O estamos obnubilados o nuestra incultura es tan supina que no comprendemos lo que es el cerdo para España.
Desde el hábitat que existe gracias a ellos base de un tipo de campo y de nuestro medio ambiente, la dehesa, con una vegetación rica en encinas, alcornocales, robledales y también castaños y algarrobos, a los cientos de miles (millones) de personas dependientes en la cría y un amplio espectro de especialistas hasta llegar, transformado en centenares de productos y fresco a nuestras mesas, viven del cerdo. España, su economía, su vida de sociedad, su cultura, su naturaleza no puede prescindir del CERDO.
Si a un niño no se le enseña a comer todo tipo de alimentos tendremos una generación de “no me gusta” y lo que es peor, una generación de padres aún más peligrosa, de “mi niño no come eso o eso” porque el niño decide.
España ha sido, es y debe seguir siendo un país con una gastronomía rica, amplia, conocida en todo el mundo y esto y esta industria no puede estar orientada y muchísimo menos recibir instrucciones y exigencias de una emigración que por motivos personales no comen cerdo. ¿No sabían que en España se usa cerdo hasta en la mejores cremas contra las grietas de los pies?
Mis hijos deben acostumbrarse al sabor del cerdo como al de otros alimentos y nuestros hijos realizan 5 comidas a la semana en la escuela.
Que niños por alergias, enfermedades, tratamientos médicos, principios éticos, vegetarianos o religiosos no puedan o no quieran tomar ciertos alimentos y necesitan dietas especiales no soy quien se opone a que sean atendidos escrupulosamente. Y ahí terminan sus derechos. Obligar a que el resto de los escolares no puedan comer cerdo, que en las cocinas no se pueda cocinar cerdo es tan inconsecuente como si niños celiacos exijan que la alimentación y manipulación de alimentos sea condicionada a su incómoda situación. Practicantes de otra religión tienen dos frigoríficos porque ni ahí colocan algunos alimentos juntos. Por favor, una escuela y su cocina no es la cocina de la sede de ONU.
Hace dos años, 2013, el alcalde Antibes (Francia) ante esta absurda situación contestó por carta a un padre musulmán el porqué de servir cerdo en las escuelas y sobre todo el por qué no dejarían de servirla.
Ya está bien de abusar de nuestra hospitalidad, de nuestra sociedad. Tanto estos visitantes como quien por motivos políticos, andan mareando la perdiz (votos) deben comprender que no se trata de comer o no comer un producto, sino que no podemos permitirnos el lujo, por el capricho de unos pocos, frenar el desarrollo alimentario de nuestros hijos que serán impedidos de comer cerdo y el cerdo es una de las bases de nuestra economía, empezando por el lugar de cría. Estoy al corriente de otras clases de cría, veo los precios.
ANEXO: Carta del alcalde Antibes en francés y en español:
– Para que los musulmanes comprendan que deben adaptarse a Francia, a sus costumbres, a sus tradiciones, a su modo de vida, ya que son ellos los que han elegido emigrar.
– Para que comprendan que deben integrarse y aprender a vivir bien en Francia.
– Para que comprendan que son ellos los que deben modificar su modo de vida y no los franceses, que los han acogido generosamente.
– Para que comprendan que los franceses no son xenófobos ni racistas, puesto que han aceptado a numerosos emigrantes musulmanes (al contrario que los musulmanes, que no aceptan a los extranjeros no musulmanes en sus paises).
– Que los franceses, como otros muchos países, no piensan renunciar a su identidad, a su cultura, a pesar de los golpes de los islamistas.
– Que si Francia es una tierra de acogida, no es la ministra Filippeti y el gobierno de izquierda quien acoge a los extranjeros, sino el pueblo francés en su conjunto.
– Que comprendan, al fin, que en Francia, con, y no a pesar de, sus raíces judeo-cristianas, sus árboles de Navidad, sus iglesias, y sus fiestas religiosas, la religión debe quedarse en el estricto dominio privado, y la alcaldía tiene razón cuando rehusa todo compromiso al islam y a su religion (la sharia).
– A los musulmanes, a los que molesta la laicidad y que no se encuentran bien en Francia, les recuerdo que existen 57 magníficos países musulmanes en el mundo, la mayoría de ellos medio poblados y dispuestos a recibirlos con los brazos abiertos para respetar la ley de la sharia.
– Si habéis dejado vuestros países para venir a Francia y no para ir a otros países musulmanes, con vuestras mismas costumbres, es porque habéis considerado que la vida en Francia es mejor que en otros lugares.
– Preguntaos sólo una vez : ¿Por qué se está mejor en Francia que en el lugar de dónde venís? Pues, en efecto, el menú con carne de cerdo forma parte de la respuesta.