Etiqueta: «POESIA SATÍRICA»

“Conocí a un político”

Avatar de jesaalAnálisis en clave liberal

"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto"«Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto»

Yo conocí a un afiliado
de un partido en coalición,
sus mítines eran dechado
de juramentos y gestión.

Decía, invertiré millones
construiré escuelas, hospitales,
habrá trabajo a mogollones,
también subiré los jornales.

Cuidaré los parques céntricos
ampliaré la circulación,
Os pondré buses eléctricos
prometo, no habrá polución.

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«SABER SIN ESTUDIAR» por NICOLAS FERNANDEZ DE MORATÍN.

 

Aunque esta me la se de memoria desde niño, es muy facil.

D. Nicolas Fernandez de Moratín, uno de los pocos escritores sobresalientes del neoclasicismo español. De esos tuvimos pocos, el siglo de oro fué el anterior, con el barroco, pero desgraciadamente, a la Ilustración se apuntaron pocos, fué también una caida en decadencía.

Y el problema es que esto si que es un mal endémico, ese localismo cazurresco de que «bah, eso es cosa de guiris» y encerrarnos en nosotros mismos, con el consiguiente retraso, es evidente.

El caso es que el poemita tiene su puntito de mala leche, jejejejejejeejejejeje.

SABER SIN ESTUDIAR

Por: Nicolas Fernandez de Moratín.

Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es» 
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho,
un fidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho.

EL ROMANCERO DE ZAPATERO.

Mando buena poesía,
> que en nada dice mentira…
> Tan bien escrita está
> que a nadie ha de molestar:
>
Con diez millones de votos
> De arrepentidos o ingenuos
> Ganaron las elecciones
> Y entraron en el gobierno
> Unos pillos socialistas
> Que se llamaban obreros
> Sin tener un solo callo
> En la yema de los dedos
>
> Gran revuelo entre las gentes
> Causó el acontecimiento
> Hubo bailes y charangas
> Entre la gente del pueblo.
>
> Zapatero y sus compinches
> Habían ganado el duelo
> Al pie del puño florido
> Hicieron su juramento
> Con la rosa por testigo
> Los ministros prometieron
> Dar trabajo, hacer justicia
> Predicar con el ejemplo
>
> Pasaron algunos meses
> Y al llegar al año y medio
> Las rosas ya estaban secas
> Y sus promesas volaron
> Cual hojas que lleva el viento
>
> Todo se llenó de pícaros
> Trepadores y mastuerzos
> Políticos sin gramática
> Donjuanes de medio pelo
> Tragaldabas, tragaperras
> Traga cargos, traga sueldos
> Y en menos que canta un gallo
> Nos dejaron medio en cueros
>
> Las calles y plazas públicas
> Los mercados y paseos
> Se llenaron de chorizos
> Robaperas, descuideros
> Tramposos, trapisondistas
> Mangantes y presos sueltos
>
> La corte de los milagros
> Salió del túnel del tiempo
> Y volvieron los mendigos
> Los parados, los hambrientos,
> Por miles las prostitutas
> Con sus chulos al acecho
> Invertidos, maricones
> Zorras de pelaje nuevo
>
> Ambulantes de la droga
> De esos que llaman «camellos»
> En calzón van pensionistas,
> En perniles los obreros,
> Empresarios en pelotas,
> Contribuyentes en cueros,
> Los ladrones en la calle,
> Los tontos al Ministerio,
> Los ministros en Mercedes,
> Los electores al huerto,
> Indultos a terroristas,
> Y guardias al cementerio.