Etiqueta: INDEPENDENCÍA

Gilipollas sin fronteras. Sabino Arana y Miren Gaztañaga.

Sabino Arana (1.893): 

«La mujer es vana, es superficial, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana. Es inferior al hombre en cabeza y en corazón».

«¿Qué sería de la mujer si el hombre no la amara? Bestia de carga, e instrumento de su bestial pasión y nada más».

«El bizkaíno que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaíno, es por el carácter natural religioso. El español que habita lejos de las poblaciones es impío o como los bandidos andaluces».

«En pueblos tan degenerados como el maketo y maketizado, resulta el sufragio universal un verdadero crimen, un suicidio».

«El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español o no sabe andar, o si es apuesto, es tipo femenino».

«Nosotros, los vascos, evitemos el mortal contagio, mantengamos firme la fe de nuestros antepasados y la seria religiosidad que nos distingue, y purifiquemos nuestras costumbres, antes tan sanas y ejemplares, hoy tan infestadas y a punto de corromperse por la influencia de los venidos de fuera».

 

Miren Gaztañaga (2.017):

 «Los españoles son culturalmente un poco atrasados, me viene la imagen de un cateto».

«Cuando escucho en televisión el Himno de España, me entran ganas de apagar la tele».

https://youtu.be/fDIXh36Ulb4

Hay personas, por llamarlas de alguna manera, a las que se les ha parado el reloj y que 124 años después siguen diciendo las mismas sandeces.

Siempre he dicho que uno de los grandes errores que se han cometido en democracia, ha sido la cesión de  las competencias en educación a las comunidades autónomas.

Lo siento por los compañeros de reparto de esta actriz de tercera división, pero no seré yo el que pague ni un solo € para ver ni una sola película en la que participen personajes como esta «basura infecta».

Origen: Gilipollas sin fronteras. Sabino Arana y Miren Gaztañaga.

EL HOMBRE DE MI VIDA ME HA DEJADO….

 

Después de treinta años de desvelos, de darlo todo por él, de esperarlo despierta cuando salía con los amigotes, se ha ido de casa.

 

Y no es que se haya ido con otra, que eso lo entendería. ¡No! encima

tiene la poca vergüenza de decirme:

 

– Mamá, es que necesito espacio. Ya soy mayor.

 

¡Mayor! Pero ¡¡¿dónde va esa criatura con 30 añitos?!!? Ahora, que yo

se lo he dicho, ¿¿eh??

 

– Parece mentira, dejarme tan pronto, hay que ser mal hijo…

 

Y me dice:

 

– Pues Jesucristo se fue de casa con 30

 

– ¡Y mira cómo acabó! ¡No llegó a los 34!

 

En fin… Ya lo voy llevando mejor… Pero el día que se fue, yo creí

que me daba algo. El niño allí, recogiendo sus cositas. Cuatro

chorradas, porque… ¿Qué se va a llevar el pobre, si no tiene nada

suyo? …. Pues todo lo nuestro. Pero fui yo la que se lo dije:

 

– Anda, tonto, llévate la tele pequeñita… y el DVD… y la

minicadena… y ¡la lavadora!

 

Pero ¡es más bueno! Ahí ya me dijo:

 

– No, mamá, la lavadora, no… que no tengo ascensor. Ya me la traes

tú cuando vengas a verme

 

¡Mi niño! Menos mal que no tengo tiempo de pensar en él, porque estoy

todo el día ocupadísima haciendo croquetas para mandárselas.

Que si no, se pasa la vida llamando a Telepizza. Y cuando estoy liada

en la cocina, mi marido viene por detrás, como un niño chico, a

robarme las croquetas. Y yo:

 

– ¡Deja eso ahora mismo! ¡Que son para el niño!

– ¿¿Y yo qué ceno??

– ¡Pues yo qué sé,..! ¡Llama a Telepizza!

 

Pero luego me da pena, el pobre… que, al final, siempre le digo:

 

– Andaaa… déjalo… Ya llamo yo: ¿margarita o cuatro quesos??

 

Bueno, y me he comprado un móvil, que puedo hablar con el niño el

tiempo que quiera por cinco euros. Eso sí, sólo podemos hablar de ocho

a diez, como en la cárcel… Pero, a veces, no aguanto más y lo llamo

fuera de horario, a escondidas de mi marido. Que parece que tengo un

amante:

 

– Cariño, te tengo que dejar, que ha llegado papá

 

Y cuando mi marido me pilla:

 

– ¡Ha llamado él, ha llamado él! Venga, rey, anda, no seas bobo…ya

te llamo yo luego… Huy… qué mimoso está… Éste en dos días esta

aquí de vuelta, ¿¿eh Manolo??

 

Pero, por fin, cuando dan las ocho, y ya puedes hablar con él,

libremente, de todas nuestras cosas…

 

– Hola lechoncito, soy mamá… ¿Qué tal el día??

– Bah…

– ¿Qué haces?

– Pssss…

– ¿Has cenado ya??

– Pschá…

– Bueno, no tienes ganas de hablar, ¿¿no??

– Bah…

– Bueno, pues adiós. ¡Manolo, el niño me ha colgado el teléfono!

 

Y mi marido:

 

– Cariño, es que te pones muy pesada…

– ¡Ahhhh! ¿Pesada yo? ¡Pesada tu madre, que hay que ir todos los años

a ponerle flores!

 

Al principio no te atreves a tocar nada de su habitación, porque

tienes la esperanza de que tu hijo se dé cuenta de que no puede vivir

sin ti y vuelva. Pero la semana pasada… abrí los ojos. Le llamo, y

me sale una voz de mujer:

 

– ¿¿¿Diga???

 

Y colgué inmediatamente. Volví a marcar… y ya me sale el niño. Y le digo:

 

– Oye, ¿quién era ésa?

 

Y él:

 

– Una amiga

– ¡Ay, menos mal! Creí que era otra madre… Bueno, ¿¿y qué estáis haciendo??

– Pues nada, comiendo…

– ¡Ah, muy bonito! ¡Yo todo el día encerrada en la cocina para que

venga una guarra cualquiera a comerse mis croquetas!

– No, si ella no come, no le gustan…

– Ah, ¿no le gustan? Mírala, qué fina…

 

Ahí me enfadé tanto que decidí hacerle caso a mi marido y convertir la

habitación del niño en el cuarto de la plancha. Y me pongo allí a

organizar el altillo… sus libros, sus cómics, sus revistas porno…

Y de pronto, me dije: «¿A ver si las va a necesitar?» Claro, porque

cualquier pretexto es bueno para ir a ver a tu hijo… Pero, de

repente, encontré la excusa perfecta: su ajedrez del centenario del

Atleti. Con el sacrificio que hizo para reunir las piezas, ¡que estuvo

un mes comprando el periódico. Así que al día siguiente le llevé un

peón… Al otro, un alfil…Al otro, una torre… Y él:

 

– ¿Pero no me puedes traer todas las fichas a la vez??

 

Y yo:

 

– Ah… es que como te hizo tanta ilusión reunirlas por entregas…

 

Y mi marido se hace el duro, pero también tiene sus sentimientos, eh?

El otro día fui yo quien le pillé a él hablando con el niño fuera de

horario, y con una voz de angustia le decía:

 

– Hijo mío… ¡mándame una croqueta…!

 

Ahí me di cuenta de que me estoy pasando… Que hay un montón de

experiencias nuevas que vivir con mi marido. Así es que voy a empezar

a disfrutar de esta segunda luna de miel. Voy a ver si lo animo, y nos

vamos juntos a… llevarle la lavadora al niño. Y así el pobre prueba

las croquetas, que está tan flaquito que parece que el que se ha

independizado es él.

CATALUÑA INDEPENDIENTE.

 

Los españoles deberíamos convocar un referéndum para darle la independencia a Cataluña.
Seguro que prosperaría, y el resultado sería algo así:


Cataluña se convertiría en un Estado independiente, como es hoy Túnez o Marruecos. No pertenecería a La Unión Europea , ya que, para ello, tendría que solicitar formalmente su adhesión y cumplir con los requisitos previos; esto podría durar años. Además, España tendría que dar el visto bueno para su entrada, y, podría oponerse durante más años todavía. Tendría su moneda propia que podría ser el “catalino”, por poner un ejemplo.
Estarían separados de España y de Francia por una frontera bien definida, controlada por Aduanas, o por los antiguos fielatos, donde tendrían que pagarnos los correspondientes aranceles.

Como no pertenecerían a la Unión Europea para conseguir cualquier mejora en sus relaciones con Europa tendrían que obtener el apoyo de España. Su moneda tendría un cambio flexible con el euro y probablemente se devaluaría con lo que, para evitar una inflación importada, tendrían que trabajar más que ahora, pagar más impuestos que ahora y ser más pobres que ahora.

Los españoles allí residentes tendríamos pocas diferencias con el trato discriminatorio que recibimos hoy. Al estar en un país extranjero tendríamos que educar a nuestros hijos, como ocurre hoy, en catalán. Y si quisiéramos montar negocios, como ocurre hoy, tendríamos que hacerlo en catalán, o sea, que para nosotros los españoles habría poca diferencia con lo que nos ocurre hoy. Pero su trato hacia nosotros mejoraría porque les aportaríamos nuestra divisa, los euros. Y siempre al cambio saldríamos ganando.

Para poder renovar su actual Carnet de Identidad español, los catalanes tendrían que demostrar que tienen una residencia fija en España y que pagan sus impuestos en España. Lo mismo les ocurriría con el Actual Carnet de conducir español, la tarjeta de la Seguridad Social , etc. Incluso les podríamos pedir Visado de entrada cuando quisieran hacer turismo en España.

Nosotros, el resto de los españoles, nos ahorraríamos todo el coste que hoy nos cuesta su Seguridad Social, sus pensiones, su paro, sus vacaciones, etc. Y lo mismo con lo que nos cuesta hoy mantener a los inmigrantes que ahora residen allí, que cada vez son más numerosos, sobre todo los que provienen de países árabes.

Todos los que tenemos el dinero en alguna entidad de allí, podríamos depositarlo en el Santander, o el BBVA o Caja Madrid, que al final revertiría en la empresas españolas; por no hablar de las participaciones que tiene las entidades financieras catalanas en las principales Compañías españolas, habría que obligarlas a devolver las acciones ya que, al no pertenecer a Europa, el gobierno español podría “nacionalizar” las mismas.

Nos ahorraríamos todo lo que hoy nos cuesta la cantidad de Diputados y Senadores catalanes que nos desprecian. Sus viajes en primera a Madrid, sus estancias en hoteles de lujo, sus dietas, sus vacaciones, sus sueldos millonarios de por vida, sus guardaespaldas, sus comilonas, etc. Y serían sustituidos por Diputados y Senadores españoles que trabajarían por España. Nos ahorraríamos los traductores que ellos nos exigen, cuando solo por buena educación deberían hablar en español, idioma en el que todos nos entendemos. También ahorraríamos en las “embajadas” que tienen por todo el mundo. Dejaríamos de pagar a los Mozos de Escuadra que, por si no lo sabes, no los paga la Generalidad , sino el Ministerio del Interior, como a los Policías y a los Guardias Civiles, sólo que les paga más.

Los ríos que nacen en España y luego entran en Cataluña podrían ser desviados para regar zonas secas de España, y no como ocurre ahora que hay que pedirles permiso para hacerlo así y que siempre lo deniegan. Además podríamos construir un buen pantano en el Ebro en la provincia de Zaragoza y convertir en regadío el desierto de los Monegros.

El cava se lo pueden meter por el culo, ya que tendrían que pagar impuestos a la exportación, y no olvidar que el 80% del cava catalán se vende en el resto de España. Nosotros no tendríamos inconveniente en tomar champán francés (que con los impuestos saldría por el estilo de precio) o la buena sidra asturiana , que fresquita está de muerte, y los asturianos son unos chicos muy majos que se sienten orgullosos de haber iniciado la reconquista desde Covadonga.

Si necesitaran dinero para hacer carreteras, para ampliar sus puertos y sus aeropuertos lo podrían pedir prestado a España, claro que, pagándonos los correspondientes intereses y gastos. Podrían tener su selección de fútbol, y el Barca jugaría la liga con el Nastic, el Reus y el Sabadell, así generaría buenos ingresos para futuros fichajes. Además, ganaría siempre la liga, ya que no tendría rival. Lógicamente Messi, Pujol, Busquets, Xavi, Iniesta, Valdés, Pedrito, Alves, etc. buscarían equipos más competitivos en España o Italia, pero esto, a los catalanes de pro, no les importaría mucho, lo importante sería “sus señas de identidad”.

Pero por encima de todo, los españoles, nos liberaríamos de una buena cantidad de gente que nos desprecia, de políticos que solo piensan en su tierra, y de un montón de gente que nos usa según lo que les conviene y que muchas veces lo hacen con el dinero de los impuestos que pagamos el resto de los españoles.

Será divertido verles allí macerándose en catalanismo. Y cómo, mirándose unos a otros, descubrirán con asombro lo pequeños que son al no pertenecer a España.