Los sindicatos nos quieren hacer creer que su misión es defender los intereses de los trabajadores, en lugar de vivir del cuento y llenar los bolsillos de sus dirigentes, que es a lo que en realidad se dedican.
Recogemos aquí algunos casos que demuestran la corrupción y las malas formas reinantes en estas organizaciones.
EL ESCÁNDALO DE LAS VIVIENDAS DE PSV
El caso más conocido de corrupción y fraude en los sindicatos españoles es el de las viviendas de PSV, que promovían UGT con el consentimiento del PSOE. Aquellas viviendas que nunca se construyeron y en las que más de 20.000 familias perdieron su piso y sus ahorros. Tuvieron que entregar un millón de pesetas de los de entonces en concepto de señal para poder obtener una vivienda digna, y nunca más se volvió a saber nada de ese dinero ni, por supuesto, de las viviendas. El caso refleja a la perfección la verdadera naturaleza de los sindicatos: estafar a los trabajadores, y salir corriendo con la pasta.
FRAUDE DE 84 MILLONES DE EUROS EN SUBVENCIONES DEL FORCEM
En Andalucía se detectó un fraude de más de 84 millones de euros en las subvenciones del FORCEM gestionadas por los Sindicatos de UGT y CCOO (unos 1.400 millones de pesetas de las de antes). Como en otros casos, algunos de los cursos no se impartieron y se falsificaban firmas, luego se les daban los diplomas a residentes de sus respectivas provincias, que nunca asistieron a tales cursos.
En teoría, el plan formativo incluía cursos de Calidad y Atención al Cliente, Ingles Principiante, Introducción a la Dirección de Empresa, Prevención de Riesgos Laborales en la Empresa, Contabilidad, Auxiliar Administrativo, Internet, Microsoft ACCES, Microsoft EXCEL, Microsoft Word… Un plan de formación que nunca existió en realidad, nadie asistió a tales cursos, pero los altos cargos de los sindicatos sí se apropiaron de unas suculentas suma de dinero.
CONDENA A UN DIRIGENTE DE CC.OO. POR AGRESIÓN
El Juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla condenó en junio de 2005 al secretario de Organización y Finanzas de CCOO-Sevilla, Miguel Ángel Soto, por agredir a una ex trabajadora de la Fundación Andaluza de Fondo de Formación y Empleo (Faffe) cuyo «pecado», a ojos del sindicalista, fue manifestarse en la propia sede del sindicato por considerar que CCOO mantuvo una actitud «cómplice» en sus despidos. Soto le propinó un puñetazo a la ex trabajadora Alicia Carrasco, lo que provocó varias lesiones que necesitaron de atención facultativa. El juez estableció una multa al representante de CCOO de 1.365 euros. Ni que decir tiene que ni el sindicalista (ni el sindicato) se disculparon nunca por los hechos ni pidieron perdón públicamente a la agredida.
UN SINDICALISTA ACUSADO DE EXTORSIÓN Y EXPLOTACIÓN SEXUAL
El secretario de Inmigración del Sindicato de Agroalimentación de Comisiones Obreras de Sevilla, Rafael Belloso, tuvo que comparecer el 29 de septiembre de 2005 como imputado ante un juez, acusado de extorsionar a los dueños de una finca sevillana y de solicitar favores sexuales a sus jornaleros marroquíes como condición para solucionar su situación laboral en España.

