Nadie notó nada malo con Syed Rizwan Farook, el tirador de San Bernardino, o Faisal Shahzad, el terrorista de Times Square. No estaban al acecho en una zona prohibida. Tenían amigos americanos, y la posibilidad de una educación y carrera si  querían. Pero no quisieron. Y ese es el punto.

Bilal Abdullah era un médico de origen británico que intentó llevar a cabo un ataque terrorista en el aeropuerto internacional de Glasgow. Él no era un marginado, sin trabajo o desesperado. Él tenía una causa.

Un buen número de conversos se han convertido en terroristas musulmanes. Si la integración fuera el problema, muchos convertidos al Islam blancos no estarían intentando unirse con ISIS o planear ataques terroristas como Don Stewart-Whyte, que se convirtió al Islam y planeó hacer estallar aviones encabezados del Reino Unido a los EE.UU.. Junto con su amigo Oliver Savant, el hijo de un padre iraní y madre británica secular, quienes son la razón por la cual no se puede llevar líquidos en un avión.

El terrorismo musulmán no es causado por un fallo en la integración fallado sino por una desintegración consciente. Lo que a menudo se describe como “radicalización” es realmente una opción de los musulmanes “integrados” para convertirse en religiosos y actuar de acuerdo a sus creencias. hombres musulmanes que anteriormente vestían de manera informal comienzan a dejarse la barba y vestir con atuendo salafista. Ellos conscientemente rechazan lo que la sociedad occidental les ofrece porque han elegido el Islam en su lugar.

Los terroristas islámicos no han sido alienados por nuestro rechazo. Defienden un credo extraterrestre que nos rechaza.

El debate sobre el terrorismo islámico está empantanado por la negativa a nombrar y entender lo que es. ISIS no es una forma de “nihilismo” que los musulmanes europeos recurren a después de haber sido alienados por el racismo y llevados a la desesperación por la falta de trabajo. Es un sistema alternativo que se basa en más de mil años de la religión y la cultura islámica. No es una opción negativa, sino una positiva. No es un acto de desesperación, sino de esperanza.

La integración social, lingüística y cultural no detendrá el terrorismo islámico. Puede evitar que algunos casos y acelerar otros. Pero no es el factor principal. Es la religión. La integración cultural no hará muchas diferencia ante la desintegración religiosa.

Este tipo de integración es el verdadero problema. Algunos de los peores yihadistas están culturalmente integrados y religiosamente desintegrados.  Hablan el idioma nativo con fluidez. Ambos están íntimamente familiarizados con la cultura popular. Se mueven fácilmente entre la población nativa. Es su sistema de creencias que es fundamentalmente desintegrador y cuyas exigencias no se pueden integrar sin una guerra civil.

Sus opciones no son un referéndum sobre nuestra sociedad. Lo que hacen en respuesta es su terrorismo.

El problema no es económico. No es lingüística. No se trata de la alienación o el racismo. Se trata de la religión. Y Europa no se siente cómodo con la religión. Se supone que la religión no es política, pero en el Islam, la política es, en cambio religiosa. Europa plantea sin pensar en cómo se puede integrar el Islam como una religión. En su lugar se ha basado en el supuesto de que todas las religiones son básicamente iguales y que los objetivos y las ideas del Islam por lo tanto son intercambiables con las de los católicos, luteranos, Judios y cualquier otra persona.

Cada ataque terrorista islámico envía el mensaje de que sus ideas y objetivos no son intercambiables.

Europa se enfrenta al desafío de la integración cultural. Pero la desintegración cultural no es volar aeropuertos o pasos subterráneos. Es la desintegración religiosa. Representa la desintegración cultural de la delincuencia, los disturbios y el desempleo. En ocasiones se alimenta el terrorismo islámico, pero la violencia ideológica es una aspiración. Sa practica generalmente por miembros de la clase media con dinero,  tiempo libre y mucha autoestima.

Al igual que el terrorismo de izquierda, el terrorismo islámico se basa en la realización de un conjunto de ideas acerca de lo que el mundo debería ser. Estas ideas ya están incrustados en la visión del mundo de todos los musulmanes en algún grado. Este no es un choque de civilizaciones o incluso culturas. Es un choque entre la política y la religiosa.

La Señora Federica Mogherini de la UE afirma que “el Islam pertenece a Europa …. No tengo miedo de decir que el Islam político debe ser parte de la imagen.” Mogherini supone al Islam político como una organización de bienestar social con un campanario, al igual que el resto de las religiones políticas de Europa. Pero el Islam político es teocracia. Y Europa nunca fue capaz de integrar la teocracia. En su lugar, se cubrió con el nacionalismo y el socialismo.

La Europa secular ha olvidado lo que es la religión. La religión es la pasión, convicción y la redención. No es algo que de vez en cuando vive en los fines de semana. Transforma su vida y su visión del mundo.

¿Cómo se integra esto? ¿Lo haces con cursos de idiomas, capacitación para el trabajo y una palmada en la espalda?

El terrorismo islámico es lo que sucede cuando los musulmanes “tienen” la religión. No como una ocasional variedad casual, sino como un fundamental tipo de transformación. La integración supone que una vez que Mahoma esta en la universidad, el consumo de cerveza no va a decidir repentinamente a la Yihad su camino a través de Europa. Pero hay un montón de ejemplos que muestran como una defensa pobre y vacilante va en contra del renacimiento de una convicción religiosa.

La integración cultural es un problema, pero el problema real es la integración filosófica. El verdadero desafío no está en la integración lingüística, sino en la integración de las ideas. Y es imposible hacer eso sin tener en cuenta lo que el Islam es en realidad y lo que cree. El Islam no es el luteranismo con más árabismo. El Islam político no es un comedor y un cubo de la ropa usada. Es una convicción de que el mundo está enfrascado en una lucha titánica entre el Islam y los infieles, las fuerzas de la luz y la oscuridad, lo que hay que ganar a cualquier precio.

¿Cómo se puede integrar una ideología que está convencida de que los sistemas políticos no musulmanes son malos en Europa? ¿Con vídeos explicativos a utilizar para advertir a Ahmed de Siria que no debería poner bombas en la estación de tren a pesar de que su religión le manda a luchar contra los infieles? ¿Qué trabajos vamos a utilizar para inducir a Abdul a abandonar su ferviente creencia de que todo el mundo debe vivir bajo la ley islámica?

Sanctimony y la negación no desenredada este nudo gordiano ni Ninguna ONG, el Islam en otra cosa. La integración cultural no transformará los musulmanes en los no musulmanes. Todo lo que hace es mantenerlos en conflicto e inseguros. Y es por eso que los de las segundas generaciones, culturalmente integrados, musulmanes que van a los bares, se llaman Andy o Mo, venden drogas, van a la universidad, acaban tomando un desvío hacia Siria para volver con planes de bombas y grandes planes para transformar Europa en un estado islámico.

La integración cultural solo cumula un conflicto con el Islam. Algunos musulmanes responden a ella abandonando el Islam, otros abrazándolo. Si somos capaces de reconocer esto, entenderemos que la integración se ha convertido en una bomba de tiempo.

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La imposible integración.

¿Quienes son los intolerantes? Protesta contra el símbolo de la cruz en la bandera de suiza
¿Quienes son los intolerantes? Protesta contra el símbolo de la cruz en la bandera de suiza

Tras los procesos de descolonización transcurridos desde el final de la II Guerra mundial hasta los años 70 y la pérdida del “Sahara español” Europa y fundamentalmente los países de influencia francófona acogieron a miles de musulmanes. Alemania, tras la sangría de la II Guerra no tenía hombres e importó mano de obra. Los países nórdicos como Suecia y Dinamarca también iniciaron una política de acogida de inmigración proveniente de países del Magreb.

Esas comunidades islámicas que se quedaron no han realizado un proceso de adaptación cultural. Cómodamente instaladas en nuestro sistema legal, liberal y garantista, se han mantenido fieles a su cultura islámica floreciendo demográficamente (el aborto está prohibido en su ley) apoyadas por las abundantes ayudas estatales. Hoy ya están en la 3ª generación y son ciudadanos europeos de pleno derecho.

“Europa, culpable de los desastres de la colonización” es el axioma que sigue enquistado en las conciencias europeas del mismo modo que ocurrió con el ensañamiento en la conciencia española de la ingrata y mentirosa leyenda negra, que jamás hizo justicia a una realidad; en España jamás hubo colonias, aquellos territorios eran el “Plus Ultra”, eran España. Como muestra un botón: Simón Bolívar el libertador fue constituyente de “la pepa”.

Bajo ese síndrome de Estocolmo, fomentado por los enemigos de nuestras libertades, que como legado dejó la terrible persecución hebrea practicada por siglos (especialmente en la “Shoa”) europa se decidió a intentar el multiculturalismo e integrar, permitiendo a su vez que ideologías totalitarias (a excepción del nazismo) habiten entre nosotros, concurran a las elecciones y pervivan en nuestro desarrollado modelo de civilización, hasta ponerlo en riesgo. Me refiero al Marxismo-leninismo (Cuba, Venezuela, Podemos, ETA, ERC) y al islam integrista.

Se perpetúan, se difunden, se financian y se propagan en las democracias pervirtiendo las instituciones, los impuestos, y hasta la terminología más básica. Personas que aplauden a dictadores mientras levantan el puño en alto se hacen llamar demócratas, señalando a quien discrepa de sus ideas fracasadas mientras justifican y aplauden a organizaciones terroristas cuyo balance en víctimas es aterrador.

Estos credos totalitarios no pueden ni un dia mas pervivir alimentándose del adanismo europeo, regadas con los impuestos de quienes ambicionamos una sociedad próspera, en convivencia y en paz. Sin integrarse, pretenden imponer a los países de acogida sus costumbres culturales reglamentadas bajo un código, sea el ateísmo comunista o el del Corán, cuya aplicación legal, la sharia, obligo a las naciones árabes a rechazar la firma de la carta de los derechos humanos de la ONU. Y sin derechos humanos los ciudadanos europeos no concebimos la civilización, ni opción alguna a una convivencia fértil.

Las leyes y progresos que la civilización judeo-cristiana nos legaron, hoy son puestos en cuestión desde estas criminales ideologías que manipulan nuestro imperfecto pasado, un pasado que no admite comparación frente a los modelos totalitarias que ellos promueven, fracasadas allí donde se pusieron en práctica. Pretenden criticarnos, reformarnos e imponernos sus ruinosas tesis, desde la crítica de muestras evidentes imperfecciones, nimiedades corregibles ante los desastres ocasionados por quienes nos atacan, que se alzan, moralizandonos, empleando como púlpito de su demagogia nuestros errores como axioma de nuestra decadencia.

946969_215832031919352_1311291457_nY mientras nos llaman decadentes, las elites islámicas o comunistas viajan a occidente para formarse, estudiar o residir, en un cinismo que va desde las riquísimas monarquias arabes que rechazan auxiliar a los refugiados, a esas repúblicas comunistas como venezuela, que dejan morir de hambre a sus compatriotas mientras sus elites envían a sus expolios a suiza o sus hijos a EE.UU de vacaciones, a vestirse, comprar o estudiar humanidades.

La única decadencia que destruirá a Europa nace del abandono de nuestros valores, nuestras convicciones, nuestras leyes y nuestro modelo de convivencia, basado en el respeto, la libertad y la ley. Nuestra capacidad de crítica, fuente de nuestro saber, puede ser también el fin de nuestra civilización si no sabemos discernir entre la critica sana que nos hizo crecer, de los maldicientes complejos que nacen en la malsana denuncia de nuestros errores, magnificados por quienes nos odian y buscan nuestra perdición.

Por eso, quien pretende destruir nuestras reglas morales, leyes y éticas ha de irse, y su condición de ciudadanía restringirse o anularse, sin tener en cuenta su raza, lugar de nacimiento o credo. Tras los atentados de Bruselas y con carácter urgente hay que cerrar todas las mezquitas y las escuelas coránicas en Europa en las que se predique el odio y la yihad. Nuestro futuro y nuestras libertades dependen de ello.

“por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida” Cervantes 

Verdades que ofenden.

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Muchos europeos apoyarían una expulsión masiva de los musulmanes que no se integran y agreden la cultura europea

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Las encuestas detectan un crecimiento exponencial del rechazo de los europeos a los musulmanes, a los que acusan de invadir Europa con ánimo destructivo y espíritu predador. Cada día son mas los que creen que los musulmanes que no se integran y que agreden la convivencia y la cultura europeas deberían ser expulsados.

He recibido anónimamente, vía Internet, una carta que refleja ese rechazo europeo al abuso musulman. Es una carta dura y tiene aspectos de dudosa objetividad, pero representa un alegato contra esos musulmanes que llegan a Europa y España con espíritu negativo, sin voluntad de integración, mas para aprovecharse de las libertades y derechos que para aportar, en algunos casos mas para delinquir y abusar que para trabajar. Europa y España padecen una invasión musulmana que aporta poco o nada a la cultura europea. Muchos de esos inmigrantes proceden de países donde sus autoridades prohíben practicar las religiones cristianas y donde algunos mulás extremistas recomiendan y logran que los cristianos sean asesinados. Ya va siendo hora de que alguien les grite la verdad: o se integran y aportan al esfuerzo colectivo, o se marchan; o sus países practican la reciprocidad, o no habrá permisividad en los países europeos para construir escuelas coránicas ni mezquitas. Ya está bien de cobardía española y europea y de abuso invasor.

La carta es la siguiente:

Mohamed, Mouloud, Abdelkader y compañia. Ustedes viven denunciando en España las continuas ofensas a su religión, las críticas injustas a sus costumbres y modo de vida, las discriminaciones que padecen, las condiciones penosas en las que viven, el rechazo que experimentan, las agresiones diarias que sufren a mano de los españoles, y un sinfín de penurias e injusticias que son el pan (o mejor dicho el cuscús) diario de los buenos musulmanes en la tierra de sus antepasados, Al-Ándalus. Denunciáis todo esto y señaláis con el dedo acusador a los culpables de tantos atropellos contra los seguidores de la verdadera fe: los racistas españoles, los antiislámicos que usurpan vuestra arrebatada propiedad, los odiadores islamófobos.

¡Tienen ustedes toda la razón! Cada día los españoles son más racistas. Cada día son más los infieles que dicen estar hartos de lo que llaman malintencionadamente “la invasión musulmana”, los que despotrican contra la “islamización” de España. Os acusan de manera maliciosa de ser los principales culpables de los altos índices de delincuencia y criminalidad que afectan al país. Os señalan como los responsables de la rápida y creciente degradación de barrios y pueblos donde os habéis instalado. Se muestran molestos e intolerantes con la presencia de vuestras mujeres cubiertas de la cabeza a los pies empujando carritos llenos de hijos por las calles.

Os culpan de la saturación de los servicios públicos, de las colas en los hospitales. Os ponen trabas para que podáis traer a vuestros familiares, parientes, vecinos y amigos a esta tierra que es la vuestra. Os exigen que os amoldéis a las leyes y las costumbres del país, y tantas cosas más…

¡Cuanta razón tienen ustedes de quejarse y de denunciar en voz alta esta situación intolerable, que humilla la conciencia humana y evidencia la hipocresía de los supuestos valores cristianos y democráticos de los españoles! Señores, deben denunciar este racismo en las más altas instancias del país, en el Congreso de los Diputados, en los ayuntamientos, ante las ONGs, en las calles si es menester.

Pero haríais mejor aun yendo a vuestros países de origen para informar de esta situación a vuestros compatriotas, que todavía son libres y se encuentran fuera del alcance del racismo que padecen ustedes aquí. Debéis alertar a los miles, centenares de miles y millones de magrebíes y de musulmanes de todos los rincones de la tierra que están listos para ceder al espejismo de las bondades del sistema occidental y que corren el peligro de caer en la trampa horrible que les tienden los racistas españoles.

Señor Rachid, dígale esto a sus hermanos, a sus primos, a sus mujeres, a sus hijos, a sus vecinos que sueñan inocentemente con venir a sufrir lo que sufren ya otros como ustedes: la España racista no quiere de ellos porque en su ceguera islamofóbica los mira (erróneamente) como invasores y depredadores. Expóngale esta siniestra verdad a los suyos. No los deje que se metan en la boca del lobo. Es su deber proteger estos infelices de esta terrible amenaza. Dejarlos venir sería hacerse culpable de inasistencia a personas en peligro.

Y por cierto, señores Mouloud, Abdelkader, todos ustedes que están condenados a vivir en este abominable país racista, no lo duden un instante: rompan sus cadenas, sacudan el polvo de sus babuchas y abandonen este infierno. No les hagan a los racistas por más tiempo el regalo de su enriquecedora presencia. No sean más las víctimas de estos predadores implacables que atacan a sus madres en la calle, violan a sus hijas en cualquier descampado, saquean sus negocios, queman sus coches en los barrios y venden droga a sus hijos, mientras ustedes trabajan arduamente para pagarles las jubilaciones a estos desagradecidos. No lo duden: vénguense ustedes de todos esto años de miedo, sufrimiento, humillación y explotación que han padecido. Priven a los españoles de la oportunidad, el beneficio y la riqueza que ustedes representan y aportan a su decadente sociedad.

Y ya puestos, al partir de este país ingrato, llévense con ustedes a sus amigos los intelectuales, los artistas, los periodistas, los izquierdistas de todo pelo y condición, las ONGs, los socialistas e incluso esas feministas que en el fondo tanto os quieren.

Además de ahorrarles el insoportable castigo de vivir sin ustedes, sería una magnífica venganza contra la España racista, privada así de esa formidable fuerza intelectual y humanista que tanto necesita para curarse de su perversión islamofóbica.

¡Así estarán bien castigados estos racistas españoles! Piensen ustedes, señores Mohamed y Mouloud, en la cara que pondrán los racistas españoles cuando el último barco haya alcanzado la línea del horizonte, cuando el último avión se haya desvanecido en el aire, cuando el último autobús haya pasado del otro lado de la frontera, cuando el último transbordador haya cruzado el Estrecho. Descubrirán, demasiado tarde, que se fue lo mejor que había en el país, que se han quedado entre ellos. Solitos entre racistas.

¡Cuanto nos gustaría que eso ocurriera bien pronto! ¡Cómo nos íbamos a reír entonces!

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ESPAÑA, ¿ESTADO ACONFESIONAL O ANTICRISTIANO? ¿EN QUÉ QUEDAMOS?

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LOS MUSULMANES, ESPERANZA ELECTORAL DE PSOE Y CIU-ERC Y, NATURALMENTE, DE PODEMOS. ESPAÑA, ¿ESTADO ACONFESIONAL O ANTICRISTIANO? ¿EN QUÉ QUEDAMOS?

POR: Arsenio del Castillo.

Si alguien piensa que en política se da puntada sin hilo debe hacérselo mirar a la mayor urgencia posible. Le recomiendo consulta privada por eso de las listas de espera.

La población musulmana como la de otros emigrantes, se considera proclive a las ideologías de izquierda. Además, es la mano socialista la que “promete” papeles en estos momentos. La permisividad del actual gobierno con esta población es manifiesta: ayudas, terrenos para mezquitas, demandas de estudios de árabe en las escuelas, mantener Alianza de las Civilizaciones…

El permitir que los emigrantes voten es un proyecto electoral estrella especial de socialistas y secesionistas, que pretende compensar con esos votos foráneos su declive y pérdida de apoyos entre los españoles, a los que ha maltratado desde el poder.

Estos pro-islamismo desconocen el Islam. Si ni siquiera han leído la Biblia, menos aún han leído el Sagrado Corán (Al Qur’ān Al Karīm) con sus 14 azoras o secciones y sus 6.236 aleyas o versos. El apoyo de la izquierda al Islam en España se sostiene en dos columnas: el interés por los votos y el odio al cristianismo, doctrina que propicia la libertad individual, nada fácil de controlar por el poder político.

El musulmán difícilmente se integra en los países donde emigra. Son países de los que únicamente les interesa su dinero, pero a los que no aman y, con frecuencia, odian según dejan muestras con regularidad. Cuanto más piadoso es el musulmán, más intolerante se vuelve y más desprecia las otras culturas y religiones.

En España, donde ya tenían sus propias mezquitas y escuelas, hace pocos años han fundado su propio partido político islámico. El Partido Renacimiento y Unión de España (Prune) presentado en Granada por Mustafá Bakkach El Aamarani. Se presentarán a las elecciones municipales y aseguran que será acogido con adhesión y disciplina en las comunidades musulmanas de España, cada día más numerosas y aisladas en auténticos guetos. En Barcelona y Madrid, las representantes de PRUNE eran mujeres.

Vemos como los ingenieros sociales y políticos del PSOE no dejan este caladero de votos y su representante al Ayuntamiento de Madrid, señor Carmona, anuncia a bombo y platillo que construirá cementerios para musulmanes.

La población musulmana cambiará el mapa político español y tendrá un peso importante como fuerza electoral. En Cataluña, donde se cerró las puertas a los emigrantes de habla hispana por miedo al idioma, sus efectos serán inmediatos y duros. El Ex honorable President Pujol no quiso recibir a ecuatorianos, colombianos y peruanos porque hablaban español y se encuentran con una nutrida y compacta población musulmana no proclive a integrarse y exige escuelas especiales, profesores propios para su idioma, comida especial (Halal), clases de sobre el Islám y una drástica separación de chicos y chicas en la vida diaria.

Es curioso el nombre de este partido musulmán: RENACIMIENTO y UNIÓN DE ESPAÑA, todo un ejemplo para muchos de nuestros politicastros, reacios a utilizar el nombre de España en el léxico político.

El descarado coqueteo de algunos partidos políticos como PSOE y CiU-ERC con la población musulmana para recabar votos no dejará contento a nadie. La tradicional “Prometer hasta meter y una vez metido, olvidar lo prometido” tengo la impresión que si no se es español se mal interpretará.

Por otra parte me pregunto si en casos como una Fatwa el musulmán dará prioridad a las instrucciones de la fatwa u observará las leyes del país donde reside, en este caso España, desobedeciendo lo que para ellos es sagrado a extremos de inmolarse.

¡As salamu alaikum ua rahmatullahi ua barakatuhu!

El problema lo tenemos en la calle con miedo observo la irresponsabilidad y ligereza que el buscador de votos trata el tema, mejor dicho, usa al musulmán.

Y el musulmán se deja usar… PARA LUEGO SER EL QUE NOS «DESUSE» A TODOS.

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¡INTOLERABLE!, GUARDERIA DANESA NO CELEBRA NAVIDAD POR NO OFENDER A MUSULMANES

PRUEBAS, PRUEBAS, PRUEBAS Y MAS PRUEBAS, TODAS ELLAS IRREFUTABLES, ¿HASTA CUANDO?

‎28 noviembre 2011

GUARDERIA DANESA DEJA DE CELEBRAR LA NAVIDAD PARA NO OFENDER A LOS MUSULMANES

En la pequeña localidad de Lillerot (Dinarmaca) de tan sólo 15.000 habitantes, una guardería infantil no celebrará este año la Navidad, para no ofender a la religión musulmana. Los profesores lo justifican diciendo que en ella hay un número importante de hijos de musulmanes.

¿Para no ofenderlos? Los que eran católicos y se han revertido al Islam saben que esa es una tradición y no creo se sientan ofendidos, ya que su mente estará más abierta, digo yo, a no ser que la reversion los haga más fánaticos y sean peores. Y los que vienen de afuera, ya saben, que se atengan a nuestras costumbres.

Y me pregunto yo ¿No pueden los padres musulmanes aceptar este hecho como «cultural»?.

Y también me pregunto ¿Dónde están los derechos de los católicos en nuestros propios países?

Yo he tenido en acogida a un niño saharaui que profesa el Islam. Nunca le impedí la práctica de su religión, aunque debo de decir que el niño jamás lo practicó, porque no quiso. Solo una vez le vi recitar suras y no fue porque quisiera rezar, sino porque un centroeuropeo que conocimos en un centro comercial se puso a hablar con nosotros y nos dijo se habia visto obligado a convertirse al Islam porque se había enamorado de una musulmana y se iba a casar con ella, entonces ensayó con el niño el recitamiento de las suras. Y fíjesen ustedes, a mi no me molestó, nunca me sentí ofendida. Es su religión y la respeto.

Recuerdo que cuando lo traje por primera vez, en una de las reuniones previas a su llegada, una señora le preguntó al representante árabe: Bachir, sí yo voy a la Iglesia y no tengo con quien dejar al niño, una de dos, o no voy o lo llevo conmigo. Como está en mi casa y yo voy a ser su tutora y madre mientras esté a mi cargo tendrá que ir donde yo vaya, no? El representante respondió: Por supuesto, no hay problema, que lo considere como una visita cultural.

Esto es increible!!!!

Si en nuestro continente la celebración de la Navidad es una parte importante de nuestra tradición ¿Por qué tenemos que dejar de celebrarla? ¿Por qué tenemos que perder nuestras raíces en beneficio de otra cultura?.

Que tengamos que dejar de celebrar la Navidad para no ofender a otra religión ¡¡manda huevos!! ¿Acaso ellos dejan de sacrificar corderos y de celebrar el Ramadán para no ofendernos? Pues no, lo hacen y tres narices les importa si nos ofenden o no. Lo hacen y punto.

Pues no, señores. Si no quieren mezclar las culturas, si no quieren que sus hijos se ofendan lo tienen claro, que los saquen esos dias de la guardería y los mantengan en sus casas mientras dura la celebración. Y si tienen dos dedos de inteligencia que les dejen quedar, que seguro los niños disfrutarán con la fiesta. No por eso se van a contaminar. Yo no me contaminé teniendo en mi casa a un niño musulmán, ni tampoco lo contaminé a él. Ambos fuimos felices. ¡Y vaya lo que disfrutó mi niño árabe con la familia occidental!.

Esto no es algo nuevo y aislado, ES UNA Y OTRA VEZ, EN TODO OCCIDENTE Y CADA VEZ MAS.

Si ellos vienen aquí, como cualquiera cuando cambia de país, incluso de ciudad, incluso de domicilio, LO HACE CON TODAS SUS CONSECUENCIAS. NO SOMOS LOS DEMÁS LOS QUE NOS DEBEMOS ADECUAR A SUS CREENCIAS Y COSTUMBRES, SON ELLOS LOS QUE TIENEN QUE HACERLO, Y SI SE SIENTEN MOLESTOS POR ALGO, NO ES CULPA NUESTRA, ESTA ES NUESTRA CIVILIZACIÓN, FRUTO DE AÑOS Y NO TENEMOS PORQUE CAMBIAR NADA PORQUE VENGAN OTROS DICIENDO QUE LES OFENDE.

Si les ofende, tienen la libertad de NO VENIR, DE QUEDARSE DONDE ESTÁN, son ELLOS los que TIENEN QUE RESPETAR LO NUESTRO.