Por Alejandro A. Tagliavini*
Es hora de descubrir a los demagogos y decir que todos los impuestos caen sobre los más débiles. De hecho, el Estado, la violencia que monopoliza- siempre destructiva- sin dudas es el principal creador de pobreza, sino el único.
Más de 80 multimillonarios publicaron una carta abierta instando a los gobiernos a subir impuestos, “inmediatamente” y de “forma permanente”, a los más ricos para financiar la recuperación. Entre los firmantes está el cofundador de los helados Ben and Jerry’s, Jerry Greenfield, el guionista Richard Curtis, la cineasta Abigail Disney, el exdirector gerente de BlackRock Inc., Morris Pearl, y el empresario danés-iraní Djaffar Shalchi.
Durante años, millonarios como Warren Buffett y Bill Gates han pedido que se les grave más. Hace un año, un grupo que incluía a George Soros, al cofundador de Facebook, Chris Hughes, y a los herederos de Hyatt y Disney, también publicaron una…
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RAMROCK'S BLOG 
Los pobres pagan esas subidas impositivas por partida triple:
1) Porque las subidas de impuestos causan aumento de precios que paga el consumidor final (la mayoría, pobres).
2) Porque los muy ricos se van de dónde los expolian más a donde los expolian menos, desinvierten, y eso causa pérdida de empleos.
3) Porque impiden el ascenso social a las clases menos favorecidas, condenándolas al estancamiento en su nivel.
Los súper-mega-ricos que reclaman «más impuestos a los ricos», posiblemente tienen estos tres puntos en mente, que a ellos les benefician, obviamente:
1) Porque ellos no pagan el costo en realidad, ya que lo hacen recaer en los precios de sus productos/servicios.
2) Porque ellos pueden atesorar sus fortunas en refugios fiscales, inaccesibles para la mayoría de los mortales.
3) Y porque les elimina competidores potenciales.
Conclusión:
El populacho es imbécil si sigue comprando y votando este discurso, que a la postre les perjudica principalmente a ellos. Y por eso mismo, la mayoría tienen luego lo que se merecen. Por idiotas y envidiosos. Lástima los que no somos así, y nos jodemos con los demás aunque disintamos. :-/
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«El pueblo es tonto, se lo cree todo», escribió Perez-Galdos.
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De hecho, es incluso peor que eso: es que en lugar de votar con el cerebro, votan con la vesícula. De ahí la horrorosa calidad de las campañas políticas: todas se basan en azuzar los bajos instintos, como el odio, la envidia, el resentimiento, las ansias de destrucción y venganza, etc…
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