Etiqueta: FEMINISMO

Los hombres princesita: la verdadera masculinidad tóxica

La mujer sensual y lista despierta rencor y envidia en el hombre princesita. Ante ella adopta una actitud de altanería y soberbia.

Irene González

Quizá el origen de todo esté en la música indie. Esa desgracia musical que inutilizó los cerebros de una generación, atormentada en su egocentrismo, impregnándolos de debilidad y desprecio por lo valioso, para ocultar sus complejos ante la masculinidadTodo vestigio de hombría quedó denostado al crear al pusilánime, al eterno adolescente, al hombre princesita. Un subgénero del hombre moderno heterosexual.

El anhelo de ligar, de conectar. Ese interés, esa torpe curiosidad rodeada de errores y ganas de ver, tocar y vivir a la otra persona por encima de cualquier miedo, insignificante ante el calor del otro. Ligar muchas veces implica interrumpir, quizá molestar, insistir o sentirse ridículo, pero siempre es atreverse. Ser capaz de vencer ese instante de salto al vacío es un alarde natural de virilidad, aunque en muchas ocasiones no surta efecto. Siempre fue cosa de dos. Una especie de baile donde cada uno hace lo que puede y el valor va cambiando de lado, al paso.

Toda esa excitante y extraordinaria tentación ha sido sustituida en la vida posmoderna por una reacción en redes, un «me gusta», que sin palabras no es más que un bucle de emoticonos a ninguna parte. Sé que es difícil no caer rendida de deseo ante este absurdo, que lleva a refugiarse en una película de Marcello Mastroianni. Pienso en la masculinidad destruida que representan los hombres princesita y me invade la desolación ante el declive estético de la seducción y el amor, tras el que hay un oscuro vacío moral.

El princesita está tan acomodado en su cobardía que la ha transformado en pereza sexual y desidia emocional. Su apatía posmoderna le incapacita para vivir el vigor del deseo, tan alejado de la necesidad y el ansia de consumo. Tiene más miedo a mostrar un natural interés por una mujer y no ser correspondido, que a perderse lo que pueda vivir. Este desdén ante el sexo que requiere moverse del sofá hay quien lo interpreta como una desgana ante la falsa sensación de abundancia. Las redes le han hecho preso del espejismo de ilimitadas opciones y experiencias. Una generación atrapada y agitada en la saturación de un scrolling infinito que deja un vacío aturdido y demasiado cansado como para sentir ante la vida real que se escapa, mientras se intenta huir de ella en esa pantalla, en esa rueda de hámster. Hacerse next a uno mismo.

Hombres princesita: cobardía emocional

Atrapados en el síndrome de María Antonieta, el hombre princesita necesita ser buscado, elogiado e invitado hasta tenerlo en bandeja para muchas veces desdeñarlo. Un ego débil, caprichoso e infantil que necesita alimentar la sensación de exceso. O algo mucho peor, aparentar un carácter bohemio que su cobardía emocional nunca le podrá dar. La mujer sensual y lista despierta rencor y envidia en el princesita, ante la que adopta una actitud de altanería y soberbia. Le da tanto miedo no ser deseado por ciertas mujeres que opta por el desprecio para ocultar sin éxito su falta de hombría. Lo que más valora es la facilidad de acceso y deshecho, la comodidad que le permita disfrazar sus limitaciones, masculinidad destruida.

El feminismo de tercera ola ha hecho mucho daño a las guapas. Sin piropos, ni caballerosidad, ni amor romántico. Ahora todo es un asco.

La ampliación del concepto de violencia sexual hasta el absurdo ha dado refugio a los depredadores al permitir que se confundan con el que mira a la chica que le gusta. (No te quedes ahí, ve a hablar con ella).

Este escenario sirve como excusa para camuflar su pusilánime existencia esperando impávido que vayan a cortejarle. Tan infantil como insustancial murmulla: «que se acerque ella, estamos en el siglo XXI». Terror. El princesita además de poco hombre no es muy listo.

La iniciativa no es y no debe ser exclusiva de los hombres, pero tampoco de las mujeres como pretenden. El posmofeminismo ha conseguido que las mujeres se encarguen de todo, de parir y de invitarles a salir. «No, que me denuncian», «igualdad», contesta el princesita —lo peor es que son unos aburridos. Pocas cosas más antieróticas que un tipo pidiendo cuotas de igualdad para él en el momento de «ligar».

Que hoy nazcan niños en este mundo del absurdo sentimental es un milagro. Se dedican estudios a la incidencia del precio del alquiler y los salarios en la baja natalidad. Nadie habla de los puentes destruidos entre los que son iguales y naturalmente algo distintos. Toda diversidad se celebra, menos la existente entre sexos. Se fomenta la confusión y se enaltece la fugaz compañía, sin capacidad para conocer el deseo, normalizando el desprecio al amor.

La verdad de una sociedad está en las costuras de cómo nos relacionamos y aproximamos a la intimidad. El lugar que ocupa en cada uno la posibilidad del amor, que no es tan frecuente como las parejas estables. Ahora la soberbia, el miedo, la envidia y la desidia llenan un espacio ausente de ternura y curiosidad hacia el otro a la hora de explorar una conexión real, una intimidad. Lo que más anhelan los hombres y mujeres supervivientes de la posmodernidad.

© Voz Populi

Y para que nada falte a nuestra condena a ser dilapidados en plaza pública por manifiesto delito de heteropatriarcado y masculinidad tóxica, he aquí La fortuna de ser mujer, una película con los grandes Sofia Loren y Marcello Mastroianni.

Las nuevas víctimas de la izquierda: niños y hombres

Buena parte del clima de persecución de lo masculino abanderado por la izquierda nunca se habría producido sin la manipulación sistemática de sus medios de comunicación

Por: ITXU DÍAZ

Fueron los Gobiernos. El cierre de escuelas prolongado en el tiempo, especialmente criticado en Estados Unidos, ha causado «un daño enorme a la educación de los jóvenes», según explican los editores de National Review. Los resultados en Matemáticas o comprensión lectora de la Primera Evaluación de Progreso Educativo en Estados Unidos son aterradores: «Atrás quedaron para siempre los días en que los educadores aseguraban al público que los niños son resistentes y se adaptarán y se recuperarán de la pandemia». No es casualidad que, frente al desprestigio de la pública, «las escuelas privadas que permanecieron abiertas y brindaron a los padres opciones gratuitas sobre mascarillas y vacunas» estén prosperando. La lluvia de dinero público que Biden arrojó en las escuelas para paliar el daño de la pandemia en la educación de los niños, por otra parte, no fue para ayudar a los estudiantes, los más perjudicados, sino para «los agentes del statuo quo educativo». 

Una y otra vez descubrimos que las iniciativas políticas de la izquierda, incluso cuando a veces suenan bonitas, no funcionan, y tienen consecuencias nefastas. La campaña global de demonización del hombre ha comenzado a dar sus frutos después de muchos años de martillo. En nada ha beneficiado a la mujer, por supuesto, más allá de crear un nuevo enfrentamiento extra dentro de la sociedad, y a cambio, ha empezado ya a dejar síntomas preocupantes en los hombres, tal y como detalla Casey Chalk en The Federalist

«Estados Unidos está presenciando problemas sin precedentes con sus hombres», relata Chalk, «el porcentaje de hombres que busca títulos de educación superior está disminuyendo vertiginosamente», antes de señalar que también están decayendo su esperanza de vida, ingresos, y niveles de testosterona –con sus consiguientes problemas de salud-. «El sufrimiento masculino contribuye al sufrimiento general de Estados Unidos», apunta: «Porcentajes significativos de la población estadounidense crecen en hogares sin padre, lo que sitúa a los niños en mayor riesgo de pobreza, conflictos de comportamiento, problemas de salud y ausentismo escolar». 

En resumen, y tal vez sea lo más novedoso del planteamiento: «La crisis masculina en Estados Unidos es una crisis social», mientras que la única respuesta de la izquierda es «desprecio y burla». Lo que requieren los hombres, concluye Chalk, y por tanto la sociedad, no es caer en el ridículo sino «la restauración». 

Buena parte del clima de persecución de lo masculino abanderado por la izquierda nunca se habría producido sin la manipulación sistemática de sus medios de comunicaciónOtro informe de The Federalist expone ahora la dramática caída de rentabilidad, popularidad y credibilidad de los medios progresistas americanos, pero señala que les resulta indiferente a las élites de izquierda que los sustentan, porque unas pocas pérdidas «son un precio notablemente bajo a pagar por controlar el resultado de las elecciones». Se trata de algo que hemos experimentado también en España, especialmente en los últimos años. 

Una de las víctimas evidentes del enfrentamiento orquestado entre hombres y mujeres es la familia, sustento básico de estabilidad tradicional, escuela de valores, y refugio emocional, lo que la ha situado en las últimas décadas en el principal objetivo a abatir por la izquierda. Y dentro de esa guerra contra la familia, el aborto ocupa un lugar central. Luke Larson, de The American Conservative, propone a Occidente mirar hacia Hungría y sus políticas a la hora de encontrar fórmulas para preservar la vida de los no nacidos, y potenciar políticas familiares. 

La estrategia de la derecha húngara contra el aborto esconde una importante novedad con respecto a las habituales en otras latitudes occidentales: «Los enfoques provida estadounidense y húngaro difieren en una forma clave: Hungría se enfoca en usar al gobierno para eliminar las razones que llevan a las mujeres a buscar el aborto en primer lugar», enfocando especialmente sus esfuerzos, no tanto en cambiar la ley, sino en ofrecer financiación a las familias en apuros y contribuir al cambio de mentalidad mediante mensajes e iniciativas simbólicas gubernamentales a favor de la familia. Durante la era socialista, la propaganda del gobierno húngaro sobre el aborto se convirtió en la punta de lanza de una guerra cultural, ahora esa misma técnica a la inversa para fomentar la familia está logrando que la opinión pública en Hungría vuelva a considerar a los niños como un regalo y no como una carga. 

El privilegio femenino / Female privilege

FEMINAZIS2

El feminismo ha descrito al género masculino como privilegiado y al femenino como oprimido. Sin embargo, un análisis tanto de la situación actual como de la realidad histórica nos muestra un cuadro mucho más complicado en el que ambos sexos son simultáneamente privilegiados y oprimidos en distintas áreas de la vida.

Nuestra entrada tratará sobre el privilegio femenino, y para ello traduciré dos listas: la de Ballgame, publicada en Feminist Critics, y la de Sweating Through Fog. Recordemos que los autores son estadounidenses y por tanto habrá algunas diferencias culturales (por ejemplo la número 14 de Ballgame no se aplica a los países hispanohablantes). Si bien las dos listas repiten algunos puntos, la de Sweating Through Fog me gustó más, pero ambas son complementarias al abordar distintos aspectos del privilegio femenino.

A continuación mostramos la lista de Ballgame. En negrita encontrarán los puntos que considero más universales y/o relevantes.

Como mujer…

1. Tengo muchas menos probabilidades de morir asesinada que un hombre.

2. Tengo muchas menos probabilidades de terminar suicidándome que un hombre.

3. Tengo menos probabilidad de ser víctima de una agresión violenta que un hombre.

4. Probablemente me han enseñado que es aceptable llorar.

5. Probablemente viviré más años que un hombre.

6. La mayor parte de la gente no considerará que mi valor como persona está exclusivamente vinculado a cómo de alto asciendo en la jerarquía [laboral].

7. Tengo muchas más posibilidades de ser considerada una compañera sentimental valiosa para alguien, incluso si no tengo empleo y apenas dinero, que un hombre.

8. Se me proporciona mucha más libertad para formar amistades íntimas que a un hombre.

9. Mis probabilidades de sufrir una herida o enfermedad relacionadas con el trabajo son significativamente inferiores que para un hombre.

10. Mis probabilidades de morir en el trabajo son una pequeña fracción que las de un hombre.

11. Si rechazo pelear [físicamente, cuando me desafían], es poco probable que esto dañe mi reputación con mis iguales o que se ponga en cuestión mi valía como compañera sexual.

12. Normalmente no se espera que sea capaz de ejercer la violencia. Si carezco de esta capacidad, generalmente no será percibido como una nefasta deficiencia personal.

13. Si nací en Norteamérica después de la Segunda Guerra Mundial, puedo tener la certeza de que mis genitales no fueron mutilados poco después de nacer, sin anestesia.

14. Si intento abrazar a un amigo en un momento de júbilo, es mucho menos probable que mi amigo se cuestione mi sexualidad o se retire incómodo.

15. Si busco consuelo en el abrazo de un amigo íntimo, podré preocuparme mucho menos sobre cómo mi amigo interpretará el gesto o si mi valía como miembro de mi género será cuestionada.

16. Generalmente no estoy forzada por las reglas de género a portar una armadura emocional en mis interacciones con la mayoría de las personas.

17. Con frecuencia soy el centro emocional de mi familia.

18. Se me permite llevar ropa que indica “vulnerabilidad”,  “delicadeza” y “ser juguetona”.

19. Se me permite ser vulnerable, juguetona y delicada sin poner en cuestión mi valía como ser humano.

20. Si interactúo con los niños de otras personas (particularmente gente que no conozco muy bien), no tengo que preocuparme demasiado de que la interacción sea malinterpretada.

21. Si tengo problemas ajustándome a algunos aspectos de las exigencias de género, tengo muchas más posibilidades que un hombre de encontrar una audiencia comprensiva para discutir lo irrazonable de la demanda, y una menor probabilidad de que mi rechazo a ceder me haga ser percibida como inadecuada para mi género.

22. Tengo menos probabilidad de que se me avergüence por ser sexualmente inactiva que un hombre.

23. Desde mi tardía adolescencia hasta la menopausia, para la mayor parte de los niveles de atracción sexual, es más fácil para mí encontrar un compañero sexual a mi nivel de atractivo que para un hombre.

24. Mi papel en la vida de mi hijo se percibe generalmente como más importante que el papel de su padre.

Ahora la lista de Sweating Through Fog. Una vez más, marcaré en negrita los que considero más universales y/o relevantes. He añadido un hipervínculo para corroborar la afirmación sobre las distintas penas por el mismo delito.

Como mujer…

1. Estoy menos presionada que otros para que participe en conductas arriesgadas, peligrosas y poco saludables: una de las razones por las que vivo más que otros.

2. Puedo escoger profesiones menos lucrativas y no ser llamada una perdedora.

3. Si no llego a la cima de mi profesión, está bien. La gente no juzgará que soy menos por ello.

4. Tengo derecho a los beneficios de una sociedad segura y ordenada, pero nadie espera que ponga en riesgo mi seguridad personal para mantenerla.

5. Tengo el derecho de que la inmensa mayoría del riesgo sufrido en defensa de mi país recaiga sobre los hombros de otros.

6. Se me permite evitar la violencia, e incluso huir de ella, sin arriesgarme a que se rían de mí.

7. Si veo a alguien en peligro, se me permite parar y pensar cuidadosamente sobre el riesgo que corre mi persona antes de salvarlo, sin que mi coraje sea puesto en duda.

8. Tengo el derecho de evitar desafíos peligrosos y arriesgados sin que se me llame cobarde.

9. Cuando soy niña se me permite llorar y decirle a mis padres que tengo miedo de algo. Mis padres no estarán decepcionados conmigo.

10. Tengo el privilegio de que las profesiones realmente peligrosas sean ocupadas por otros.

11. Si cometo un crimen, recibiré menos tiempo en prisión por el mismo delito.

12. Cuando me encuentro con otros en una aterradora situación de vida o muerte, tengo el derecho a que se me evacúe primero, una vez que los niños están a salvo. Los otros pueden esperar.

13. Si acabo asesinada como parte de alguna atrocidad, la gente estará especialmente furiosa y llamarán la atención al hecho particular de que fui asesinada. Cuando otros son asesinados, no es tan escandaloso.

14. Tengo derecho a entregar a mi hijo en adopción, y por tanto rechazar totalmente cualquier responsabilidad financiera y personal que de otra forma tendría.

15. Puedo escoger si quiero ser madre o no, sabiendo que la sociedad presionará al padre para que cumpla con sus responsabilidades financieras, quiera o no quiera.

16. Si soy atacada, espero que otras personas no involucradas y a salvo vengan a defenderme.

17. Si veo a alguien ser atacado, no se espera que ponga en riesgo mi seguridad para defenderlo. Está bien si yo espero a que otros intervengan, y al mismo tiempo está bien si yo critico a otros por no hacerlo.

18. En una disputa relacionada con la custodia, se presupone que soy el mejor progenitor y el más seguro.

19. Tengo el derecho de interactuar con niños que no son míos sin que la gente me mire de modo sospechoso.

20. Si elijo ser madre, la gente lo entenderá si quiero concentrarme exclusivamente en el cuidado diario y personal de mis hijos. La sociedad espera que mi esposo gane el suficiente dinero para hacer que esta opción sea posible.

21. Puedo ser realmente ofensiva cuando alguien me enfada, y llamarlos feos, perdedores, frikis, asquerosos, repugnantes, basura, pusilánimes, pervertidos, gordos [etc.]. Después de todo, tengo el derecho a que no se me trate cruelmente en el trabajo, y el derecho a no escuchar cosas desagradables que puedan hacerme sentir incómoda. Tengo recursos legales si ese derecho no es respetado, y tengo el derecho de dejar eso perfectamente claro en mi entrevista de trabajo.

22. Se me permite aceptar mis cualidades espirituales, adoptar una visión de la vida más elevada y refinada, porque otros pueden encargarse de todo el “trabajo sucio”: jardinería [¿yard work?], recolección de basuras, construcción, pesca, minería, alcantarillado, limpieza de las calles, transporte de larga distancia, manejo de equipajes, pintura, granallado y cementado.

23. Si fracaso en algo, puedo ir a la universidad y estudiar las fuerzas históricas y constructos sociales que hacen la vida más dura para gente como yo. Si otros fracasan, es que no tienen lo que hay que tener.

24. Si fracaso en casi todo, siempre puedo enseñar cursos universitarios que explican por qué gente como yo fracasa tanto.

Los puntos 23 y 24 son más una mofa de los feministas profesionales que un privilegio femenino, pero es cierto que el feminismo permite a la mujer culpar al Patriarcado de sus fracasos, algo que el hombre no puede hacer.

Por supuesto las listas no abarcan todo, y hay muchas otras que tratan este tema como la de Women in Higher Education. De hecho, existe un blog dedicado al tema llamado This Is Female Privilege. Como mencioné al principio, sin embargo, no podemos perder de vista las diferencias culturales, pues los géneros no interactúan igual en todas partes.

Por el momento me gustaría añadir algunos privilegios más. Por ejemplo:

1. Mi falta de agresividad no es percibida como una deficiencia de mi personalidad.

2. La timidez o introversión no suponen un obstáculo tan grande para encontrar pareja como lo sería en un hombre, ni pondrán en cuestión mi valía como miembro de mi género.

3. Puedo disponer de la casa como me plazca, dictando la organización del espacio y su decoración, para que refleje mis prioridades y personalidad.

4. La opresión, dificultades y problemas que experimenta mi género son reconocidos por la mayor parte de la opinión pública y reciben atención especial tanto de las instituciones estatales como de las universidades.

5. Tengo el privilegio de desconocer que mis privilegios existen (como se dijo sobre el privilegio masculino en Amptoons).

Ahora la gran pregunta: ¿Es justo llamar a todos estos puntos “privilegios”? Sinceramente, y a pesar de haber escrito esta entrada, el concepto de privilegio no es tan adecuado cuando hablamos de género (sea el masculino o el femenino) como cuando hablamos de raza, que fue para lo que se ideó, y específicamente para la situación en Estados Unidos. El concepto de privilegio fue creado como categoría de análisis en 1965 por Theodore W. Allen, partiendo de las teorías de Du Bois. No sería hasta 1988 cuando Peggy McIntosh establecería un paralelismo entre el privilegio racial de los blancos y las diferencias entre hombres y mujeres para crear el concepto de privilegio masculino.

El gran problema es que, a grandes rasgos, el privilegio racial no funciona como el privilegio de género. El privilegio racial de los blancos, primero legal y luego social, no implica ninguna obligación legal o social para el blanco, y desde luego ninguna contrapartida ventajosa para el negro. En los roles de género, sin embargo, no ocurre así. Por ejemplo, el hombre puede tener más oportunidades de encontrar trabajo (privilegio) por razones como que no se queda embarazado. Hay, sin embargo,  contrapartidas: es devaluado como persona cuando carece de él, y recibe menos apoyo familiar, demostrado en que más del 80% de los sin techo son varones, a pesar de que entre los hombres el desempleo es inferior. Por otra parte, una mujer tiene mucha más posibilidades de ser considerada como pareja pese a estar desempleada que un hombre en las mismas circunstancias (a quien podrían llamar “un perdedor”, insulto que no funciona igual de bien a la inversa).

Algo parecido ocurre con los llamados privilegios femeninos. Veamos por ejemplo el caso de la prohibición de las mujeres en posiciones de combate en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, una prohibición que sólo ha sido abolida este año. Según el punto número 5 de la segunda lista, es un privilegio no tener que participar en el combate para la defensa del país y dejar que lo hagan otros. Creo que todos podemos estar de acuerdo en eso. Por otra parte, también podría interpretarse como opresión. En primer lugar porque es una prohibición, no un derecho, y en segundo lugar porque sin el acceso a puestos de combate a las mujeres se les está impidiendo ocupar los puestos más altos como oficiales (más allá de coronel), además de la libertad de luchar por su país si eso es lo que quieren hacer.

Ahora bien, dándole otra vuelta de tuerca, poder alistarse a las Fuerzas Armadas, tener el empleo estable que ofrece, recibir entrenamiento gratis en una profesión y comenzar una carrera con posibilidades de ascenso, es una opción muy apetecible para varones con pocos recursos, que se alistarían sin pensárselo dos veces si hubieran tenido garantizado (como las mujeres) que nunca iban a desempeñar una función de combate. No subir de rango más allá de coronel (que muy pocos consiguen en cualquier caso), no le resultaría un duro precio a pagar a alguien que comienza en la pobreza o simplemente no puede encontrar trabajo.

Por tanto, cuando en este blog utilicemos el concepto de “privilegio” refiriéndonos al género, será utilizado como categoría de análisis para debatir con términos similares a los que usa el feminismo (para que todos tengamos las mismas armas) pero sin ser tan ingenuos como para pensar que el privilegio por razón de género es equiparable al privilegio racial.

Mi crítica al feminismo en este sentido es que, cuando se hacen listas del privilegio masculino (como la de Amptoons), nunca se especifican los matices o contrapartidas. El feminismo jamás admite que los privilegios masculinos tienen un reverso, como por ejemplo la desechabilidad masculina. Sin embargo, son prestos a criticar que el privilegio femenino sí los tiene, al menos los pocos que admiten la existencia del privilegio femenino en primer lugar.

Cada privilegio tiene sus matices y contrapartidas (opresión), para ambos sexos. La existencia del privilegio femenino no niega la opresión de la mujer en otras áreas, del mismo modo que el privilegio masculino no niega la opresión del varón. Privilegio y opresión son dos caras de la misma moneda: el palo y la zanahoria para mantener a la gente en su lugar.

El feminismo, sin embargo, considera que el privilegio femenino es en realidad sexismo benevolente (una pequeña compensación) y que la opresión del varón es un efecto secundario y no deseado del privilegio. Valoren ustedes, teniendo en cuenta aspectos de la opresión masculina ya tratados aquí (tanto en la actualidad como en el pasado) qué visión de las relaciones entre privilegio y opresión para ambos sexos les parece más ajustada.

Finalmente, quería terminar la entrada preguntándoles qué otros privilegios femeninos se les ocurren, ya sean universales o específicos para sus culturas.

FUENTE: Hombres, género y debate crítico.

Scum terminators.

FEMINAZIS35

  1. 1. SCUM-TERMINATORS

  2. 2. Estamos en el año 2019 Ser hombre se ha vuelto especialmente peligroso. Las Scum-Terminators están por todas partes… y actúan con especial violencia en el territorio de ese país, de cuyo nombre nadie o casi nadie quiere acordarse: España.
  3. 3. Las feminaziestalinistas, hembristas, misándricas llevadas por su profundo odio hacia lo masculino, persiguen y criminalizan a cualquier varón que se cruce en su camino… por el simple hecho de haber nacido hombre, de tener pene. En España, aquello que se llamaba “Estado de Derecho” hace mucho tiempo que ha dejado de existir… Las feminaziestalinistas, hembristas, misándricas llevadas por su profundo odio hacia lo masculino, persiguen y criminalizan a cualquier varón que se cruce en su camino… por el simple hecho de haber nacido hombre, de tener pene. En España, aquello que se llamaba “Estado de Derecho” hace mucho tiempo que ha dejado de existir… Los hombres están condenados a llevar una vida miserable, “clandestina”, a ocultarse para evitar ser apresados de sus frecuentes cacerías.
  4. 4. Vivir, “sobrevivir”, cada día es una tarea más difícil, la sociedad cada vez está más dañada, el deterioro es casi irreparable. El feminaziestalinismo es casi omnipresente, está por todos lados: Gobierno, Tribunales, Universifdades, Televisiones, redes sociales. Nada escapa a su control Ya nadie está a salvo de sufrir las iras del feminaziestalismo degenerado… nadie puede dormir tranquilo… Inevitablemente, casi toda la gente ha acabado percatándose del grave peligro del feminaziestalinismo… Pero ya apenas había remedio… El feminaziestalinismo, la “perspectiva de género”, ha conseguido engañar a los medios de comunicación, al poder legislativo, al ejecutivo, a los políticos, corrompió a todas las instituciones… acabó controlando a los jueces y tribunales…
  5. 5. Las y los feminaziestalinistas se han dotado de armas mortíferas para destruir a las familias convencionales, y de paso destruir a los hombres, un cocktail explosivo : – La ley integral contra la violencia de género (22 de diciembre de 2004) y – La ley del divorcio “espress” (de julio de 2005) Los derechos constitucionales como el de la presunción de inocencia y a la igualdad ante la ley, han sido abolidos, sólo queda de ellos una caricatura, un lejano recuerdo… Es el mito de “las amazonas” trasladado al siglo XXI, el estado de “apartheid” feminaziestalinista:
  6. 6. Las feministas más extremistas han conseguido imponer su idea de que, los hombres son los únicos culpables de todo lo negativo que existe a nuestro alrededor, presente, pasado y futuro… su ideología misándrica, androfóbica, sin que los partidos políticos (unos por negligencia, otros por estupidez, otros por cobardía, otros aplaudiendo a rabiar…) hicieran nada por evitarlo,… por miedo a ser llamados “misóginos”, falócratas, cabrones…. Como resultado de la perversa y abominable legislación aprobada por el parlamento, se ha generalizado el parricidio de estado y la persecución indiscriminada de los hombres… (Misandria = odio a los hombres. Misoginia = odio a las mujeres)
  7. 7. En el estado de apartheid feminaziestalinista, el hombre no posee la misma dignidad, no es merecedor de los mismos derechos que la mujer. Tras la aprobación de la ley de divorcio, en España se le ha otorgado a la mujer el derecho a repudiar a su compañero, a su esposo, de desahuciarlo… la posibilidad de condenar al hombre a la más absoluta miseria, moral, económica y de toda clase… Según la legislación hembrista, los varones no merecen más que el castigo, por el simple hecho de haber nacido con pene… He aquí la “biblia” del feminismo de género…el Mein Kampf del feminaziestalinismo. http://www.ucm.es/info/nomadas/MT_feminismo/scum_man
  8. 8. En España, la Administración de Justicia (mayoritariamente controlada por el feminaziestalinismo) condena cada año a aproximadamente a 100.000 niños a una orfandad estúpida y cruel… Los papás son excluídos de la educación y de la crianza de sus hijos, convirtiéndose en padres visitadores (en España sólo los presos y los hijos de padres divociados poseen “regímenes de visita”), “cajeros automáticos”… En muchísimos casos acaban perdiendo todo contacto con ellos…
  9. 9. El padre divorciado si “se porta bien” debe conformarse con disfrutar de la compañía de sus hijos, entre cuatro y cinco días por mes…y la mitad de las vacaciones escolares… un régimen absolutamente humillante. Si la mamá decide boicotear la relación de los hijos con su padre, lo tiene muy fácil, basta con que presente una denuncia falsa contra el papá por maltrato o abuso… También puede recurrir a la alienación parental (SAP) hasta conseguir que los hijos acaben odiando a su padre, y no quieran ir con él… Ni que decir tiene que, esta forma de maltrato cruel a la infancia, en España, no es delito… SAP = síndrome de alienación parental)
  10. 10. ¿Hay alguien a quién le preocupe que haya millones de niños españoles viviendo en situación de orfandad, de maltrato, de abandono, de desamparo? Estamos hablando de hijos separados de forma arbitraria de sus padres, niños a los que se les priva del amor y el cuidado de sus papás, en muchos casos manipulados para odiar al padre, niños en los que la figura paterna está ausente, y a los que de manera inevitable dejará importantes secuelas en el futuro.
  11. 11. La situación actual es peor de lo que imaginas… 1. La igualdad de derechos y obligaciones, entre hombres y mujeres ha quedado abolida. 2. Los hombres han perdido su derecho a la presunción de inocencia. 3. El hombre siempre es culpable, mientras no se demuestre lo contrario… 4. La palabra de cualquier mujer vale siempre más que la de cualquier hombre.
  12. 12. 5. Si un hombre y una mujer discuten y acaban agrediéndose mutuamente, el hombre habrá cometido un delito grave, la mujer como mucho “una falta leve”… ya que simplemente recurrió a la legítima defensa… 6. Tras realizar el acto sexual, la mujer puede denunciar al hombre por violación cuando quiera, basta con su palabra. Será el hombre quien tenga que demostrar que fueron relaciones consentidas. 7. Un hombre acusado de maltratador aparecerá en los medios de comunicación, y quedará marcado para siempre, aunque luego sea absuelto. Los noticiarios nunca hablan mal de las mujeres. Si un hombre es maltratado y/o muere se silencia.
  13. 13. 8. Las mujeres supuestamente maltratadas tienen todas ayudas públicas imaginables… el hombre maltratado ninguna (el dogma feminazi afirma que los hombres maltratados no existen) 9. Si un hombre denuncia que su mujer le pega y lo maltrata difícilmente será atendido ni creído. Si es al revés, la maquinaria policial y judicial se pondrá en marcha para aplastar a ese piojo. 10. Si un hombre está inmerso en un proceso por malos tratos nunca podrá acceder a la custodia de sus hijos, o la custodia compartida. Basta una simple denuncia, no es necesario que la acusación sea probada… (Artículo 92 del Código Civil)
  14. 14. 11. En caso de divorcio el hombre es expulsado de inmediato de su casa, incluso cuando la mujer es quién pone en marcha el proceso… La ley de divorcio está diseñada por el feminazismo para que el hombre siempre sea el perdedor… y lo pierda todo. 12. Cuando en un pleito de divorcio, el hombre pide la custodia compartida (o la custodia exclusiva) tiene que demostrar que reúne unas condiciones extraordinarias. A la mujer no se le exige absolutamente nada (la ideología de los juzgados se resume en una frase: “lo mejor es que se queden con mamá…”) Además la mujer siempre tiene el derecho de veto para impedir la Custodia Compartida de los hijos.
  15. 15. 13. Si la mujer cuestiona la idoneidad del papá para educar a los hijos, o alega que existen “problemas” para que los hijos estén algún tiempo en compañía de su padre…, los Equipos Técnicos Psicosociales adscritos a los juzgados (integrados por psicólog@s feminaziestalinistas e ilegales) sabrán muy bien cómo hacer su trabajo. Someterán al papá a un hábil “interrogatorio”, lleno de trampas y manipulaciones. Realizarán un juicio paralelo, sin posibilidad de defenderse por parte del padre… Digas lo que digas, hagas lo que hagas, no servirá de nada. Ellas harán un informe absolutamente subjetivo, la perfecta coartada para que el o la Juez expulse al papá, de la vida cotidiana de sus hijos… Se trata de la más vergonzosa y fraudulenta utilización de la Psicología para justificar el parricidio de estado…
  16. 16. 14. El juzgado de familia dictará sentencia basándose en el informe de las “expertas” del Equipo Técnico Psicosocial… El resultado es siempre el mismo: separar a los hijos del padre. Eso sí: veas más o menos a tus hijos, o no los veas nunca… el juzgado te obligará a pagar de forma casi vitalicia, un impuesto revolucionario… ¡La pensión por “alimentos”!!! 15. Da lo mismo a la conclusión a la que llegues… Pensarás que el juez ha dictado una sentencia injusta a sabiendas… No te molestes en denunciar al juez por prevaricación… Cualquier recurso que pongas será archivado. Así de arbitraria es “la justicia”.
  17. 17. 16. La mujer puede boicotear, poner todos los obstáculos que quiera, e impedir que los hijos tengan contacto con su padre…. No le pasará nada… cuenta con el apoyo de la fiscalía y de la Administración de Justicia… 17. Y en último extremo, siempre podrá recurrir a la denuncia falsa por acoso, maltrato o abuso… El hombre será en la mayoría de los casos condenado sin prueba alguna… Las mujeres nunca mienten, los niños tampoco… los hombres, por el contrario, son “mentirosos compulsivos”…
  18. 18. 18- Las mujeres pueden “dejarse embarazar” con o sin tu permiso… podrán decidir, igualmente, si dejan vivir o no a tu hijo (cuando aún está en el vientre de la madre), y tú <hombre> no podrás decidir nada, de nada… 19. Si un niño –varón- agrede a una niña es que ha aprendido de su papá machista. Si es al revés, son “cosas de niños”… 20. Los niños, desde la escuela, deben ser educados en la ideología feminaziestalinista para que de mayores tengan siempre presente cual deber ser su comportamiento con las mujeres: relaciones basadas en el miedo y sumisión a la mujer.
  19. 19. 21. Si después de divorciado tienes la feliz ocurrencia de “salir” con una mujer divorciada… procura averiguar qué fue de su ex. Tal vez esté en la cárcel o durmiendo en la calle. Entérate de si su ex marido puede ver a los hijos.. Esta información te dará un perfil del tipo de mujer con la que estas tentado a unirte… ¡Ten cuidado, no bajes la guardia…! 22.Cualquier hombre (sin distinción de clases, o formación… puede ser víctima de la furia, la perversidad de las leyes feminaziestalinistas… Da igual si eres obrero, artista, rico o pobre, político o juez. Lo único que se tendrá en cuenta <siempre negativamente> es tu condición de hombre. Bueno, algunos políticos tienen asegurado de antemano trato de favor… por ser aliados del lobby feminaziestalinista degenerado.
  20. 20. 23. En la España actual, gracias a las leyes feminaziestalinistas, las mujeres tienen siempre “la sartén por el mango”… los hombres son “varones castrados” en manos de sus compañeras… Los hombres españoles viven atemorizados, humillados… pueden ser víctimas, en cualquier momento de una falsa denuncia… o pueden ser repudiados y desahuciados… Las mujeres saben que cuentan con el apoyo del aparato judicial y policial… los hombres son rehenes de su esposas, saben que pueden ser expulsados de sus casas, desterrados, despojados de todos sus bienes… Como en los tiempos de la Inquisición, o el régimen hitleriano, o el estalinista, o el régimen de apartheid sudafricano…
  21. 21. 24. Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde.  Poema escrito por el pastor  luterano alemán Martin  Niemöller 
  22. 22. ¡Ellos tampoco valen nada!
  23. 23. “Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que  luchan años y son mejores, pero hay hombres que luchan toda  la vida, esos son los indispensables”.  La historia se repite…
  24. 24. El próximo puedes ser tu. Ante el desamparo y la persecución que sufren los hombres en España, he aquí algunos consejos para sobrevivir…
  25. 25. 1º Evita tener relaciones con mujeres feminaziestalinistas. Son especialmente peligrosas. No se te ocurra salir de copas con ninguna…, no hagas amistad con ellas . Si cometes el error de casarte con alguna, el único desenlace será el divorcio, acabará repudiándote, te expulsará de tu casa, y de la vida cotidiana de tus hijos… 2º Si un día de estos acabas teniendo relaciones intimas con “una amiga”… – Lleva siempre contigo una cámara y graba todo. Si finalmente eres denunciado falsamente… En un juicio te resultará muy difícil demostrar que la relación fue consentida. Ella no tendrá que hacer ningún esfuerzo para “probar” que fue forzada y violada. – No olvides que muchas juezas y “fiscalas” son feministas de “género”…
  26. 26. 3º Procura no tener relaciones sexuales con desconocidas. Si acabas en brazos de una feminaziestalinista degenerada, lo más posible es que acabes durmiendo en el calabozo, chantajeado, hundido, marcado, o esclavo de por vida… – Es 1000 veces mas “barato”, y menos arriesgado, acudir a una “profesional” que hacerlo “gratis” con una feminaziestalinista. 4º Evita estar a solas con feminaziestalinistas. Si coincides con una mujer en un ascensor –por ejemplo- ¡ no bajes la guardia, ten cuidado! Si ella tiene algún interés en perjudicarte, al no haber más testigos te resultaría muy difícil demostrar que tú “no hiciste
  27. 27. 5º Si alguna vez tienes un conflicto con alguna mujer (en el trabajo o en la vecindad, o donde sea) todas las precauciones son pocas, cuida por tu seguridad. Lleva oculto una grabadora de voz (mejor sería una cámara de video) por si se complican las cosas… 6º Si viajando por carretera… ves a una mujer… ¡Ten cuidado! Podría tratarse de una trampa. Si no dispones de una grabadora, no se te ocurra ofrecerle tu ayuda… no permitas que se monte en tu vehículo… ni siquiera para ir al próximo pueblo. Han sido múltiples los casos de mujeres que aprovechando el autostop han acabado amargándole la existencia a un hombre… No es que “todas las mujeres sean iguales”… Pero más vale no correr riesgos innecesarios…
  28. 28. 7º Si te invitan a una fiesta, ándate con pies de plomo. Evita contar chistes “de mujeres” delante de ellas. Evita tontear, piropear o bromear con frases románticas, o ser especialmente “caballeroso”… Podrías herirlas. Ni se te ocurra terminar la fiesta en tu apartamento, con una mujer a solas… Invita a “alguien” más. 8º Si las discusiones con tu compañera son frecuentes, vete preparando… lo peor está por llegar… En cualquier momento te puede montar una “bronca” para hundirte en la miseria. No le hagas el juego, es posible que te provoque y tú caigas en su trampa. Luego llamará a la policía y poco después tu estarás en el calabozo.
  29. 29. 9º Si tu esposa, tu compañera te agrede, te golpea, de nada servirá permitir el maltrato… No seas un incauto, no pienses que por haber sigo tú “la víctima”, el tribunal te va a creer… y va a tener mayor consideración contigo. Ella mentirá y dirá que tú le zurraste, primero, y que fue en defensa propia… – Recuerda: procura tener siempre a mano una grabadora…. Mejor una vídeo-cámara. 10º Está de más conversar sobre estas cuestiones con una feminaziestalinista. No intentes convencerla de nada, es inútil. Incluso, puedes terminar muy, pero ¡muy mal!!! Nunca menosprecies a una mujer… no pienses que eres “más listo” que ella… posiblemente ella vaya algunos pasos por delante. Toda precaución es poca.
  30. 30. ¡ BASTA YA ! Cada año casi un millar de hombres acaba suicidándose, por desesperación… por haber sido condenados a la miseria económica y moral más extrema… De esta “otra violencia” nada se habla en los telediarios. Otros, por el contrario, arruinados, despojados de su patrimonio, están condenados a pagar pensiones abusivas, a no ver a sus hijos y a mendigar ayuda en comedores y albergues de beneficencia…
  31. 31. Lo más preciado que tiene el hombre es la vida, no olvides que sólo dispones de una… y que hay que vivirla de manera que no nos “queme” la vergüenza de los años pasados en vano; … y para que cuando tu vida se acabe puedas decir: no he renunciado a ser “yo”, no he vivido una vida de servidumbre… te animamos, te invitamos a que te unas a nosotros en la lucha contra el fascismo de género, contra el feminazismo…. Piensa que a tus hijos, a tus nietos (varones) también les puede ocurrir los mismo, si no ponemos remedio… ¡Nosotros vivimos en este horror, pero sin duda, podemos dejar a nuestros hijos un mundo mejor!
  32. 32. Aquí se reúnen los responsables del terror que padecemos, por el simple hecho de haber nacido con pene…
  33. 33. No lo olvides, si cuando lleguen las elecciones, todavía no estás preso … – No votes (e invita a tus amigos y familiares a lo mismo) a ninguno de los partidos culpables de esta situación… Todos, sin excepción, de los que tienen representación parlamentaria han apoyado la legislación feminazi promovida por el PSOE yel PP en las últimas décadas. – No votes a quienes promueven leyes para que secuestren y maltraten a tus hijos. – No votes a quienes nos ha robado los derechos más básicos: igualdad ante la ley, a la presunción de inocencia, a no ser discriminado por ser hombre… – No votes a los partidos que lleven a feminaziestalinistas en sus listas.

scum-terminators-1-638

El Feminismo Corporativo: una verdadera lacra social.

FEMINAZIS28

«En Francia piropear o sencillamente silbar a una mujer por la calle supone una multa de 750 euros.»

Por Javier Benegas en Disidentia 

En apenas unos años, hemos pasado de disfrutar de una cierta libertad a tener que medir cada una de nuestras palabras, expresiones y actos. Las coacciones que atentan contra nuestra libertad de expresión y de acción, se han multiplicado. Y son las que emanan del bullicioso Feminismo Corporativo (en adelante FC) las que se han vuelto más expeditivas y peligrosas. De hecho, no resulta exagerado afirmar que este nuevo feminismo se ha convertido en la peor y más corrosiva de todas manifestaciones de la Corrección Política.

Censura, censura y más censura

 

El FC censura por definición cualquier alusión al aspecto físico de la mujer, muy especialmente si ésta se produce en un medio de comunicación. Referirse a la belleza o la fealdad de una fémina —no así de un hombre—, o simplemente aludir a su forma de vestir en un reportaje o noticia, es un acto castigado con el escarnio del profesional que firme la nota, aunque se trate de una sátira o una simple crónica rosa.

Si el protagonista del reportaje es una mujer relevante, estos es, según el lenguaje FC, un “referente”, entonces directamente se califica de atentado. Y el autor (muchas veces autora) es arrojado a la hoguera por hereje.

El FC también ha elevado el vulgar piropo a la categoría de agresión sexual. Así, en Francia piropear o sencillamente silbar a una mujer por la calle supone una multa de 750 euros. Y si esto sucede en el transporte público el importe de la sanción se duplica; es decir, 1.500 euros. Una medida que pronto podría ser imitada por otros países europeos.

Por si esto no fuera bastante se pretende que este tipo de sanciones se apliquen, además de en la calle, en otros ámbitos, como la prensa. Y que se tipifique como delito en un medio de información cualquier referencia remotamente sexual sobre una mujer.

La falsa cultura de la violación

A pesar de que las violaciones son delitos cometidos por una diminuta minoría de varones, en comparación con la población total, el FC pretende imponer la idea de que en nuestras sociedades existe una “cultura de la violación“. Y para que ninguna interacción entre hombres y mujeres escape a su control, toda acción debe ser fiscalizada y calificada como algún tipo de agresión sexual, desde una simple palabra, pasando por una insinuación, hasta la franca proposición sexual.

El FC pretende además que el supuesto delito sexual deje de depender de los hechos objetivos y pase a estar sujeto a la apreciación subjetiva de una de las partes, es decir, de la mujer. Y que ni siquiera se necesaria una mínima coherencia temporal. Así, la mujer tendrá derecho a arrepentirse al día siguiente de la relación sexual que mantuvo voluntariamente la noche anterior. Y su cambio de parecer podrá ser base suficiente para procesar al varón.

Universidades y tribunales paralelos

En numerosas universidades norteamericanas el FC ha logrado que se pueda denunciar a un estudiante por el hecho de “mirar raro”, algo por otra parte que es imposible de demostrar salvo que la palabra de la mujer se convierta en ley. Así, en los campus norteamericanos proliferan los comités que actúan como tribunales paralelos, suplantando las competencias de los tribunales ordinarios.

Cualquier joven puede ver su reputación arruinada irremediablemente por obra y gracia de un malentendido, un despecho o una desavenencia con una compañera. Los comités que le juzgarán, además de estar presionados por la corriente feminista, carecen de la preparación y los medios necesarios para realizar pesquisas mínimamente garantistas. Para colmo de males, están saturados, puesto que todo es susceptible de ser considerado agresión sexual.

Como es lógico, los dictámenes de estos comités suelen acabar en los tribunales ordinarios, donde verdaderos jueces terminan finalmente exonerando al estudiante… pero cuando el daño reputacional es ya irreparable. En la era de Internet, las viejas noticias permanecen en la Red durante largo tiempo y, en muchos casos, también las fotografías de los “ajusticiados”. A estos contenidos se puede acceder desde cualquier parte del planeta. Por lo que la víctima no tiene siquiera la posibilidad de rehacer su vida en otra parte.

Feminismo Corporativo e intereses

El FC ha convertido el Día Internacional de la Mujer en un acto de desagravio en el que se denuncia, entre otras cosas, la falsa “cultura de la violación”. Así, lo que hasta hace tan solo unos años era una jornada de celebración y de estímulo, ha derivado en un ajuste de cuentas generalizado, una interesada guerra de sexos con la que se presiona a los legisladores para que redacten leyes particulares. Y la ley deje de ser igual para todos y se convierta en privilegio.

Como ejemplo inquietante de cómo el FC ha penetrado en unas instituciones que se supone neutrales, basta pasear por delante del Ministerio de Igualdad y contemplar la enorme pancarta con un lazo morado que pende de su fachada. Una imagen que tiene ciertas reminiscencias de la Alemania nazi, en cuyos edificios oficiales pendían grandes estandartes con la esvástica.

Lamentablemente, cuanto más ceden los políticos a la presión, más lobbies feministas florecen en aquellos sectores más prometedores. Para las activistas, todo sector relevante, con posibilidades de promoción, se convierte en un objetivo estratégico. Una característica que revela la existencia de intereses que no son ni mucho menos extensibles a todas las mujeres.

En efecto, resulta bastante sospechoso que se ponga el foco en determinados sectores profesionales, casualmente aquellos que resultan más cercanos y atractivos a las activistas y, en especial, a sus núcleos duros. Raro es ver movilizaciones similares en actividades que resultan de escaso interés para las activistas. No existe, por ejemplo, ningún movimiento feminista relevante en los oficios más sufridos, donde la posibilidad de ascender y obtener privilegios es prácticamente inexistente.

En cambio, en el mundo de la dirección de empresas, las finanzas, las ciencias sociales, la política o el periodismo la guerra es total. La razón es sencilla, el FC es por definición un movimiento elitista, integrado por mujeres de clase media que aspiran a mejorar su posición por encima de sus méritos. Son personas que buscan en el activismo su ascensor social.

No es feminismo, es elitismo

El FC se asemeja bastante a los nacionalismos supremacistas. Al igual que estos, crea un enemigo exterior: el hombre o, en su defecto, el patriarcado; construye una causa general con la que promete grandes beneficios a todos los que la apoyen, pero luego las ventajas y prebendas recaen en una minoría; establece barreras de entrada similares a la imposición lingüística, en su caso se trata de una serie de preceptos, reglas, códigos de conducta y dogmas cuya definición y certificación queda a discreción de una selecta cúpula; no significa más y mejores oportunidades, sino selección adversa, un proceso donde no ascienden las más capaces sino las más dogmáticas; y, por último, es intrínsecamente elitista: no hay nada que desagrade más a las nuevas feministas que las mujeres esforzadas, esas que, motu proprio, trabajan duro y velan por las personas a las que quieren, en vez de sumarse a su causa.

En definitiva, el Feminismo Corporativo se ha convertido en un grave problema para la convivencia y la sociedad abierta. No representa a todas las mujeres, sino a una clase muy concreta de mujeres que busca la manera de situarse por encima de todos los demás.

FEMINAZIS9

feminazis15

La manifestación feminista desde dentro: «Saca tu rosario de mis ovarios» y otras muchas ‘lindezas’

mani-feminista08032018-01_1
Nada mas empezar vemos una pancarta que nos demuestra que, efectivamente, la manifestación tiene mas que ver con la política de ultraizquierda que con los derechos de la mujer / C. Jordá

Las feministas anticapitalistas terminan la manifestación comiendo hamburguesas en el McDonalds.

Por Elena Berberana en LIBREMERCADO

«Tía, estoy cansada, la gente no anda, me duele la espalda, vamos al parque a sentarnos». Su amiga responde con una reprimenda: «Tía, solo llevamos aquí media hora, en el concierto de Lady Gaga estuvimos siete horas haciendo cola y no nos dolía nada, aunque yo también estoy harta ya». Son las 19:30h y en el Paseo del Prado no cabe ni un alma. Las feministas empiezan a desesperarse porque no pueden moverse. Pero allí están las animadoras del cotarro para que el ambiente no decaiga pese a que sólo han pasado 30 minutos de concentración.

Una joven con megáfono en mano se dirige a los miles de manifestantes que portan cientos de carteles con proclamas y grita: «¡Qué viva la lucha de la mujer obrera! ¡Sí al socialismo, no al capitalismo!«. Cientos de banderas con hoces y martillos ondean y la multitud teñida de morado corea y repite las consignas anticapitalistas mientras fuman Malboro, Lucky Strike o Chesterfield y captan el emotivo momento con sus móviles.

Numerosos dispositivos Iphone y Samsung Galaxy se alzan en el ala anarcocomunista. Además de los lazos morados, las jóvenes, en su mayoría adolescentes y veinteañeras, llevan los labios pintados del mismo color violeta. A ninguna le falta el rímel en sus pestañas, colorete, pelo alisado casi de peluquería, zapatillas Converse, Adidas, Nike o Reebok, mochilas Vans y sus lemas pintados en un cartón que antiguamente sirvió de embalaje a una SmartTV.

 

La chica que estuvo horas en una cola para ver a Lady Gaga le comenta a su amiga que «tiene sed» y necesita «que le sujete su pancarta». De su mochila John Smith saca una Coca Cola. Tras abrir la lata y beber vuelve a tomar posesión de su reivindicativo estandarte en el que se puede leer: «No al heteropatriarcado capitalista». La joven sigue bebiendo Coca Cola. El grupo de al lado, aunque está más animado, no para de quejarse. «¿Cuándo va a empezar esto a andar? ¡Me aburro!», exclama una chica con unos granos en la cara que denotan la dura pubertad que está atravesando. Lleva unas gafas de sol Ray Ban colgadas, masca chicle nerviosa y su pandilla empieza a tocar las palmas y a cantar una letra difícil de pillar. «¡Saca tu rosario de mis ovarios!«. Las chicas de alrededor, contagiadas por la original cancioncita, la repiten a la vez que pegan un ligero saltito. «¡Saca tu rosario de mis ovarios!» Y llevadas por el júbilo añaden: «¡Sola, borracha, quiero llegar a casa!».

Miles de chicas ríen y suena de fondo un clásico que todas conocen:»¡La talla 38 me aprieta el chocho!«. Los coros son ensordecedores, pero no todas cantan. Hay grupúsculos que se abstienen de gritar contra el Primmark y Zara. Cinco hembras millennials se miran entre ellas y susurran, como si estuvieran escondiéndose de la mismísima Stasi, que ellas tienen una talla 34 y 36 y que el otro día estuvieron en el Primmark de la Gran Vía comprando. Lo cierto es que no son las únicas que se muestran más honestas a la hora de no verbalizar la crítica a las medidas en costura femenina. Un círculo de chicas con las mechas teñidas de rosa y blanco permanecen calladas ante sus compañeras. «¡La talla 38 me aprieta el coño!, ¡Abajo Amancio Ortega!, ¡Abajo Inditex!«.

Cabe destacar que, paradójicamente, las protagonistas e iniciadoras de la cantinela contra el empresario gallego lucen unos pitillos que dejan entrever sus delgadas piernas de talla 34. Rápidamente cambian de tercio y ahora toca saltar de nuevo. «¡Un bote, dos botes, machista el que no bote!«. Hay que decir que no todas cantan porque las fuerzas ya no son las mismas tras cincuenta minutos esperando a avanzar. Los pocos chicos que hay botan sin pensárselo dos veces. Uno de ellos le comenta al otro que mejor que salte si no quiere que lo tachen de machirulo.

A las 20:10h muchas desisten de «su lucha feminista y obrera» e intentan salir como pueden del atolladero humano formado en el Paseo del Parque. Las del concierto de Lady Gaga ya se han ido. La marabunta se altera y un hombre no manifestante que intenta cruzar al otro lado regaña a una mujer:»¿Qué hace usted aquí con un bebé en el carrito? ¡Lo está poniendo en peligro!»

El frente comunista

Se viven algunos momentos de pánico, hay decenas de carricoches con pequeños dentro y un cartel por cada vehículo. «Huelga de cuidados a otros y al hogar». La muchedumbre se agolpa y los coches de bebé encuentran su hueco entre las bicicletas de alquiler. Algunas respiran tranquilas. Pero otras no.

La histeria empieza a apodarse en el sector del Frente Comunista. Al parecer, el motivo es que no tienen Internet en sus teléfonos. Las comunistas Instagramers feministas entran en una histeria colectiva, chillan y se preguntan unas a otras si «les va el Whatsapp» o si «pueden llamar». No, ninguna puede. «Como en Nochevieja, no funciona Internet». «¿Y cómo vamos a subir las fotos?», espeta una de ella preocupada. Las sindicalistas a lo lejos sí parecen tener mejor suerte. Están posando como auténticas modelos de la Fórmula 1. Se nota que dominan la imagen. «¿Lo has subido a Insta?». «¿Salgo guapa?». «¡Dame la barra de labios de Helena Rubinstein!», reclama entre risas y agitada la manifestante de UGT.

Cientos de chicas comienzan a andar para alivio de muchas. Hay señoras, mujeres mayores vestidas al estilo de la Pasionaria. Estas hembras maduras se escandalizan al escuchar a sus herederas. Hay una palabra que está en boca de todas: «Coño». «¡No saliste de una costilla! ¡Hombres, salisteis de nuestro coño!». «Con mi coño hago lo que quiero». «Mi coño es mío». Y agregan animadas:»¡El falo es tendencia en todos los museos, no me quedan euros para ver algo tan feo!«.

Jóvenes al rescate

Parecen muy enfadadas. La gente anda lentamente y las que se quieren escapar por los laterales, pese a llevar menos de una hora trabajando contra el heteropatriarcado, desean huir. Una valla de metal impide a cientos de ellas escapar. La rabia se apodera de las jóvenes, se forma un tapón y sollozan porque el barro está manchando sus Nike. Repentinamente unos chicos sortean el muro sin problemas y empiezan a coger a las mujeres en brazos para que puedan pasar al otro lado de la acera.

El caso es que estos héroes se ven metidos en un embrollo cuando ven que son decenas las féminas que solicitan su ayuda masculina para salvar el obstáculo de metal. Los chicos no saben qué hacer, son muchas reclamando ser salvadas de las arenas. Una de ellas sostiene una pancarta con un mensaje que hace refunfuñar a los jovencitos. «No os necesitamos hombres, el mundo sin nosotras se para». Estos buenos samaritanos se dejan los riñones, no cabe duda, su rostro refleja esfuerzo y dolor, pero ahí siguieron hasta sabe Dios.

A las 21:15 hay hambre. Es la hora de la cena, y el malvado capitalismo opresor de la mujer ya no parece ser tan malo. McDonalds, Burguer King, Telepizza y Foster Hollywood están hasta la bola. Las colas colapsan las entradas. Las femicomunistas ocupan todas las mesas y hacen filas que salen hasta la calle. La encargada del McDonalds intenta organizar a sus trabajadores para que el caos no se apodere del establecimiento. Un ejército de Big Mac, refrescos y helados desfilan por el local.

La mayoría paga con tarjeta y come mirando su Whastapp. Una de ellas expresa alegría al contemplar que su foto de la mani ha tenido 205 Me Gustaen Facebook. Su amiga con el lazo morado a medio hacer le contesta: «Es que las sudaderas Billabong son un acierto para la mani«. En la mesa de al lado cuatro musulmanas con el hijab de color morado se quedan mirando pensativas a las españolas. Las jóvenes estrellas de Facebook tiran sus pancartas a la papelera del McDonalds junto con los restos de comida sobrante de su MacMenú. Es hora de irse…

mani-feminista08032018-27

mani-feminista08032018-28

mani-feminista08032018-07

mani-feminista08032018-08

Y OTRAS VEINTICINCO (25) FOTOS MAS. VER EN ARTÍCULO ORIGINAL.

El ropaje y la catadura

huelgafeminista-1

«A caballo entre la ignorancia histórica, el postureo y la mala fe, quienes convocan una huelga general feminista para protestar por la discriminación prescinden de que sigue vigente el engendro zapateril de la ‘discriminación positiva’.»

Por  en Libertad Digital

Tras el auge del terrorismo comunista en los años 70 y 80, respaldado de modo más o menos abierto por una industria cultural inclinada a ver en Marx «sencillamente la verdad objetiva» (Sartre), la implosión soviética supuso para esa conciencia entrar en una fase de espora, donde seguiría hasta descubrir aliados en el integrismo islámico y en el imperio académico de la posmodernidad.

Roma, por ejemplo, perdió muchos catecúmenos fervorosos no suscribiendo «la preferencia de Dios por el pobre» llamada Teología de la Liberación, y explicó sus objeciones en la Libertatis Nuntius (1984), un extenso informe de Ratzinger dedicado a mostrar el compromiso de dicho movimiento con la lucha de clases. Pero desde 2013 el solideo papal lo ostenta un adalid de la rama bautizada como Iglesia del Pueblo, que hoy reclama la santificación de 69 mártires asesinados en la franja de terreno comprendida entre Canadá y la Patagonia, todos ellos por defender «la permanente e incondicional apuesta de Dios contra los encumbrados, y a favor de los humillados».

papa-francisco-trump-1

El papa Francisco llama «pueblo de Dios» al conjunto de «los excluidos por la globalización», y está sin duda en lo cierto cuando alega que el comunismo no es un fenómeno reciente, sino fidelidad a la condena del rico –espiritual y material– expuesta por el Sermón de la Montaña, núcleo a su vez de la verdad revelada. Cree que los satisfechos son tan culpables de los insatisfechos como los prósperos de los míseros, y en 2016 se besó repetidamente con los imames supremos del Islam chiita y sunita, mediando gestos de cordialidad tan emocionada como los mostrados al encontrarse con Fidel y Maduro.

 

En El sueño zapatista, que demostró la potencia editorial del marxismo publicándose simultáneamente en nueve lenguas, el subcomandante Marcos explica que «la caída del Muro significó el desierto, la soledad, lo irreal del mundo por el que luchábamos (…) sin dar lugar a un mundo mejor, más abierto, más plural, sino a un ascenso de la derecha», y en Chiapas se celebraría el primero de los Encuentros Internacionales por la Humanidad y contra el Neoliberalismo (1996).Lo abierto es el telón de acero, y el mundo plural lo contrario de la globalización, dos paradojas ilustrativas del respeto por la coherencia que caracteriza a un espíritu enemistado ante todo con la libertad responsable, y herido allí donde cualquier ciudadanía se emancipe de caudillos redentores.

subcomandante-marcos-080318

Si coordinamos el treno jeremíaco del subcomandante con el orden prosaico de cosas, descubriremos que aquella década coincidió con los mandatos de Clinton en los USA, y en Europa con otros tantos de laborismo británico y socialdemocracia, gracias a los cuales se consolidó una inversión pública sin precedente en enseñanza, sanidad, seguros sociales y pensiones. Esto le parece al subcomandante «ascenso de la derecha», porque el realismo de cuadrar gastos con ingresos ha logrado sostener el sistema asistencial más amplio de los anales, pero es anatema para el pobrismo victimista lograrlo con innovación económica y concordia política, correlacionando prestaciones y productividad.

Desde 2000, cuando el adversario se concreta en la Organización Mundial del Comercio, los disturbios ligados a cada una de sus reuniones exhiben lo que Fernando Savater llama «izquierda centrifugada», y el Foro de Porto Alegre abre el año siguiente enumerando algo más de 1.400 tendencias –algunas unipersonales–, detalladas por sus organizadores como testimonio de fortaleza y universalidad. Todos coinciden en que «la miseria se agudiza vertiginosamente», una tesis avanzada por Marx en 1848, a su juicio compatible con que en 2018 el planeta sostenga diez veces más habitantes, y haya multiplicado por tres tanto la esperanza de vida como la renta per cápita.

Siglo y medio de experiencia no basta para tocar una coma de la idea fija, que empezó blindándose como revelación y quiso luego pasar por humanismo, basada siempre en que «los de abajo» se venguen al fin de «los de arriba». Partiendo de conceptos tan veraces como la conspiranoia, y brújulas tan ecuánimes como el rencor de clase, la idea fija da por seguro que «la fría lógica de la ganancia» debe domarse con «lo irresistible del deseo profético». Son palabras del profesor A. Negri, cuyo ensayo Imperio (2003) refleja tanto como El sueño zapatista la nostalgia por el Muro, deplorando «la facilidad con la cual cruzan fronteras las tecnologías, las personas y los bienes».

La última novedad en este orden cosas es el rencor de género, que ha decidido ligar capitalismo con virilidad como el subcomandante Marcos unía la indigencia con un crecimiento de la derecha, aunque desde finales de los años 40 hubiese optado en toda Europa por engrosar el centro. A caballo entre la ignorancia histórica, el postureo y la mala fe, quienes convocan una huelga general feminista para protestar por la discriminación prescinden, para empezar, de que sigue vigente sine die el engendro zapateril llamado discriminación positiva, como si discriminar no fuese la esencia de lo injusto, y en este preciso campo un estímulo para pervertir abierta o veladamente el principio constitucional de igualdad ante la ley, y el afán de igualar también las oportunidades.

despatarre-podemos4

Tanteando hasta dónde podría la izquierda centrifugada rascar algún voto extra, y como una especie de plebiscito informal sobre el posible retroceso de Podemos y afines, dicha jornada de paro muestra la misma indiferencia hacia el rendimiento de empresas y servicios que los disconformes genéricamente con la existencia de mercancías, porque llamar la atención sobre el grupo autobautizado como 8-M prima sobre cualquier perjuicio o molestia a terceros, por supuesto de ambos sexos.

Tras almorzar, cuando Libertad Digital me invitó a escribir algo sobre esta huelga, pregunté a mi mujer qué opinaba de la iniciativa, y me dijo textualmente: «No nací víctima, y agradezco haber nacido en un país donde he tenido todas las oportunidades que quise tener». ¿Cuántas españolas piensan lo mismo? ¿Y cuántas coinciden en ver un sesgo ideológico tan siniestro como contraproducente en el paquete zapateril de medidas dirigidas a prevenir y castigar la violencia de género? Ojalá lo supiera, porque el seguimiento de la iniciativa anti «heteropatriarcal» bien podría depender mucho más de pereza y gregarismo que de plantearse el fondo del asunto, y los convocantes han dado por eso muestras de aptitud en la asignatura llamada «agitprop» desde Lenin.

En todo caso, quienes firman el manifiesto publicado anteayer llaman «a celebrar el 8 de marzo que la gran mayoría de las mujeres en España somos libres para elegir carrera profesional, trabajo y tipo de vida». Olé sus arrestos, y olé su cordura, que serán sin duda necesarios para capear la nueva invitación al resentimiento, y la deslealtad de omitir los progresos realizados. Nadie en sus cabales negará que la española puede ampliar esos logros, pero no será vistiendo a las monas de seda, ni sustituyendo una evolución gradual por decretos.

No por llamarse subcomandante perderá quien usa el alias Marcos sus ansias de Comandante Supremo, y no por representar a la Iglesia de Roma dejará Bergoglio de confraternizar al tiempo con dictadores rojos y pontífices de una religión que manda matar al apóstata, y trata a la mujer como menor de edad perpetuo. Tampoco decir que defiende la igualdad le quitará su rabia vindicativa al feminismo del 8-M, empeñado en trasladar la guerra civil al ámbito de la relación sexual.

No, yo no mato mujeres

«Ya está bien, me niego a aceptar ni la más mínima culpa por los delitos que yo no he cometido, por las actitudes que no tengo. Yo no mato mujeres, señor Fernández Vara, señoras militantes del feminismo ultra.»

ya-basta

Por  en Libertad Digital

Ya está bien, me niego a aceptar ni la más mínima culpa por los delitos que yo no he cometido, por las actitudes que no tengo. Yo no mato mujeres, señor Fernández Vara, señoras militantes del feminismo ultra, no las mato ni por ser mujeres, ni por ser mediopensionistas ni por vestir de una u otra forma. No las mato, no las golpeo, no las maltrato. Nada.

Yo no soy un delincuente, mucho menos un asesino. No soy un engranaje más de una supuesta máquina de opresión, ni un eslabón nuevo de no sé qué cadena secular. Convivo con muchas mujeres en mi propia casa, en el trabajo o cuando estoy entre amigos, y las trato a todas como lo que son: personas, iguales, sin imponerles nada, pero sin dejarme imponer ningún peso moral por asesinatos que yo condeno como el que más y por delitos que a mí también me asquean.

Hay una estrategia clara para socializar determinadas culpas, en algunos casos por un fanatismo cuasirreligioso, en otros por puro rencor, en ocasiones porque es un carro del que se espera recoger un puñado de votos, a veces por simple y llana estupidez, pero la culpa no puede ser de un grupo social: en una sociedad democrática con un mínimo de justicia las culpas no son nunca ni de los hombres, ni de las mujeres, ni de los pobres, ni de los ricos… Son de los culpables. Culpables que, por cierto, son aquellos condenados por un tribunal tras un proceso con garantías, no necesariamente los que se señalan en los pseudoinformativos televisivos, las primeras páginas de los periódicos o determinadas cuentas de Twitter.

La violencia doméstica es intolerable, cualquier tipo de violencia ejercida contra una persona más débil es intolerable, sea esa persona una mujer, un niño o un hombre, y que eso ocurra entre las paredes del hogar o en el marco de una relación afectiva está claro que hace la situación mucho más dramática y dicho comportamiento más repugnante.

 

Pero el problema de las mujeres asesinadas por sus parejas no lo vamos a solucionar ni llamando a las cosas por lo que no son, ni convirtiendo a la mitad de la humanidad en potenciales asesinos y culpables sin juicio. Porque no lo somos, porque no debemos soportar esa infamia y porque tampoco lo vamos a consentir.

De lo sustancial

Enya-basta principio estoy a favor de las huelgas, ¿cómo no iba a estarlo?En Cuba las huelgas están prohibidas, como casi todo. Allí donde quiera que se implante el castro-comunismo, lo más relevante es y será siempre la prohibición, la censura, la negativa como respuesta inicial y definitiva. ¿Quién se enfrenta a eso sin correr el riesgo de la cárcel, el fusilamiento, el destierro? A estas alturas, el que lo ignore no es más que un colaboracionista del régimen, y su deplorable cúmbila.

El único sindicato de trabajadores existente en Cuba, la CTC, fundado antes del año fatídico, 1959, se preocupa más –desde hace 59 años– de ejercer su servidumbre al castrismo que de defender los derechos de los obreros. Varios documentos y documentales atestiguan este hecho.

Entonces, reitero, apoyo el derecho de los trabajadores a las protestas sociales mediante huelgas. Ojalá esas huelgas pudieran hacerse en Cuba, aunque esa huelga de brazos caídos, de alguna manera, lleva décadas ejerciéndose y es reflejada de manera oblicua en el desgano, apatía y desidia de los ciudadanos.

Sin embargo, no estoy de acuerdo con la huelga de mujeres del 8 de marzo. No puedo apoyar principios que no me representan como mujer ni como feminista, y mucho menos como persona. Tampoco creo que sea una huelga reivindicativa de derechos, estamos ante un lamentable espectáculo provisto de odios, resentimientos y actos politizados y vengativos. No me interesa esa muestra espantosa de cretinismo y de eliminación de un supuesto adversario que ya ni siquiera es para ellas el macho, sino el capitalismo, representado exclusivamente por el hombre.

 

No y no. No, porque no es una huelga, es una afrenta bruta y bestial, gratuita y mezquina, exenta de intelecto, por no llamarlo sencillamente, juicio. Es un ultraje, un agravio, de esa izquierdona malcriada, que con sus millones pretende zaherir y vilipendiar, antes que acordar y solucionar. Su mayor argumento es el chillido, el arañazo, la fútil impertinencia.

Situemos lo sustancial:

Antes que feminista soy mujer. Antes que mujer soy un ser humano. A menudo antes que ser yo soy otro.

No se trata de un conflicto sexual o sexista.

Estamos frente a un estallido de la bestialidad contra la humanidad, de hostilidad al razonamiento, del sentimiento frente a la sensibilidad.

No cuenten conmigo para ninguna sublevación que aniquile a la inteligencia.

 en Libertad Digital

«Nuevos derechos»

malasx

Pensando un poco, es curioso comprobar cómo la ideología de género ha conseguido en pocos años imponerse en las leyes y en la mentalidad de mucha gente que la apoya. El proceso mental que ha seguido es el siguiente:

-Yo puedo elegir el sexo y el género que me dé la gana.

-Tú tienes que respetar mi elección, no puedes discriminarme.

-Yo puedo elegir la orientación sexual que quiera, libremente.

-Tú tienes que respetar mi elección, no puedes discriminarme.

-Yo afirmo que mi elección de sexo, género y orientación sexual son derechos humanos.

-Tú tienes que aceptarlo y reconocerlo en las leyes humanas positivas.

-Mis elecciones son lógicas y razonables porque soy completamente libre de decidir lo que quiero ser desde el punto de vista sexual.

-Tú tienes que obrar en consecuencia y respetar mis decisiones completamente.

-Yo te obligo por ley, a que no puedas contradecirme ni demostrar que estoy equivocado, que no tengo razón. Si lo haces te perseguiré, te humillaré, te multaré, te destruiré como ciudadano.

-Tú tienes que acatar mis leyes y colaborar o estar callado.

-Aquí mando yo y todos los Tribunales que me apoyan.

Pero de verdad, ¿esas elecciones pueden o deben ser derechos humanos respetables? ¿no son verdaderamente caprichos o arbitrariedades de la voluntad de algunas personas que nunca pueden ser considerados derechos, porque jamás hasta hoy los caprichos humanos, los deseos injustificados, las decisiones arbitrarias, se han considerado y reconocido como derechos en la Historia de la humanidad?

No obstante, por increíble que parezca lo han logrado, lo han impuesto en este principio del siglo XXI y todo el mundo lo tiene que respetar, acatar, sin posibilidad de recurrir o disentir. ¿Están locos tantos políticos que lo han promovido, tantos juristas que lo han aceptado, tantos médicos que están callados, tantos padres que están  acobardados, tantos ciudadanos temerosos que no se atreven a hablar y razonar con sentido común ante tamaño disparate?

Quiero pensar que no, que esta pesadilla acabará más pronto que tarde. Que alguien le dirá al Emperador que está desnudo, que muchos darán un paso al frente y se opondrán con todas sus fuerzas. Yo lo expreso aquí con toda claridad de la que soy capaz. 

Roberto Grao Gracia ( El Brief de Actuall )