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Ni izquierda ni derecha

Por Leonard Read

(The original article, in ENGLISH, is available here).

“¡Eres raro, no eres ni de izquierda ni de derecha!”. Esta observación, hecha después de un discurso que di, mostró una visión poco común. Fue raro, porque era muy extraño escuchar a alguien que llegara a esa conclusión por su cuenta. Y fue perspicaz porque fue precisa.

La mayoría de la gente parece siempre estar buscando términos simplistas y simplificadores, de generalizaciones cómodas y prácticas, pues les ayudan en sus discursos y definiciones. Estos términos se utilizan para reemplazar definiciones tediosamente largas y complejas. Sin embargo, es fundamental tener cuidado a la hora de elegir los términos, pues es común que estas simplificaciones generen trucos semánticos y producen un alivio a los que los utilizan. Me temo que este es el caso de los términos “izquierda” y “derecha” cuando definimos a los libertarios, porque como espero demostrar, ni estamos en la derecha ni en la izquierda con respecto a todo el espectro ideológico aceptable de nuestra era.

“Izquierda” y “derecha” describen, cada uno, posiciones autoritarias. La libertad no tiene ninguna relación horizontal con el autoritarismo. La relación entre el libertarismo y el autoritarismo es vertical; va mucho más allá de la putrefacción de hombres esclavizando a otros individuos. Pero empecemos desde el principio.

Hubo un momento en que la “izquierda” y la “derecha” eran nombres apropiados y nada inexactos para las diferentes ideologías. Los primeros izquierdistas eran un grupo de representantes recién elegidos para la Asamblea Nacional Constituyente de Francia, a principios de la Revolución Francesa en 1789. Fueron etiquetados “izquierdistas” simplemente porque, por casualidad, estaban sentados en el lado izquierdo de la cámara legislativa francesa.

Los legisladores que estaban sentados en el lado derecho eran llamados los del partido de la derecha o derechistas. los derechistas o “reaccionarios” abogaban por un gobierno nacional altamente centralizado, leyes especiales y privilegios para los sindicatos y otros grupos y clases; monopolios estatales en los sectores estratégicos y básicos para la vida, y la continuación de los controles gubernamentales sobre los precios, la producción y distribución. — Dean Russell, The First Leftist [Irvington-on-Hudson, N.Y.: Foundation for Economic Education, 1951], p. 3.

Los izquierdistas de la época eran, para todos los propósitos prácticos, ideológicamente similares a lo que hoy podríamos llamar “libertarios”. Ya que los derechistas representaban la ideología opuesta: estatistas e intervencionistas -en resumen, autoritarios. “Izquierda” y “derecha” en Francia, durante el período 1789-90, eran términos que presentaban, al mismo tiempo, una mayor comodidad semántica y un alto grado de precisión.

Pero luego vinieron los jacobinos autoritarios, y el término “izquierdista” fue expropiado rápidamente por ellos, empezando a tener un significado opuesto. “Izquierdista” pasó a convertirse en sinónimo de igualitarista, siendo después asociado con las vertientes del socialismo marxista: comunismo, socialismo, fabianismo. ¿Qué pasó, entonces, con el término “derechista”? ¿Dónde encajaría ahora, después de esta rotación semántica del término “izquierdista”? Los camaradas de Moscú se encargaron de esta tarea, y en su beneficio: cualquier cosa que no fuera comunista o socialista se decretó y se anunció como “fascista”. Por lo tanto, cualquier ideología que no encajaba totalmente dentro de la etiqueta de comunista (izquierda) pasó a ser popularmente llamado fascista (derecha).

Esta es la definición de fascismo según el diccionario Webster: “Cualquier programa destinado a la creación de un régimen autocrático centralizado nacional con políticas nacionalistas y seriamente comprometidos en un intenso programa de reglamentación de la industria, comercio y finanzas; con una rígida censura y una energética supresión de la oposición”.

¿Cuál es, en la práctica, la diferencia entre comunismo y fascismo? Ambas son claras formas de estatismo y autoritarismo. La única diferencia entre el comunismo de Stalin y el fascismo de Mussolini es un detalle insignificante en la estructura organizacional. ¡Pero uno es de “izquierda” y el otro es de “derecha”! Entonces, ¿dónde deja eso a todo libertario en un mundo en el que los términos fueron definidos por Moscú? El libertario es, en realidad, todo lo contrario del comunista. Sin embargo, si el libertario usa los términos “izquierda” y “derecha”, estará cayendo en la trampa semántica de convertirse en un “derechista” (fascista) por el simple hecho de no ser un “izquierdista” (comunista). Eso sería un suicidio semántico para los libertarios, una invención artificial que automáticamente excluiria su existencia. Mientras los comunistas y los socialistas sigan utilizando esta definición, hay varias razones para los libertarios evitar usarla.

Un gran problema que se planteará en el caso que el libertario opte por usar la terminología izquierda- derecha es la gran tentación que esta postura crea para aplicar la doctrina del término medio. Durante casi veinte siglos, el hombre occidental aceptó la teoría aristotélica de que la posición sensata está entre dos extremos, que hoy es conocida como la posición moderada, conciliadora, la tercera vía, o simplemente el centro. Si los libertarios utilizan los términos “izquierda” y “derecha”, ellos serán calificados como extrema derecha por el simple hecho de ser extremadamente distantes en sus creencias del comunismo. Pero la “derecha” es un término que pasó a ser exitosamente identificado con el fascismo. Por lo tanto, cada vez más personas creen que la postura sensata sería en algún lugar entre el comunismo y el fascismo, ya que ambos significan autoritarismo.

Pero la doctrina de término medio no puede aplicarse indiscriminadamente. Por ejemplo, es una doctrina lo bastante sensata cuando se está decidiendo, de un lado, el total ayuno y, de otro, la gula extrema. Pero es claramente una locura cuando se quiere decidir entre no robar nada o robar 1.000 dólares. El término medio recomendaría robar 500 dólares. Luego, el término medio no es más sensato ni racional cuando se aplica al comunismo y al fascismo (dos etiquetas para el mismo autoritarismo) que cuando se aplica a dos tipos de robo. El libertario no tiene nada que ver con la “izquierda” o “derecha”, simplemente porque él desdeña cualquier forma de autoritarismo -el uso del aparato estatal para reprimir y controlar la creatividad del individuo y el espíritu empresarial.

Para él, comunismo, fascismo, nazismo, fabianismo, asistencialismo -toda forma de igualitarismo- se adapta en la descripción definitiva que Platón, quizás cínicamente, nos dio siglos antes de que cualquiera de estos sistemas coercitivos se desarrollaran:

El más grande de todos los principios es que nadie, hombre o mujer, debe prescindir de un líder. tampoco la mente de un individuo deberá habituarse a dejarse hacer cualquier cosa ni por iniciativa propia, ni por celo, ni siquiera por placer. tanto en la guerra como en la paz, a su líder deberá dirigir su mirada y seguirle fielmente. e incluso las cosas más pequeñas deben ser objeto de algún liderazgo. por ejemplo, él debe levantarse, moverse, lavarse o comer… sólo si se le ordena hacer tal cosa… en resumen, deberá enseñarle a su alma, a través de la costumbre y la práctica repetida, a nunca soñar en actuar de forma independiente. en efecto, debe enseñarle a su alma a ser totalmente incapaz de ello.

Pasando por encima de la degradación

Los libertarios rechazan este principio y, al hacerlo, no se colocan ni a la derecha ni a la izquierda de los autoritarios. Ellos, como los espíritus humanos, se liberan, suben -están arriba- de esta degradación. Su posición en el espectro ideológico, si tuviéramos que utilizar analogías direccionales, sería encima -como un vapor que se separa del estiércol y se eleva a un ambiente sano. Si la idea del extremismo se aplica a un libertario, que se base en qué tan lejos está de sus creencias y de la oposición a las tentaciones autoritarias.

Establezca este concepto de emergencia, de liberación -que es el sentido mismo del libertarismo-, y el significado de la doctrina del término medio pasará a ser inaplicable, porque no es posible tener una posición a medio camino entre el cero y el infinito. Y es absurdo sugerir que podría serlo.

¿Qué términos simples los libertarios deberían aplicar para distinguir las variedades de “izquierdistas” y “derechistas”? No conseguí inventar ninguna, pero hasta que lo consiga, me contento con decir que “yo soy libertario”, y yo estoy dispuesto a explicar la definición de este término para cualquier persona que busque significados en lugar de etiquetas.


I AM NEITHER LEFT-WING NOR RIGHT-WING
I HAVE COMMON SENSE… WHICH IS DIFFERENT

La razón por la que los partidos centristas se han transformado en socialistas e irán a peor

El centrismo se ha convertido en una ficción por la radicalización de la izquierda

Elentir

Desde hace más de 200 años, se viene dividiendo el mapa político en dos facciones: derecha e izquierda. En medio de ellas estaría el llamado «centrismo».

Si equiparamos a la derecha con el conservadurismo y a la izquierda con el socialismo, ¿qué es el centrismo? Aparentemente sería una mezcla de ambas facciones. Existen, de hecho, posiciones que son llamadas de «centro-izquierda» y de «centro-derecha», para referirse a aquellas personas y partidos más cercanas al centro político. Lo que mucha gente no tiene en cuenta es que estamos ante un mapa variable, y esto significa que aunque la derecha no cambie sus posiciones, el resto del mapa sí ha cambiado: se está estirando hacia la izquierda.

En los últimos años, la izquierda ha vivido un proceso de radicalización, que ha invertido la tendencia que se dio en Occidente en la postguerra, cuando los llamados socialdemócratas fueron abandonando las tesis marxistas y aceptando la economía de mercado y la democracia liberal. Desde hace tiempo, el llamado centro-izquierda ha ido asumiendo tesis que hasta entonces sólo defendía la extrema izquierda, como el feminismo radical y la ideología de género (y especialmente su versión más radical, la teoría queer).

La derecha pudo haber aprovechado esa oportunidad para evidenciar el creciente extremismo izquierdista, pero decidió iniciar una huida hacia el centro en un intento por ocupar ese espacio que creía abandonado por la izquierda. Al intentar ocupar el centro, la derecha abandonó sus posiciones de siempre y fue arrastrada por la izquierda en su proceso de radicalización. ¿Cómo pudo ocurrir esto? Pues por la sencilla razón de que el centro político es una posición equidistante: con una izquierda más radicalizada, el centro se mueve hacia la izquierda. Cuanto mayor es la deriva extremista de la izquierda, mayor es el desplazamiento izquierdista del centro político.

El problema de los partidos centristas es que la sociedad no se mueve al mismo ritmo que ellos. El creciente divorcio entre el centrismo y sus votantes ha dado lugar a una nueva derecha, que ha acabado ocupando ese espacio abandonado por el centro-derecha. Esa nueva derecha ha empezado a librar una batalla ideológica que el centrismo no puede dar, debido a su equidistancia. Esto representa un gran problema para los partidos centristas, que estaban muy tranquilos cuando no tenían competencia por la derecha. Ahora que la tienen, el centrismo debe elegir: seguir dejándose arrastrar por la izquierda o recuperar las posiciones perdidas. La mayoría del centrismo ha elegido la primera opción, porque ya no sabe hacer otra cosa que dejarse arrastrar por la izquierda.

Ésa es la razón de que cada vez sea más difícil distinguir a un centrista y a un socialista. Debido al desplazamiento de la izquierda hacia la extrema izquierda, que está llegando a unas cotas inimaginables hace sólo unos años, los centristas de hoy están ocupando las coordenadas ideológicas de los socialistas de ayer, y el proceso no se detiene, por lo que la deriva izquierdista del centrismo está condenada a ir a peor, como ya estamos comprobando. De hecho, el centrismo ya viene asumiendo viejas posiciones de la extrema izquierda (como las citadas del feminismo radical y de la ideología de género) igual que lo hizo la izquierda. El centrismo de hoy es el socialismo de hace 10 o 15 años.

Esto presenta un reto para la nueva derecha que se mantiene fiel a los planteamientos conservadores. ¿Tiene sentido que la derecha conservadora se sienta afín a un centrismo abiertamente socialista? ¿Cómo conciliar las posiciones provida de la derecha conservadora y la militancia abortista que ha adoptado el centrismo en su viaje hacia la izquierda, por ejemplo? En Polonia esa ruptura ya se produjo hace años: la derecha conservadora (el partido Prawo i Sprawiedliwość, PiS) es ya directa rival de la centrista Platforma Obywatelska (PO, abiertamente proaborto y aliada con la izquierda).

En España aún no se ha dado esa ruptura, pero Vox (partido conservador y provida, socio del partido PiS) tiene una relación cada vez más difícil con el Partido Popular (PP, centrista y socio de la PO), que viene asumiendo gran parte de las tesis ideológicas de la izquierda y cuya secretaria general ha afirmado sentirse más cerca de los socialistas del PSOE que de Vox. La cuestión es que si el PP sigue su viaje hacia la izquierda, será insostenible para Vox pactar con ese partido y tendrá que asumir que el PP es tan rival de la derecha como el PSOE.

Foto: La Moncloa. El socialista Pedro Sánchez, presidente del gobierno d España, saludando a Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, en una visita de éste al palacio de La Moncloa.

El PP ganaría las elecciones con un 31,1% de los votos y seis puntos de ventaja sobre el PSOE

Vox se mantendría como tercera fuerza más votada y vería aumentar sus apoyos hasta el 16.8% (57 escaños)

Lidia Ramírez@lidiaramirezrollrr@theobjective.com

El Partido Popular ganaría las elecciones generales con el 31.1% (134 escaños) de los votos si se convocaran hoy, seis puntos por encima del PSOE, que vería reducidos sus apoyos al 24.8% (96 escaños), según el último sondeo realizado por Metrocospia entre el entre los días 12 y 15 diciembre de 2022. Vox, por su parte, se mantendría como tercera fuerza más votada y vería aumentar sus apoyos hasta el 16.8% (57 escaños).

Los partidos a la izquierda del PSOE, a la espera de su definitiva configuración, continuarían mostrando, hoy por hoy, una básica estabilidad: Unidas Podemos obtendría el 9.4% de los votos (y 21 escaños), la plataforma de Yolanda Díaz (Sumar) obtendría hoy el 2.4% de los votos (y un único escaño) y Más País obtendría el 1.8% de los votos (y entre uno y dos escaños).

De esta forma, en el final de 2022, y de cara al que será el último año de la actual legislatura, los datos obtenidos por Metroscopia esta misma semana no indican cambios en los alineamientos electorales que han venido expresando los españoles desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la política nacional y la mayoría absoluta del PP en Andalucía: la suma de los escaños estimados para PP (en torno a 134) y Vox (en torno a 57) superaría hoy, con holgura, los 176 escaños que otorgan la mayoría absoluta en el Congreso.

Sondeo realizado entre los días 12 y 15 de diciembre de 2022 | 1.750 entrevistas.

La izquierda recupera a los mayores

Así, este sondeo, viene a demostrar una vez más que la división entre los partidos a la izquierda del PSOE en tres marcas distintas penalizaría al bloque de izquierdas a la hora de obtener escaños en muchas circunscripciones electorales. Durante la primera mitad del actual año, la disposición de votar a la derecha (especialmente al Partido Popular) experimentó un notable crecimiento tras la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la política nacional y la victoria por mayoría absoluta del PP en Andalucía. No obstante, el apoyo de las personas de más edad a los partidos de izquierda tras la revalorización de las pensiones estaría mitigando, por ahora, los posibles efectos negativos en este concreto electorado de las decisiones gubernamentales sobre la supresión del delito de sedición o la rebaja de las penas de malversación. Decisiones ambas impopulares en buena parte de los votantes de izquierda.

De igual forma, los resultados del sondeo muestran un trasvase de votos del PSOE hacia el PP. En el momento actual,el porcentaje de votantes socialistas que declara su intención de votar a partidos de derecha se sitúa en torno al 8% (medio millón de votos aproximadamente). Una fuga de votos que se produce de manera más intensa entre los menores de 65 años.

La cantera

Rodearse de los más parecidos al rodeado es, además de un grave error, una estupidez. Y los dirigentes del PP llevan mucho tiempo rodeándose de ellos mismos, distantes de las voces críticas y sinceras.

Alfonso Ussía

En las reuniones de amigos no se debe hablar de política, religión o dinero. En ocasiones, resulta inevitable. Una decena de amigos nos juntamos, pocos días atrás, para celebrar el medio siglo transcurrido desde que Mary Quant ideó y puso de moda la minifalda. El motivo fundamental de la reunión dio poco de sí. Y un insensato abrió el debate político. Dado que los diez amigos éramos montañeses o adheridos a La Montaña, hoy Cantabria y anteayer provincia castellana de Santander, los primeros políticos en salir a la palestra fueron los de la provincia. Los diez amigos, liberales y conservadores, siete de ellos votantes del PP y los tres restantes de Vox. Se trató de una reunión de personas decentes. Revilla, como la minifalda, tampoco dio mucho de sí, aunque alguno recordó su entusiasta pasado falangista. Pero aquí, Revilla es sinónimo de cansancio tertuliano. Y le tocó el turno a la dirigente montañesa del Partido Popular, que es una calamidad. ¿Cómo es posible que Feijóo haya apostado por ella después de su calamitosa gestión? Y salió a relucir la alcaldesa de Santander, infinitamente más válida que la máxima mandataria del PP, muy capaz de devolver al partido mayoritario de la derecha española su viejo poder perdido en la provincia. Y alguien comentó que el problema del PP es que no tiene cantera, lo cual motivó una elevación en el tono de las voces. Mi opinión es que tiene cantera, y realidades, que no terminan de convencer a los dirigentes del PP nacional por enigmas indescifrables. El trío que hoy manda en el PP, Feijóo, Pons y Gamarra –con Bendodo, al que no hay que olvidar– quiere conseguir los votos socialdemócratas, y ha creado una enorme confusión en muchos de sus votantes. Pero es indiscutible que un partido político, con una mayoría de dirigentes con carreras universitarias y una preparación intelectual infinitamente más alta que la de los partidos de izquierdas –hoy, ultraizquierdas–, tiene a mucha gente preparada para dar el salto y sustituir al ambiguo y desorientado equipo actual. Y no nos referíamos al equipo cántabro, sino al nacional, con un Feijóo desinflado, un Pons que recuerda a una veleta, y una Gamarra que no concita simpatía alguna, y para colmo, carece de la contundencia y la mala uva que deben acumular en el hígado los portavoces parlamentarios. Mucho mejor fue Cayetana Álvarez de Toledo, pero los acomplejados la defenestraron.

Y que hay cantera, y buena cantera, me lo demostró ayer una parlamentaria del PP en la Asamblea de Madrid, Elisa Adela Vigil, que dio un monumental repaso a socialistas y mónicos médicos o madres, en una intervención de tres minutos desde su escaño, sin papeles, y con una capacidad destructora de la mentira y la desvergüenza, brillante y ejemplar.

Pues claro que hay cantera, como también la tiene Vox, y algo menos Ciudadanos. Lo fundamental es no perder esa cantera de políticos válidos por celos, complejos o preferencias interesadas. La política no es una actividad cómoda. Rodearse de los más parecidos al rodeado es, además de un grave error, una estupidez. Y los dirigentes del PP llevan mucho tiempo rodeándose de ellos mismos, distantes de las voces críticas y sinceras. Un partido como el PP, tan amplio en su fidelidad electoral, tiene que apoyar la brillantez, aunque resulte incómoda. Sánchez se ha cargado al socialismo creando el sanchismo, y el PP no puede imitar tan desastroso ejemplo. Viendo, oyendo y aplaudiendo a Elisa Adela Vigil, tuve la impresión de que la normalización y unión del liberalismo y el conservadurismo en España no es un sueño. Es una probable realidad si la política se entiende como servicio público, no como próspera seguridad personal. Para colmo, Elisa Adela Vigil, además de una gran parlamentaria, además de valiente y certera, es atractiva, tiene clase y es rubia, lo que más humilla y hiere al feminismo profesional y falso de las izquierdas.

En fin, que la reunión salió bastante bien. Hay esperanza.

Compañeros de viaje. #StopPodemos

PODEMOS1A

NOTA PERSONAL: Yo no me considero de derechas sinó liberal minarquista y agnóstico pero APOYO TOTALMENTE EL PRESENTE MANIFIESTO.

POR: Ricardo Sarrio DEL GRUPO DE FACEBOOK «UNIDAD POR ESPAÑA».

COMPAÑEROS DE VIAJE,

No hace mucho se abrió esta web de Facebook con la intención de luchar contra un grupo político, en concreto llamado Podemos……..y de alguna manera a través de este medio, dar a conocer las opiniones de todos con respecto a este grupo político.

Pero convendréis conmigo que en poco tiempo las cosas se han precipitado, el problema ya no es únicamente Podemos, el problema empieza a ser una extrema izquierda que apoyada por la que antes fue una izquierda moderada y colaboradora con una unión de España ahora está ayudando con sus votos y sus medios a una extrema izquierda que simplemente quiere acabar de la forma que sea con una derecha tanto moderada como extrema.

El Gobierno actual que supuestamente debería representar al centro derecha de este país con 11.000.000 de votos de españoles de derechas y centro derecha que esperábamos soluciones no solo en el ámbito económico sino también en el ámbito político hemos sido totalmente olvidados y defraudados por un gobierno que, o bien no hace las cosas prometidas y presentadas en su programa político por cobardía, o porque piensa que no tiene el suficiente apoyo en la calle para llevarlas a término. Por lo visto once millones de votantes no son suficientes para una derecha que sigue escondiéndose de sus ideas y proyectos…por eso queremos intervenir de alguna manera.

Creemos llegado el momento de poner fin al silencio de las derechas de este país.

Creemos llegado el momento de reivindicar nuestro ideario político y ponerlo en práctica… con la ayuda de este gobierno o con la ayuda de la gente de derechas que como nosotros vean que no queda más solución que fomentar acciones en las calles. Y en donde se tengan que hacer para ser escuchados y tenidos de verdad en cuenta.

Los que nos reunimos aquí queremos:

Una unidad nacional plena con igualdad absoluta de todas sus regiones, sean o no históricas, sin dejar de respetar las costumbres y cultura de cada una de las regiones en sí mismas., un idioma común y obligatorio en todas las regiones de España, esto que parece obvio, ya no lo es tanto y resulta que por la intervención política dejamos que nuestros hijos dejen de hablar el segundo idioma más hablado del mundo por hablar una lengua regional y totalmente limitada que además absorbe una enorme cantidad de recursos económicos.

NO pedimos la no enseñanza de otras lenguas regionales, pero si su moderación de obligatoriedad de aprendizaje, limitándolas a unas serie de horas lectivas a la semana y en una asignatura en concreto, pero leer escribir y expresarse correctamente en español es absolutamente prioritario… así como una segunda lengua extranjera a gusto de cada alumno.

Deseamos también una unidad en la enseñanza, y que ésta se centralice nuevamente en un gobierno central que emita las mismas líneas de enseñanza para todas las regiones de España-. No es de lógica que en cada región española… se enseñe una geografía y una historia distinta según intereses políticos determinados.

Deseamos una justicia igual para todos, no queremos políticos que se protejan bajo leyes como los aforamientos.

Deseamos también que en los casos de corrupción política en la que quede demostrada la culpabilidad de un político por robo, éste devuelva totalmente lo robado siendo posible incluso la incautación de bienes inmuebles que posea.

Deseamos que los jueces dejen de ser escogidos por los políticos y se estudie una forma que sea totalmente neutral y no haga posible la politización de la justicia.

Deseamos una informatización completa de la justicia que acelere los casos y facilite la labor de jueces y fiscales( un sistema similar al de hacienda o al de trafico, casualmente en los dos casos altamente informatizados para cazar al contribuyente ).

Deseamos la eliminación de la ley de memoria histórica, una ley totalmente partidista que lejos de arreglar cosas del pasado abre una brecha cada vez más hiriente y profunda en un amplio sector de españoles, creemos que sin duda ninguna todos los muertos de la Guerra Civil española merecen respeto  ya que todos lucharon por lo que en su momento vieron justo y lo defendieron con su vida, lo cual implica que los muertos de la derecha pesan tanto como los de la izquierda y que tenemos el mismo derecho en un verdadero país democrático a salvaguardar su memoria y sus valores.

No más destrucción de símbolos de la derecha para instaurar símbolos de izquierda.

No impedimos que la izquierda tenga sus símbolos si lo desean……pero no vamos a consentir que se retiren los nuestros.

Deseamos que la ley del aborto sea derogada. Entendemos que el derecho a la vida es el primer derecho de todo ser humano y que precisamente debemos proteger con más ahínco y más teniendo en cuenta que destruimos la vida del ser humano más inocente y más vulnerable de todos, el no nato.

Deseamos una bandera para todos y que ondee en todos los lugares de España, siendo lo que es. La representación de todos.

Deseamos también ser protegidos en nuestras creencias religiosas, constantemente dañadas, ridiculizadas y maltratadas por distintas organizaciones de izquierdas y medios de comunicación de esa misma línea política.

SER un estado laico no significa la negación, humillación y la pérdida de respeto de una religión que además de ser mayoritaria en España es la que dio a su historia más valor y fuerza, la izquierda extrema de este país ha tendido la mano al mundo musulmán a pesar de ser un mundo extremadamente violento que no deja de amenazar y asesinar no sólo a cristianos si no a cualquiera que según ellos ofenda a sus creencias, pasando por la humillación de la mujer, los homosexuales y la total burla de las leyes de los países en que se les acoge.

La izquierda de este país tiene un odio tan extremo a la derecha o a la iglesia católica, que le da lo mismo dar la mano a un peligrosísimo islam si con ello arrebata fuerza a la iglesia católica en este país.

NO MAS.

No más subvenciones al mundo de la cultura que politice con el dinero de todos un bien común como es la cultura, queremos un cine sin idearios políticos o si los hay que se hagan de los dos bandos y no siempre solo de uno.

Queremos también una cruz en la declaración de la renta para ver si damos o no dinero a las centrales sindicales cuando estas deberían de alimentarse únicamente de sus afiliados.

Deseamos el respeto a la bandera española y por ende a todos los españoles en las representaciones deportivas.

Si algún deportista deja de respetar a la bandera a la que representa deberá de ser de inmediato cesado de forma activa como representante del deporte español dejando por consiguiente de recibir ningún tipo de remuneración económica del estado por ende de todos los españoles a los que DEBIA REPRESENTAR.

En el caso de masivas reuniones deportivas como por ejemplo el fútbol, el no respeto al himno nacional y a la bandera española implicaría la automática descalificación del club que la fomente o no sepa contener dicha manifestación impidiendo que este club pueda participar de nuevo en ese torneo hasta pasado al menos dos años.

Esto en líneas generales es parte de nuestro ideario político,un ideario del que no nos avergonzamos y que a nuestros ojos no solo es razonable si no que es totalmente necesario.

Esto es solo una base para empezar.

Nuestro deseo va más allá de exponer este ideario político.

Nuestro deseo es empezar la lucha activa en tantos medios como nos sea posible y de la forma más efectiva que podamos hallar.

Y para eso os necesitamos a todos.

Como sabéis muy bien en este país los poderes mediáticos están absolutamente acaparados por la izquierda.

Tanto televisiones, como emisoras de radio como prensa escrita y digital en su gran mayoría está en manos de la izquierda, lo cual nos deja poco margen a nosotros.

Esto hará el viaje mucho más complicado y largo, porque además tendremos que trabajar todos más directamente si de verdad queremos luchar por el bien estar de este país y dejar a nuestros hijos no solo un país mejor más justo y unido. Si no el orgullo de que sepan que aun sin medios, aun sin apoyos mediáticos u económicos, SALIMOS A LA CALLE A DEFENDER Y LUCHAR POR NUESTROS VALORES..

Necesitamos unir fuerzas, fuerza que tenemos.

Necesitamos gente que invierta una pequeñísima parte de su tiempo en este país.

Necesitamos informáticos que nos ayuden a crear una web política informativa en la que publiquemos a diario noticias de todo el país y en la que podamos filmar y publicar las distintas manifestaciones en las que participemos todos sin que cadenas como la 6 tele 5 o la cuatro las tergiversen y falseen.

Necesitamos abogados que nos ayuden en sus muy valiosos consejos para actuar.

Necesitamos periodistas noveles que aun sin idearios políticos sean totalmente neutrales, no pedimos más que total neutralidad.

Necesitamos desempleados, con tiempo y conocimientos de sobra para ayudarnos a emprender este complicado viaje.

OS NECESITAMOS A TODOS¡¡¡ A TODOS Y CADA UNO DE VOSOTROS que ardéis de deseos de hacer algo ya.

El primer paso es reunir a más de 10.000 personas en esta web.

El siguiente paso será abrir distintos grupos de reunión y acción política en todas y cada una de las ciudades españolas.

Con la intención de ir a defender nuestros derechos y valores allá donde el gobierno no lo haga y sintamos que asido usurpado.

Donde se quite una bandera española iremos a poner dos.

Donde se quite una calle dedicada a un político un militar o cualquier persona relacionada con la derecha de este país iremos a rotular el nombre de la vieja calle.

Donde se niegue una misa iremos a la misma plaza del ayuntamiento con permiso o sin él HACER ESA MISA.

Os necesitamos para colaborar en lo posible en ayudas sociales a todos los españoles que necesiten nuestra humilde colaboración.

Os necesitamos en las futuras reuniones políticas que se celebraran simultáneamente en cada ciudad española donde se aporten nuevas ideas y nuevas acciones a tomar y que luego publicaremos en la web para información de todos.

Os necesitamos.

España os necesita.

Este es el momento de decir no al miedo y salir a las calles nosotros también.
Sé que no será fácil, sé que será duro pero sé que la derecha de este país tiene los arraigos suficientes para hacer eso y mucho más. Y sin necesidad de montar algarradas callejeras como hace la izquierda extrema de este país, saldremos a protestar. Pero siempre de forma pacífica y ordenada y respetaremos todo siempre y cuando se nos respete a nosotros.

Siendo importante la protesta en el Facebook y vuestras aportaciones en ese sentido, creemos llegado el momento de ir un paso más allá y hacer actuaciones políticas.

Poneros en contacto con familiares y amigos que sepáis simpatizan por la causa y que se unan a nosotros y todos aquellos que se vean capacitados de una u otra forma para ayudarnos a llevar todos estos términos a buen fin.

Rogamos se pongan en contacto con los responsables de esta web.

Os necesitamos a todos.
Os necesita España.

No basta con gritar aquí,hay que hacerlo en la calle y hay que hacerlo ante cualquier movimiento que no pase por el respeto también a nuestras ideas.

Ahora es el momento.

Por una España unida y libre.
POR NOSOTROS.
POR NUESTROS HIJOS Y SU FUTURO.

Todos los interesados ponerse en contacto con los administradores de la página de Facebook UNIDAD POR ESPAÑA.

PODEMOS24

El miedo y los cobardes

PODEMOS ARRUINARTE LA VIDA

Ejemplo de estafermo

¿Quién a estas alturas no conoce la teoría de «el estafermo», de Pedro J. Ramírez? Por si hubiera alguien que no la conozca aún, la resumo de forma muy libre a renglón seguido: Mariano Rajoy, el estafermo, atiza por la izquierda con el voto del miedo a quien lo ataca por la derecha anunciando la siguiente debacle electoral.

El texto de Pedro J., que hace tiempo que el refrendo de los hechos lo ha despojado de cualquier aspecto especulativo y bautizado como una verdad universal, nos describe no sólo el lodazal inmovilista del actual gobierno sino el barrizal del que vino.

Pero la opinión de Pedro J. centra su atención en la figura del registrador compostelano y su relación con el partido. Y si bien, como certero cronista de los entresijos del poder, acierta palabra tras palabra en su relación de hechos e impresiones…

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Debate monarquía o república, una absoluta y absurda e incluso irresponsable pérdida de tiempo.

monarquiavsrepublicaEs algo que lleva desde la transición pero que ultimamente raya en la pesadez, cuando en realidad es algo de lo más irrelevante, máxime cuando hay otros problemas y asuntos mucho más urgentes y que merecen prioridad.

No entiendo como la gente no se da cuenta de que, mientras haya un verdadero régimen democrático, da lo mismo monarquía que república y esto lo demuestra el hecho de que países que muchos estamos (si, me incluyo) como ejemplo de sociedades avanzadas, como lo son Suecia, Dinamarca, Noruega u Holanda por poner cuatro ejemplos muy claros, son países monárquicos.

Aparte de eso, muchos parecen creer que, por el simple hecho de cambiar de monarquía a república todos nuestros males se van a arreglar sin el menor género de dudas y yo me pregunto ¿acaso en una república no iban a seguir existiendo todos y cada uno de los partidos que tenemos ahora (y me refiero a todos, los que tienen representación parlamentaria y los que en las últimas elecciones no llegaron ni a 4.000 votos, que los hay)?, ¿realmente alguien cree que si ahora mismo se instaurara una república, partidos como el PP o el PSOE no iban a concurrir a las elecciones y, a pesar de su clara caída (con toda la razón y que ellos mismos se han buscado por lo que todos tenemos en boca y los hechos incontrovertibles) con grandes posibilidades de ganarlas?.

Los cambios que se necesitan y de manera muy urgente, vamos, para antes de ayer, son otros, el tema de monarquía o república,en los momentos actuales, es irrelevante totalmente, tal vez en un futuro, cuando realmente haya una democracia en la que los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial (sobre todo este último) sean como deben ser, independientes, cuando se hayan corregido los temas económicos, etc., etc., etc., entonces se podría retomar este asunto pero creer que por hacer un referendum (del que ni siquiera sabemos el posible resultado ya que todos estos vociferantes peticionarios de una república parecen olvidar que el hecho de que el que en la calle hagan mucho ruido no quiere decir que tengan ganado el asunto,  donde se tiene ganar que es en las urnas) y que ganara la república nos iba a arreglar casi por arte de magia nuestros problemas es, cuanto menos, ilusorio.

Sin contar con la pérdida de tiempo que supone el preparar todo ello, teniendo que dejar aparcados otros asuntos que, insisto, creo que son mucho más importantes y urgentes y los gastos que esto ocasiona y, por supuesto, todo el gasto que preparar esto genera y me parece a mi que de dinero no andamos muy sobrados que digamos.

Me parece un ejercicio de irresponsabilidad en el que están cayendo muchos y volviendo al principio del comentario, no puedo evitar el sospechar que también puede ser un «divertimento» para desviar la atención.

De cualquier forma, la cosa es meridianamente clara, hay asuntos, y muchos, mucho más urgentes que resolver y no estamos para dejarlos aparcados mientras se empieza a organizar y preparar un referendum, con todo lo que ello trae consigo de tiempo y de gastos y al fin y al cabo, volvemos a lo mismo, miremos a nuestro entorno, a otros paises ¿es mejor Alemania por ser una república que Suecia que es una monarquía? porque yo lo que veo es que ambos países son unas sociedades avanzadas, con sus respectivos defectos y problemas, claro está, pero avanzadas, algo que además reconocemos la mayoría. En realidad, ambos países son democráticos, sus respectivos parlamentarios son elegidos por sufragio universal, etc., etc., vamos, que son dos democracias y dos democracias avanzadas. Dos países democráticos que funcionan.

Y aquí en realidad es o debería ser lo mismo, no se trata de monarquía o república, se trata de buenos gobiernos o malos gobiernos, buenos o malos políticos, mejor o peor sistema judicial, mas o menos corrupción.

Y eso, por el simple hecho de coger y cambiar de monarquía a república no se arregla, es más, tal vez si no hubiese habido tanta corrupción, tanto despilfarro y, no me lo voy a callar, no se hubiera creado este MONSTRUOSO «Estado de las Autonomías», que son un pozo sin fondo, si el poder judicial fuese realmente independiente y las sentencias judiciales se cumplieran como se deben cumplir y no se hace (ahí tenemos al Sr. Artur Mas y sus desafios), las cosas nos irían de otro modo.

Pero desde luego, reitero, el simple hecho de «monarquía o república» no arregla absolutamente nada y si que nos hace perder completamente el tiempo.

Y hay que tener en cuenta una cosa más, que en este país aun llamado España, para muchos, en realidad para casi todos los que están estos días llenando (bueno, eso según ellos porque ese tema siempre es discutible) las plazas y calles pidiendo a aullidos la república, creen que república es lo mismo que izquierda, ¡¡craso error!!, Alemania por ejemplo es una república federal y gobierna la derecha.

Pero ¡¡que simplones y cortoplacistas somos los españoles!! y que manera mas absurda de perder el tiempo, un tiempo además que, tal y como están las cosa, nacional e internacionalmente, es VALIOSÍSIMO.

MonarquíaVsRepublica

OTRA VEZ, DESMINTIENDO A LA IZQUIERDA.

 

Franco y la Seguridad Social

El año 2000 ha sido declarado oficialmente como el año del Centenario de la Seguridad Social. Es también el 25 aniversario de la muerte de Francisco Franco. Y vale la pena hacer, como homenaje a su memoria, algunas consideraciones sobre la excepcional significación de su Régimen en el desarrollo de esta Institución, básica para la justicia, la solidaridad y la paz de los españoles.

Verdaderamente es difícil señalar fecha de nacimiento a fenómenos socio-políticos tan complejos como la Seguridad Social. Y es discutible que la Ley Dato de 1900 tuviera ya este carácter. Pero hay que reconocer que ha sido inteligente por parte del Gobierno vincular el centenario por abajo con un Gobierno conservador como el de Silvela, del que era ministro Dato, y por arriba con el actual de centro-derecha, arrebatando esta bandera a la izquierda, que, con tanta audacia como poco mérito, le hubiera gustado hacer suya. El centenario de la Seguridad Social puede ser una buena ocasión para poner de manifiesto que muchos de los avances sociales son obra de gobiernos considerados de «derecha», frente a lo que pregonan los políticos y los doctrinarios de «izquierda», mucho más parciales y radicales que los de derecha, aunque presuman de lo contrario. Ya comentaremos más adelante la decisiva aportación del régimen de Franco al desarrollo de la Seguridad Social española, que le costará mucho trabajo reconocer a una izquierda empeñada en dar una imagen capitalista y reaccionaria del mismo. Quizá por todas estas razones, el entusiasmo de la izquierda por esta conmemoración brilla hasta ahora por su ausencia. Ni partidos políticos de este signo ni organizaciones sindicales han hecho hasta ahora nada por resaltar algo tan importante para los trabajadores como el nacimiento de la Seguridad Social.

La Seguridad Social ha sido, a mi juicio, el instrumento más poderoso para el cambio social, para la redistribución de la renta, para la igualdad de oportunidades, para la constitución de una sociedad más igualitaria y más libre. Bastaría que por una abstracción mental elimináramos del entramado de nuestra sociedad y de la vida de los españoles el sistema público de pensiones, la protección sanitaria, el seguro de accidentes, la protección frente al desempleo… Nos daríamos cuenta de que retrocederíamos a una sociedad distinta, en la que la mayoría ni se sentirían iguales, ni se sentirían auténticamente libres, acosados por incertidumbres e inseguridades absolutamente vitales, de las que sólo estarían libres los económicamente privilegiados; retrocederíamos a una sociedad no sólo injusta, sino insegura y enfrentada por el espíritu de clase.

En la construcción de esta sociedad en la que vivimos han sido importantes, sin duda, los avances en la protección del trabajo y el salario, la política impositiva, la creación incesante de bienes y servicios… pero, si se piensa en ello profundamente, habrá que concluir que para la verdadera igualdad, seguridad, promoción y libertad de los hombres en que esta sociedad se basa, ha habido dos instrumentos decisivos: el acceso de todos a la educación y la cultura, y la Seguridad Social. En ambos temas, la obra de Franco ha sido decisiva.

Y hay que resaltarlo para evitar que una vez más se pueda falsear la Historia, como ya se hizo al comienzo del centenario en un medio público. Estos medios están siempre disponibles y abiertos para cualquier ataque directo o indirecto a Franco y a su Régimen y para la exaltación de las ideas, los hechos y las personas que lo combatieron. Extraña manera de entender la objetividad y la verdad histórica en el servicio a los españoles. Se dice, por algunos, que ello contribuye a la «pacificación» de las «dos Españas», que parece que exige dar ahora la victoria en las conciencias a los que perdieron la Guerra, convirtiendo a los vencidos en vencedores y viceversa. Extraña manera de pacificar los espíritus, reabriendo heridas que estaban ya bien cerradas y cicatrizadas…

Se está creando en la conciencia y en la opinión pública española un sentimiento de hostilidad y un juicio realmente falso y «revanchista», por incompleto y parcial, de lo que el Régimen de Franco supuso y fue en realidad. Menos mal que todavía quedan muchos testigos de aquellos años que conocen la verdad. Ellos saben quién creó sus regímenes de pensiones, sus Residencias y Ambulatorios, sus sistemas de protección social. Pero cuando ellos falten, y para muchos desde ya mismo, se puede empezar a creer que «todo», y en ese «todo» entra la Seguridad Social, ha sido obra de los gobiernos de la democracia. No hace muchos días me contaba un amigo una anécdota reveladora. Estaba en la Residencia hospitalaria «La Paz», visitando a un familiar enfermo, y oyó cómo, en la cama de al lado, un hombre relativamente joven comentaba con otro visitante las excelencias del hospital y lo que había supuesto en su enfermedad, y terminaba su comentario diciendo: «¡Hay que ver lo que le debemos a Felipe González!». Mi amigo tuvo que recordar a su vecino que en ese mismo hospital había muerto el anterior Jefe del Estado, por lo que mal se podía atribuir la Institución a ningún político actual.

* * *

Por ello, y ya que se ha hablado del Centenario de la Seguridad Social, hay que dejar algún testimonio de la verdad, de cómo, cuándo y por quiénes se ha creado realmente. Ningún lugar mejor para hacerlo que las páginas de Razón Española, que tan denodadamente está defendiendo la verdad y la razón.

Cuando en 1936 España se vio envuelta en la tragedia de la Guerra, ni siquiera a nivel doctrinal o programático existía la idea de la Seguridad Social, como hemos dicho al principio. Ni en España ni en la mayor parte de Europa, excepción hecha de la Alemania de Bismark. Sólo se habían producido pequeños avances en la protección social de algunos sectores de trabajadores, y se estaba fomentando lo que podría llamarse la «previsión social». Aquella Ley Dato, de 1900, sobre accidentes de trabajo, que se ha tomado como origen del centenario, supuso un avance importantísimo en la protección social de esta contingencia, como ya hemos dicho, al declarar la responsabilidad objetiva del empresario por los accidentes laborales de sus trabajadores; pero no se configuró como un embrionario seguro social, de alcance limitado a ciertos sectores hasta 1932, siendo Ministro de Trabajo el socialista Largo Caballero, cuyo nombre no quiero dejar de citar para no caer en la misma parcialidad que estoy denunciando.

En 1905 se creó el Instituto de Reformas Sociales, y en 1908, y también por el Gobierno «conservador» de Dato, se creó el Instituto Nacional de Previsión, meritoria Institución de gran prestigio, que tuve el honor de dirigir y que fue luego clave en el desarrollo de la Seguridad Social, pero que hasta los años cuarenta estuvo concebido más como un instrumento de impulso de la provisión popular. En 1919 se había creado el Retiro Obrero y en 1929 el Seguro de Maternidad. Ambos, aunque con limitaciones, podrían considerarse ya «seguros sociales». Y poco más. Todo limitado, embrionario y parcial, con el mérito que hay que reconocer siempre a quienes en la doctrina y en los hechos van abriendo camino en las reformas sociales.

Lo cierto es que en 1936 apenas existían atisbos doctrinales y escasas medidas de protección, limitadas a ciertos sectores de trabajadores asalariados, que de ninguna manera configuraban un sistema de Seguridad Social más o menos incipiente.

El gran aldabonazo y la orden de salida para una auténtica Seguridad Social, que, no obstante, tardaría todavía años en lograrse, se dio en 1938, todavía en plena Guerra, con el Fuero del Trabajo (inspirado, como he dicho en otras ocasiones, en la idea de justicia social de José Antonio y en la doctrina social de la Iglesia). El Fuero del Trabajo no sólo decía que «el Estado valora y exalta el trabajo y lo protegerá con la fuerza de la ley, otorgándole las máximas consideraciones y constituyéndolo en uno de los más nobles títulos de jerarquía y honor», sino que estableció, además, el compromiso del Estado de proporcionar al trabajador la seguridad de su amparo en el infortunio, estableciendo que se incrementarían los seguros sociales de vejez, invalidez, maternidad, accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, tuberculosis y paro forzoso, tendiéndose a la implantación de un seguro total. El Fuero se mueve todavía en ideas de «previsión» y protecciones sociales parciales y dispersas, pero habla ya de «seguros sociales» en su conjunto y apunta a la idea de un seguro total; en definitiva, a la idea de una Seguridad Social completa e integrada. Lo que se refuerza en el Fuero de los Españoles de 1945, que da ya un cuadro bastante completo de seguros sociales. Esa Seguridad Social completa e integradora se acabó consiguiendo con el desarrollo de estos principios a lo largo del Régimen, como veremos luego. Y se puede hablar de un verdadero Sistema de Seguridad Social a partir de la Ley de Bases de 1963.

Ya en 1938, todavía antes de terminar la Guerra, se crearon los subsidios familiares, completados luego con el Plus Familiar (los famosos puntos), que en muchos sectores profesionales y para muchas familias llegó a suponer el 20% del salario. Yo tuve el honor de que mi primera intervención en un Pleno de las Cortes, para defender un proyecto de Ley, cuando a principios de los sesenta era Delegado General del Instituto Nacional de Previsión, fuera precisamente para defender la Ley de Régimen Laboral de Ayuda familiar. Esta ayuda no formaba parte propiamente de la Seguridad Social, pero sí la completaba, y constituía en todo caso una protección a la familia de carácter obligatorio, que luego, con el tiempo, desapareció, por los inconvenientes que acabó suscitando.

La Ley de Bases de 1963 integró los subsidios y el «plus» en un único sistema de prestaciones económicas de protección a la familia, lo que se potenció y amplió en las leyes de 1972 y 1974, de las que hablaremos más ampliamente en otro lugar, porque son claves para el Sistema de la Seguridad Social y han constituido la base de su posterior desarrollo legislativo. La protección era muy amplia y comprendía: asignaciones por hijo, incluso ilegítimo, asignación mensual por la esposa, con ciertas limitaciones, asignaciones por matrimonio y natalidad, que incluso beneficiaban a los pensionistas. La protección se incrementaba en los casos de familias numerosas. El sistema era, como en otras prestaciones de la Seguridad Social, de los más completos de Europa, si bien la cuantía de las prestaciones me pareció siempre escasa.

Es una pena que el deterioro del sistema de protección a la familia se haya ido acentuando a partir de los años setenta, deterioro que se refiere no sólo a la cuantía sino también al carácter y alcance de las prestaciones, según la nueva regulación de 1994. Nunca podremos determinar en qué medida este deterioro ha influido en el descenso de la natalidad, que está adquiriendo caracteres alarmantes. Lo cierto es que los países que quieren invertir esa tendencia están incrementando las prestaciones familiares, entre otras medidas.

* * *

El antiguo Retiro Obrero se sustituyó por un auténtico Seguro de Vejez e Invalidez, cuya reforma empezó ya también en 1939 y fue luego ampliándose y perfeccionándose al mismo tiempo que se extendía a colectivos inicialmente excluidos y se suprimían limitaciones. Pero no se puede hablar de los avances en la protección social de los trabajadores en su vejez, en aquellos años, sin resaltar la importancia del Mutualismo Laboral, a través del cual se establecieron pensiones complementarias por rama de actividad, integrando a trabajadores y empresarios en la gestión. El Mutualismo Laboral llegó a alcanzar una fuerza y popularidad impresionantes, no sólo por la cuantía de las prestaciones, que mejoraban substancialmente el Régimen general, sino por la creación de servicios y actividades complementarias para los afiliados y sus hijos, entre las cuales destacaron las Universidades Laborales, que tantas posibilidades de promoción social dieron a los hijos de los trabajadores. Pero fueron importantes también las ayudas para adquisición de viviendas, préstamos de interés social, becas, etc.

La creación de la Mutualidad Agraria, del Montepío del Servicio Doméstico, del Régimen de autónomos… fueron abriendo camino para la creación de un genuino sistema de pensiones, que, como hemos dicho, adquirió ya el sentido de parte integrante de un auténtico Sistema de Seguridad Social con la Ley de Bases de 1963 y posteriormente con la Ley de 1972, por la que tanto luché siendo Ministro, y en la que se sentaron los principios de un completo sistema de pensiones, proporcionales al salario y permanentemente actualizadas.

En la Ley de 1972 se señalaban como objetivos esenciales el acercamiento de las cotizaciones y las prestaciones a los salarios reales, y en definitiva y como resultado una elevación permanente de las pensiones. Al defender la Ley en el Pleno de las Cortes dije que «lo que queremos es que en ese horizonte cada día más amplio de la España del desarrollo, tengan un lugar al sol los hombres que han aportado y están aportando a ese desarrollo la principal fuente de energía, que es el trabajo. Que participen en la renta nacional que se vaya consiguiendo con una participación suficiente que les corresponde no sólo por razones de solidaridad sino de justicia… La renta nacional que ahora tenemos no la produce sólo nuestro esfuerzo, la produce también el esfuerzo aportado antes por los que a lo largo del tiempo y en condiciones ciertamente mucho más difíciles fueron creando nuestro patrimonio y las bases que hacen posible esa renta; fueron creando esa España mejor en la que nosotros podemos permitirnos ahora el orgullo de mirar un horizonte de esperanza para nosotros y para nuestros hijos, horizonte del que no podemos dejar al margen precisamente a nuestros padres…». Naturalmente, este discurso y los principios que contiene fueron consultados con Franco, que los respaldó plenamente.

Siempre he sostenido que el problema de las pensiones es un problema de solidaridad, no sólo entre sectores, sino entre generaciones, y no puede tratarse con la frialdad con que últimamente lo tratan algunos desde una concepción puramente individualista de liberalismo económico. No se puede decir a los hombres que cada uno se las arregle como pueda para constituir un capital con el que tener en el futuro una pensión. No sólo porque no es seguro, sino porque es profundamente insolidario e injusto y condenaría a la miseria a los sectores más débiles de nuestra sociedad, que nunca podrían constituir con sus ahorros el capital que les garantice la pensión suficiente, pero sí han aportado su trabajo a la creación permanente de riqueza.

En definitiva, y como no puedo extenderme más en los conceptos doctrinales y políticos que inspiraron la regulación de las pensiones en el Régimen de Franco, lo que sí quiero resaltar es que en 1975, España tenía, como parte esencial de la Seguridad Social, un sistema completo de pensiones, permanentemente actualizadas, que se había ido extendiendo desde los trabajadores asalariados industriales a los hombres del mar, a los campesinos, a los autónomos, a los empleados de hogar, al clero, a los artistas, a los escritores, a los toreros…, en definitiva, a toda la población necesitada de esta protección.

Y la política en relación con los mayores no se quedó sólo en las pensiones, sino que en 1970 aprobamos el Plan Gerontológico Nacional (ese que llevan no sé cuantos años diciendo que quieren aprobar ahora), y empezamos a construir Residencias y Hogares de Pensionistas por toda España a un ritmo que en 1975 suponía inaugurar una Residencia cada mes y un hogar cada semana. Residencias y Hogares se constituyeron en centros de asistencia y convivencia, pero también en centros de rehabilitación y de participación y difusión cultural, comenzándose entonces las exposiciones, conferencias y viajes protegidos que, después, y hay que alabarlo, han conseguido tan notable desarrollo. Avances importantes que hay que fomentar e incrementar con una política integral de mayores, que no debería degradarse ni envilecerse nunca convirtiéndola en instrumento electoral.

* * *

Pero tal vez el avance más importante en materia de Seguridad Social lo constituyó la creación del Seguro de Enfermedad en 1942. Como en otras cosas, el ímpetu revolucionario de José Antonio Girón venció todas las barreras que dificultaron su creación y puesta en marcha. Cuando se habla de la Seguridad Social española, hay que recordar a Pedro González Bueno, Ministro cuando se proclamó el Fuero del Trabajo y se crearon los subsidios familiares, pero es de necesaria justicia decir que su gran impulsor, de acuerdo con las directrices de Franco, fue el Ministro de Trabajo José Antonio Girón. El fue abriendo los caminos y poniendo las piedras fundamentales sobre las cuales pudimos construir y avanzar los ministros que le sucedimos: Fermín Sanz Orrio, Jesús Romeo Gorría, Fernando Suárez, yo mismo… Cada uno iniciamos una nueva etapa o dimos un giro o una impronta nueva a lo que al final ya era de verdad uno de los sistemas de Seguridad Social más completos y avanzados de Europa, que abarcaba a la muerte de Franco al 87,8% de la población española, con un cuadro de prestaciones perfectamente comparable al de cualquier país europeo.

Pero volvamos a la asistencia sanitaria. Como digo en mi libro Valió la pena, los avances del Seguro de Enfermedad (que adquirió tanta importancia que llegó a llamarse popularmente el «Seguro» por excelencia) supusieron inicialmente una tensión con los sectores privados de la medicina y los propios profesionales, que veían recortado su ejercicio profesional libre. Era comprensible su punto de vista. Pero la extensión de un Servicio de Sanidad al máximo nivel para la gran mayoría de la población española era una exigencia de la justicia social. Y requería una ampliación y modernización de la red hospitalaria, entonces escasa, anticuada y deficiente, la creación de ambulatorios o centros de salud y la estructuración, coordinación y jerarquización de servicios. La medicina privada española no estaba entonces en condiciones de abordar este cambio, que tampoco podía ni debía hacerse desde la beneficencia. Había que hacerlo desde la Seguridad Social. Y se hizo. Es cierto que recortamos a la medicina privada y a los médicos el ejercicio profesional libre, pero pusimos en cambio a su disposición instituciones y servicios que mejoraron rápidamente y de forma impresionante su ejercicio profesional y dieron a la gran mayoría amplias posibilidades de promoción y seguridad en el trabajo. Ellos acabaron entendiéndolo y se integraron plenamente en la Seguridad Social, cuya medicina pusieron al máximo nivel de prestigio y eficacia.

Las Residencias sanitarias de la Seguridad Social, a las que no se quiso llamar «hospitales» por el sentido peyorativo que esta palabra tenía entre la población trabajadora, acabaron convirtiéndose en centros no sólo asistenciales, sino de formación e investigación, siendo decisivos a este respecto la labor y el impulso del Dr. Segovia Arana. Y su prestigio ha permitido que puedan llamarse «hospitales», palabra que ya no tiene el sentido peyorativo que tenía cuando se creó el seguro de enfermedad.

Sólo quienes conocen el antes y el después pueden comprender el avance que para la medicina española y para la salud de los españoles supuso la Seguridad Social. La Seguridad Social hizo una auténtica revolución de la sanidad española, no sólo al ponerla al alcance de todos los españoles, sino al dotarla de un nivel de servicios hasta entonces desconocidos. En 1936, en España sólo existían las clínicas privadas (escasas y mal dotadas), para los que podían pagarlas; y los hospitales y servicios de Beneficencia (meritísimos, pero insuficientes, infradotados y masificados), para la inmensa mayoría de la población española. En 1975, España disponía de una de las más modernas y completas redes de Hospitales y Ambulatorios de Europa, y de un cuadro médico capacitado al máximo nivel al servicio de todos los españoles. Entre una y otra fecha está la ingente obra de un Régimen.

Esa obra no puede ser silenciada y olvidada. En todas las principales ciudades españolas se levanta el testimonio de las Ciudades Sanitarias o Residencias hospitalarias sobre las que todavía se sigue apoyando la asistencia sanitaria de los españoles y cuyas fechas de construcción dan fe de cuándo se hicieron. Pensemos, por ejemplo, lo que suponen en Madrid los hospitales de «La Paz», «Puerta de Hierro», «12 de Octubre», «Ramón y Cajal»… Y pensemos en lo que suponen «La Fe» en Valencia, el «Valle de Hebrón» u «Hospitalet» en Barcelona, el «Rocío» en Sevilla, «Cruces» en Bilbao. Y tantos y tantos en todas las ciudades de España… Todos son obra del Régimen. (No de Felipe González como decía, intoxicado por la propaganda, el enfermo de «La Paz» en la anécdota que contamos antes).

En 1975, los indicadores de la Organización Mundial de la Salud colocaban a España en el aspecto de dotaciones sanitarias en el tercio de cabeza de los países desarrollados. Se disponía de 5,33 unidades de hospitalización por cada 1.000 habitantes, muy cerca de la media europea, siendo además la mayoría de nuestros hospitales más modernos. El porcentaje de médicos superaba la media europea… Pero no sólo se trata del número de instituciones o de médicos, es que el nivel de asistencia era tan alto que los no incluidos en la Seguridad Social querían ser asistidos en sus hospitales, pagando lo que fuera. Muchas veces tuve que hacer frente a este tipo de peticiones. Desgraciadamente, la ampliación de la población protegida y de la demanda de servicios, unida a la falta de construcción de nuevos centros y de modernización de los antiguos y a la descoordinación de muchos servicios, ha hecho que el nivel en muchos casos no se haya mantenido. Me duele conocer casos cada vez más frecuentes de beneficiarios de la Seguridad Social que si pueden se pagan ahora un seguro privado.

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La protección de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, que se inició en 1900 y adquirió el carácter de seguro social en 1932, se desarrolló y amplió durante el Régimen, siendo clave a estos efectos la Ley de 1955, en cuanto a los accidentes, y las de 1947-49 y 1961-62 para las enfermedades profesionales. Las posteriores de 1963 y 1972, citadas reiteradamente a lo largo de este trabajo, eran ya reguladoras de la Seguridad Social como un sistema completo, y por tanto incluían en su ámbito de protección los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales con la máxima amplitud. En el orden asistencial, se construyeron modernos centros de Traumatología y llegamos a contar con uno de los centros señeros de Europa en su especialidad: el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.

En 1971 pusimos en marcha el Plan Nacional de Prevención de accidentes de trabajo y dotamos de centros regionales y provinciales de prevención y reconocimiento a toda la geografía española, incidiendo así favorablemente en la sangría abierta que para la vida y la capacidad de los españoles suponen los accidentes de trabajo. El Plan, como tantas otras cosas, se descuidó; no se siguió insistiendo en esta fundamental tarea y la sangría de los accidentes ha vuelto a incrementarse de forma alarmante.

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El Seguro de desempleo se creó en 1961, y antes se había creado el Seguro Escolar, el Montepío del Servicio Doméstico, y más tarde se perfeccionaron y ampliaron la Seguridad Social Agraria y la del Mar. La Seguridad Social se fue extendiendo también a los autónomos, a los escritores, al clero, a los toreros, a los artistas… No vamos a abrumar al lector con una interminable lista de fechas y disposiciones que fueron jalonando los distintos avances parciales. Lo que importa subrayar es que el objetivo de una Seguridad Social completa, que comprendiera a la práctica totalidad de la población trabajadora, con un sistema integrado de prestaciones, se había conseguido en los años sesenta. Los diversos avances parciales se convirtieron ya legalmente en un verdadero Sistema por la Ley de Bases de 1963 y por la Ley de Perfeccionamiento de 1972, tantas veces citadas. Tan importantes y decisivas fueron estas leyes, que las posteriores, que no siempre han mejorado el sistema, las toman siempre como punto de referencia para modificarlas más o menos parcialmente, y luego hacer textos refundidos, hasta el punto de que algunas colecciones legislativas siguen publicándolas para el mejor entendimiento de las normas vigentes.

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Hoy, la Seguridad Social, gracias sobre todo a la obra de Francisco Franco, es una realidad consolidada en el patrimonio del pueblo español, que hay que defender a toda costa.

En este Centenario de la Seguridad Social, tenía la necesidad de llenar silencios y olvidos injustificables, con estas consideraciones, que tratan de hacer justicia a su significación histórica, social y política, y a la tarea de los hombres que la hicieron posible, a cuyo frente está Francisco Franco Y al hablar de los hombres, no me refiero sólo ni especialmente a los políticos. Están ahora en mi memoria centenares, miles de representantes sindicales, de mutualistas, millones de trabajadores y empresarios, sobre cuyas inquietudes sociales y esfuerzo de creación de riqueza fue posible construir tan hermosa obra de solidaridad y justicia, para la convivencia y el bienestar de nuestro pueblo.

AUTOR: Licinio de la Fuente

FUENTE: RAZÓN ESPAÑOLA a través de: Marisa Quel Franco