Un camionero se encontraba trasladando a un grupo de pingüinos hacia el circo. Al pasar por un pueblo, se le estropeó el camión. Ante el temor de que no llegasen a tiempo los animales, le dijo a un pueblerino que pasaba por allí:
– «Oiga, ¿le importaría llevar a estos pingüinos al circo?, le doy cien euros».
– «Sí, hombre, cómo no, ahora mismo voy».
El caso es que el camionero arregló su camión, se dirigió al circo y preguntó:
– «¿Han llegado los pingüinos?».
– «Qué pingüinos, si aquí no ha venido nadie…».
El hombre del camión regresa al pueblo y, en el camino, se encuentra a los pingüinos en fila, con el aldeano por detrás con una vara.
– «Pero, hombre, ¿no le di cien euros para que llevara a los pingüinos al circo?».
– «Sí, señor, y con los 50 que han sobrado, los llevo al cine».


