Etiqueta: ESPAÑA

Sánchez disfraza de operación humanitaria el envío de inmigrantes de Biden a España: «Son refugiados»

La Casa Blanca presenta «Movilidad Segura» el servicio para desviar inmigrantes irregulares a España

POR JORGE MESTRE

El presidente estadounidense, Joe Biden, quiso tener enfrente al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, para hablar de inmigración y de los inmigrantes que España empezará a asumir desde este mes para aliviar parte del caos migratorio en EEUU y, de paso, salvarle la papeleta al presidente de la primera potencia del mundo, muy castigado en las encuestas de su país.

Por su parte, el presidente del Gobierno español ha empezado a acuñar nuevos términos para referirse a lo que será una masiva llegada de irregulares a nuestros territorio: migración circular, movilidad segura, operación humanitaria, etc. Todo con el fin de enmascarar una realidad no explicada aún por el Ejecutivo para explicar porqué ha sido el único dirigente occidental que se ha prestado a participar en los planes de Joe Biden, con la excepción de Canadá que por razones geográficas se entiende su implicación.

El equipo de asesores y comunicación de Pedro Sánchez pretendieron desde un inicio que la cuestión migratoria no copase la atención de los medios de comunicación y que la reunión en la Casa Blanca se interpretase como un espaldarazo político de Biden a Sánchez. Sin embargo, el dirigente de la Casa Blanca habló en clave interna y lo primero que hizo tras agradecerle su apoyo a Ucrania, felicitó a su colega por poner a España como destino para los miles de inmigrantes irregulares que no vayan a EEUU.

«Dependerá de las necesidades del mercado laboral español»,  insistió Sánchez en rueda de prensa tras la reunión con Biden. Sin embargo, eso no es del todo cierto. De acuerdo con el principio de acuerdo suscrito entre EEUU, España y Canadá el 3 de mayo, el gobierno español se comprometió a «incrementar el número de personas procedentes de América Latina durante los próximos tres años a través de vías vinculadas a las necesidades del mercado laboral ampliando su programa de migración circular con una nueva vía complementaria para personas necesitadas de protección internacional».

El mismo día que el jefe del Ejecutivo se dirigía a la sede del gobierno estadounidense, éste lanzaba Movilidad Segura, su nueva plataforma con la que los inmigrantes podrán solicitar su envío a España.

A través de una web llamada Movilidad Segura (movilidadsegura.org), creada por el gobierno estadounidense con ACNUR de Naciones Unidas así como con la organización internacional para las migraciones (OIM), se explica que  «las personas refugiadas e inmigrantes elegibles serán consideradas para entradas humanitarias y otras rutas a los EEUU otros países [España] que puedan ofrecer estas oportunidades». 

El gobierno estadounidense ha establecido varios centros regionales de procesamiento en algunos países iberoamericanos, como Colombia y Guatemala, aunque prevé llegar hasta el centenar ante la avalancha de solicitudes que pretenden servir para dirigir a los refugiados e inmigrantes y evitar los riesgos asociados a la movilidad humana.

La gestión de dichos centros será llevada a cabo por las organizaciones de la ONU implicadas, pero serán los oficiales estadounidenses quienes estarán presentes para contribuir en la tramitación de la solicitudes. Según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, «estos centros de tramitación abrirán en un futuro próximo». 

¿Cómo acabar en España?

El servicio de Movilidad Segura anuncia que hay cuatro posibilidades para venir a España: ser considerado refugiado, trabajos estacionales, acogida humanitaria para ciertas nacionalidades o por reunificación familiar.

Todo ello contrasta con lo dicho por el gobierno español. El Ministerio de Inclusión que dirige José Luis Escrivá dijo previamente que la única manera de aplicar para los inmigrantes que vengan a España será tener reconocido el estatus de protección internacional, es decir, tendrán que ser refugiados para ser tratados de la misma manera que los solicitantes de asilo de Siria o Ucrania.

Pero este planteamiento genera problemas porque la solicitud de asilo no se concede hasta pasado un tiempo desde su petición, por lo que aquellos inmigrantes a quienes posteriormente se les deniegue dicho reconocimiento con toda probabilidad ya estén en territorio español y localizarlos para su repatriación será una tarea muy compleja. Muchos de ellos se habrán movido a lo largo del territorio nacional y otros tantos se habrán desplazado hacia el resto de países europeos.

Las personas en la región podrán hacer una cita desde su teléfono para visitar la oficina más próxima antes de viajar, obtener una entrevista con especialistas en inmigración, y una vez reúnan los requisitos serán enviadas a España.

«Don’t worry Pedro, I have everything ready for the next bilateral meeting with Biden.»

Sánchez se reúne con Biden en EEUU para concretar “importación” de migrantes a España

#NoMasInmigrantes #InmigrantesFuera

Ambos mandatarios esperan conversar sobre las relaciones entre EEUU y España, posiblemente incluyendo detalles de un acuerdo migratorio que busca aliviar la enorme crisis en la frontera con México, debido a la expiración del famoso Título 42. El país europeo se comprometió a recibir personas deportadas

Por Oriana Rivas

El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, viaja a Washington DC en Estados Unidos para reunirse con el presidente Joe Biden. Se espera que la agenda incluya asuntos como las relaciones entre ambos países y sus posturas frente la guerra en Ucrania. Sin embargo, el tema que se está llevando el protagonismo es el acuerdo migratorio en el que el país europeo se comprometió a recibir migrantes que crucen ilegalmente por la frontera sur de EE. UU.

Las críticas llueven por estas horas, debido a que desde el Partido Republicano de EE. UU. no lo ven como un simple encuentro, sino como una táctica del Gobierno español —de corte socialista— para proteger al golpeado e impopular gobierno demócrata de Biden. Para la congresista María Elvira Salazar, los planes entre Sánchez y Biden son claros.

Uno de los mayores cómplices del castrismo y el chavismo en Europa, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, estará en DC. Biden lo recibirá en la Casa Blanca y allí Sánchez defenderá a sus aliados Maduro y Díaz-Canel. ¡Cruzará el Atlántico para ser abogado del diablo!”, escribió la representante del Congreso. El presidente del Partido Popular español, Alberto Núñez Feijóo, también se pronunció.

Es que ciertamente, el jefe del Gobierno español ha abogado previamente por las dictaduras latinoamericanas. Hasta hace par de semanas uno de sus funcionarios viajó a Bogotá para apoyar el encuentro creado por el presidente colombiano, Gustavo Petro, para promover el levantamiento de sanciones estadounidenses contra el chavismo en Venezuela.

¿Acuerdo migratorio o simple conveniencia?

Días previos a la reunión entre Biden y Sánchez se supo que ambos acordaron que España recibirá a migrantes irregulares que quieran cruzar a EE. UU. Funcionará con centros que Washington quiere construir en Colombia y Guatemala para evitar que las personas lleguen a México.

Ese tratado pretende aliviar parcialmente la oleada de migrantes que se están acumulando en la frontera debido a la expiración del Título 42. Un dolor de cabeza para la Administración demócrata, la cual luego de haber promovido la migración —prometiendo crear un sistema “justo y humano”—, hoy suplica no viajar porque “la frontera no está abierta”. En el medio de esta situación, es interesante cómo cada gobernante utiliza el actual encuentro a su conveniencia.

Por ejemplo, la prensa socialista a favor de Sánchez reporta la reunión como un espaldarazo de Biden el mismo día que comienza la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Sin embargo, para la Casa Blanca, elegir el próximo 12 de mayo “más tiene que ver con sus problemas internos que con las ensoñaciones del presidente español”, remarca Ok Diario. El día en el que Biden se reúna con Pedro Sánchez, “la avalancha migratoria en la frontera sur no habrá hecho más que empezar”.

Posiblemente tras la reunión se sepan detalles de ese acuerdo. Por ejemplo, cuántos migrantes recibirá España desde los centros dispuestos por EE. UU. Hay que recordar que el país europeo lidia por sí mismo con flujos irregulares desde el continente africano. Un problema con que continúa abordando a pesar de la ligera disminución el año pasado. Con este problema sobre sus hombros, se vuelven más válidas las sospechas de ayuda Sánchez a Joe Biden y si tienen que ver con no dejar caer su imagen rumbo a las elecciones estadounidenses de 2024. Otro de los temas a tratar será la posición de Occidente frente a Rusia por la guerra en Ucrania y el tema de las tierras contaminadas con Plutino en la localidad española de Palomares desde 1966.

La desesperación de Biden

No solo España lanzará un salvavidas a Biden en el tema de las crisis migratoria. Canadá también recibirá a personas que intenten cruzar a EE. UU. luego de cruzar varios países por tierra. El mandatario demócrata quiere evitar que empeore una situación desesperada.

Tan solo en la madrugada de este 11 de mayo arribaron unos 4000 migrantes más a la ciudad mexicana de Tapachula. “En medio de empujones y gritos se disputan un lugar en las filas para que las autoridades mexicanas los atiendan y empiecen un primer viaje de unos 1000 kilómetros a la capital del país”, reportó la agencia EFE. Todos ellos quieren llegar a la frontera sur estadounidense.

No importa que el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, anunciara nuevas medidas contra quienes lleguen a la frontera sin cita previa por la aplicación CBP One, los migrantes siguen viajando en masa. Se conoció que demócratas y republicanos presentaron un proyecto de ley que daría a la Administración Biden dos años más para prepararse adecuadamente en lugar de lanzar normas apresuradas. El objetivo es implantar por ese tiempo una medida similar al Título 42.

Si ese proyecto no es aprobado, probablemente Biden siga cerrando filas con sus pares socialistas para contener la enorme crisis.

La sequía española es la gran oportunidad de los hijos de puta

Por Diego Herchhoren

En agosto de 2005, el huracán Katrina desoló el interior de Estados Unidos provocando más de 1300 víctimas y una migración de centenares de miles de personas. El llamado «tercer mundo» ingresó en los Estados Unidos, y para el diario Wall Street Journal, esto era una «ventana de oportunidades» para reformar drásticamente el sistema de protección social en las zonas afectadas, donde empresas de primera línea podrían hacer grandes negocios con la gestión de determinados servicios públicos.

La sequía que padece la geografía española (inducida o no) recorre los mismos derroteros que aquella funesta experiencia, y los fondos Next Generation de la Unión Europea son el instrumento para que un bien esencial para el desarrollo humano sea convertido, bajo el paraguas de la eficiencia y la sostenibilidad, en un bien de pago. De hecho, el plan de recuperación español auspiciado por la UE aboga precisamente por una «digitalización» del ciclo del agua, similar al que ya ha sido incorporado en el negocio de la electricidad.

Entendido el negocio del agua como la suma de productos, canales de distribución, concesiones y puntos de venta, empresas españolas como Sacyr, con su proyecto SOS Agua, se han erigido en «facilitadoras» del acceso a este recurso.

La Comisión Europea impulsó en el año 2003 la creación de Water Europe, un grupo de presión encargado de asesorar a los Estados miembros y a sus administraciones en lo que ellos llaman «agua inteligente» y que tienen cuatro objetivos: reducir un 50% las fuentes de extracción de agua; agregarle valor como commodity; añadir competitividad al mercado del agua europeo y «garantizar a largo plazo la estabilidad y la sostenibilidad de los acuíferos y las diferentes fuentes de obtención de agua».

Es decir, el patrón es convertir el agua en un bien escaso que motive la incautación de regadíos, la distribución de contadores, el abono de precios libres en función de la oferta y la demanda, así como el necesario cambio cultural español en torno a este recurso, hasta ahora más o menos convencido de la generosidad en su acceso.

Para ello apuestan por «soluciones digitales y modelos de buen gobierno corporativo y de negocio que contribuyan a resolver, con objetivos sostenibles, el desafío de unas sociedades inteligentes en las que los recursos del agua estén plenamente garantizados y su demanda, satisfecha”, afirman en su web.

Water Europe es el ejemplo más claro de eso que se viene a llamar «colaboración público privada», es decir, un grupo de empresas líderes que promueven a una serie de «especialistas» distribuidos en organismos, confederaciones hidrográficas y administraciones públicas y que no se sabe nunca para quién trabajan. Corporaciones punteras como Suez, Veolia, Acciona o Coca-Cola son las empresas que están detrás de este lobby.

El paulatino acceso de «empresas gestoras» en las concesiones de agua potable a partir del año 2000 se ha ido naturalizando, y la evolución del sector (que es normalmente el anticipo de las regulaciones por venir) augura un próspero negocio en la «gestión eficiente».

Durante los gobiernos de Jose Luís Rodríguez Zapatero se introdujeron en España profundos cambios en la antigua Ley de Aguas, limitando los derechos e introduciendo el mercado del agua, así como se introdujo el llamado «Plan Hidrológico Nacional» y la Directiva Marco Europea, que fue una silenciosa pero contundente privatización de los recursos hídricos.

El concepto de esta reforma era que recaudando por consumo de agua se repercutirían los ingresos en la mejora de la infraestructura, evitando así los efectos de sequías prolongadas. Y podría pensarse que el objetivo fracasó, pero no es así.

En efecto, se han reducido notablemente las fuentes de extracción y la sequía, entendida ya no como anomalía del clima, sino como concepto político, se ha instalado en la población española, y la idea del «racionamiento», la «gestión eficiente» (de pago) y los «límites de acceso» están cada vez más asumidos.

Franklin Roosvelt definió al dictador nicaragüense Anastasio Somoza como «nuestro hijo de puta, trabaja para nosotros». Quienes diseñaron esta política hídrica son los hijos de puta que están haciendo cola en los despachos oficiales para llevarse alguna concesión hídrica o de infraestructura, y que seguramente fueron los que colocaron a otros como ellos a cargo de esos despachos.

Los efectos de esa sequía políticamente inducida los estamos viendo en el precio de los alimentos y en todo aquello que repercute en el bienestar general, que ya no es general, sino de pago. Y animamos a los lectores a que busquen en sus municipios quienes serán los encargados de «gestionar» el racionamiento hídrico previsto para este verano.

Las elecciones no detendrán el declive de España

Escrito por Fernando del Pino Calvo-Sotelo

Como diría Dickens, España rueda con extraordinaria suavidad pendiente abajo. Sus mejores momentos parecen haber quedado atrás y el edificio constitucional de 1978 –un capítulo más de su larga historia, pero el orden vigente hoy en día- parece estar siendo sistemáticamente demolido. ¿Es esta situación responsabilidad exclusiva del actual gobierno o estamos ante un problema más profundo?

Resulta fácil, y más en el rifirrafe propio de períodos preelectorales, denostar a un gobierno tan dañino como el que tenemos y mantener la esperanza de que un cambio de ciclo político reconstruirá lo destruido y nos devolverá a un pasado mejor o, al menos, más tranquilo. Pero personalizar el declive de nuestro país en quienes nos gobiernan hoy nos dibuja un cuadro incompleto de la realidad, y la esperanza de que la indolente no-oposición cambie las cosas de manera duradera nos conducirá con toda probabilidad a la frustración, una vez más.

Me gustaría que no se considerase este punto de vista como una absolución de un gobierno que considero liberticida y subversivo. ¿Cómo no enjuiciar negativamente a quien dinamita nuestro Estado de Derecho, traiciona su promesa de lealtad y demuestra repetidamente no aceptar ningún límite ético, estético o legal?

Sin embargo, estas consideraciones, aun siendo ciertas, no nos muestran toda la verdad, porque el problema de España es mucho más profundo y complejo y no desaparecerá cuando este gobierno, que es un síntoma de la enfermedad que aqueja a España mas no la enfermedad en sí misma, pase al baúl de los olvidos.

Así, me gustaría ahondar en los factores estructurales de mayor calado que explican la deriva de nuestro país. El primero es la crisis institucional causada por las debilidades del régimen del 78 y por el abuso reiterado que de él han hecho los dos grandes partidos durante décadas.

La necesaria separación de poderes

En efecto, aunque la causa próxima de la crisis de régimen sea este gobierno, el problema de fondo radica en los desaciertos constitucionales que han permitido el desproporcionado poder alcanzado por los partidos políticos, un cáncer que ha hecho metástasis colonizando todas las instituciones del Estado e invadiendo con el transcurso del tiempo órganos vitales.

Ya en 1977 ese gran observador de la Transición que fue el filósofo Julián Marías advirtió que no le quedaba claro si los partidos se habían creado para servir al Estado o el Estado para servir a los partidos. Décadas más tarde nadie duda de la respuesta: los partidos consideran que el Estado es de su propiedad, una propiedad sobre la que tienen derecho de aprovechamiento por turno. Así, cuando se produce la alternancia política, el partido entrante ocupa todas las parcelas que ha tenido que desalojar el saliente convencido de que “tiene derecho” a ostentar no sólo el poder, sino el monopolio del poder durante un tiempo. “Ahora me toca a mí”, es la consigna.

Esta pretensión de monopolio del poder es muy peligrosa. Los sabios de antaño, conocedores de la inmutabilidad de la naturaleza humana y ajenos, por tanto, a toda tentación utópica, tenían claro que para preservar la libertad se debía evitar la concentración del poder en pocas manos.

Ya en la República Romana la razón de ser de su maraña de instituciones era dividir el poder para que la ambición de unos frenara el exceso de ambición de los otros. Veintitrés siglos más tarde Montesquieu lo resumió en una frase: “para evitar el abuso de poder, es preciso que el poder frene al poder”.

Quienes aplicaron este concepto con mayor rigor fueron los fundadores de los EE. UU., cuya Constitución moderaba el ejercicio de poder para que las mayorías no abusaran de las minorías y evitar la tiranía de las masas, tan manipulables, veleidosas y tendentes al linchamiento. Asimismo, crearon un complejo equilibrio de pesos y contrapesos con sus listas abiertas, sus primarias, su estricta separación de poderes entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial, el Senado del Congreso, la duración de los mandatos y la existencia de instituciones independientes.

Comparen este sistema con el español, en el que el poder ejecutivo emana del legislativo, el judicial está completamente politizado y donde existen listas cerradas, disciplina de voto y un Senado inútil. Nuestra Constitución no preservó debidamente la separación de poderes: el poder ejecutivo y el legislativo quedaron fusionados en uno solo y se dejó abierta la puerta para que ese poder único controlara también el judicial.

¿Puede haber un gobierno delincuente?

Pero aparte de la separación de poderes, en un Estado de Derecho es la ley la que limita la caprichosa voluntad del que ostenta el poder. Por eso, el primero que debe cumplir la ley es el propio gobierno, porque cuando los gobernantes dejan de respetar la ley y puentean los procedimientos formales destinados a preservar la seguridad jurídica, se abre la caja de Pandora, estalla el Estado de Derecho y se liberan fuerzas destructivas que conducen primero a la anarquía y luego a la tiranía.

Así, la persistente vulneración por parte de todos los partidos de la norma suprema de nuestro sistema, la Constitución de 1978, y el abuso procedimental (o incluso el fraude de ley) habitual en este gobierno, suponen un verdadero riesgo existencial. Defender la Constitución no significa glorificarla ni mitificarla negando sus evidentes debilidades, sino defender el orden legal vigente.

Es importante comprender que, del mismo modo que el escorpión de la fábula no puede evitar picar a la rana, aunque ello conduzca a ambos a la muerte (“es mi naturaleza”), el poder no puede evitar tender a expandirse en el tiempo y en el espacio, aunque ello nos conduzca al desastre. Así, está en su naturaleza buscar constantemente la permanencia en el tiempo y la totalidad en su alcance, es decir, el poder perpetuo no sujeto a ley alguna, pues el súmmum del poder es la arbitrariedad. Esta amenaza es más alarmante cuando el poder político cae en manos de una persona que exhibe evidentes rasgos psicopáticos, como es nuestro caso.

Si el poder anhela la permanencia y la arbitrariedad intentará por todos los medios evitar límites temporales o legales que obstaculicen su voluntad de poder ilimitado y procurará saltarse los laboriosos procedimientos establecidos por la ley que le estorban en el ejercicio absoluto del poder. Así, para quien ostenta el poder las elecciones son un mal irremediable que le gustaría posponer, evitar o trampear. También es frecuente – como hace este gobierno – que manifieste su hostilidad hacia aquellas instituciones que le son más difíciles de controlar, acusándolas, por ejemplo, de “no ser democráticas” (la Jefatura del Estado, el Poder Judicial, la Guardia Civil, el CNI o el Banco de España, por ejemplo). Esta crítica, proveniente de partidos tan poco democráticos en su estructura interna y funcionamiento (vulnerando, una vez más, nuestra Constitución), no sólo es un ejercicio de hipocresía, sino que parte de un concepto de unicidad de poder liberticida, puesto que la democracia no sujeta a la ley es dos lobos y una oveja votando qué vamos a cenar esta noche – o dos subsidiados y un trabajador votando cuánto vamos a subir los impuestos.

Abusando de las debilidades de la Constitución del 78

Reitero que el origen último del deterioro institucional que estamos viviendo es el sistema político débil e impotente que lo permite. En efecto, estamos pagando los errores e ingenuidades de nuestro texto constitucional de 1978 y el abuso reiterado de ellos perpetrado por los partidos políticos durante décadas. Si a esto unimos una sociedad civil medrosa y una carencia de instituciones independientes, es fácil comprender el daño que puede hacer la llegada al poder de un dinamitero.

Una Constitución puede ser escrita por un sabio, por un necio o por un cínico. El sabio la escribe pensando que quien va a ocupar el poder es su peor adversario, por lo que pone todas las trabas posibles a su ejercicio. El necio, por el contrario, piensa que sólo cabe la posibilidad de que gobierne él y, por lo tanto, procura allanarse el sendero. El cínico, por último, piensa que antes o después le llegará el turno y que cuando llegue podrá apurar hasta la última gota del néctar del poder puesto que, a fin de cuentas, la Constitución es papel mojado si se puede incumplir con total impunidad.

Como toda obra humana, todo sistema político es imperfecto y está condicionado por la época en que nació, por los miedos y esperanzas de sus actores y por la tendencia a compensar, a veces de modo torpe y miope, los elementos percibidos como negativos de la experiencia histórica más reciente. Pero, así como el paso del tiempo permite formarse una opinión más ecuánime de los acontecimientos pasados, también dificulta ponerse en el lugar de quienes tomaron las decisiones en su momento. Por tanto, no juzgaré a los “padres” de nuestra Constitución ni el proceso de aprobación de ésta salvo para decir que uno de ellos me confesó hace años que dicho proceso había sido “una improvisación permanente” y que no comprendía su desorbitada exaltación. En cualquier caso, el texto constitucional no arbitró suficientes mecanismos de autodefensa frente a los excesos de los propios partidos que la redactaron.

El diálogo sólo es posible sobre la base de unas premisas básicas compartidas y de una identidad indiscutida. ¿Alguien podría decirme, casi medio siglo después, cuál es la identidad indiscutida de España? El problema, hoy agravado, ya existía en 1977, de modo que el consenso entre la izquierda, la derecha y los entonces débiles nacionalismos fue más aparente que real, fruto de lo cual se inventaron conceptos para salir del paso (“nacionalidades”), párrafos contradictorios (propiedad privada “delimitada” por su “función social”) y remisiones a futuras leyes de inferior rango que cada partido confiaba poder redactar sin el molesto requisito del consenso. Dicho eso, y más allá de las buenas intenciones de unos, de la frivolidad, ignorancia y maquiavelismo de otros y de la ignorancia de la mayoría, me invade cierta nostalgia cuando pienso en la capacidad de encuentro de la España de entonces.

El obsceno asalto al poder judicial

En un ejemplo de remisión a norma inferior en ausencia de consenso, la Constitución no especificó quién elegía a 12 de los 20 miembros del máximo órgano de gobierno del Poder Judicial. En un primer momento (1980) los dos grandes partidos votaron a favor de que fueran los propios jueces (258 votos a favor). Tan sólo cinco años más tarde, la mayoría absoluta del PSOE (202 escaños) decidió unilateralmente que fueran elegidos por 3/5 de Congreso y Senado.

El posterior recurso de la oposición ante el Constitucional fue desestimado por unanimidad (1986) aunque el Tribunal aclaró, con el cómodo voluntarismo del que suelta al zorro confiando en que no va a comerse a las gallinas, que el criterio de 3/5 debía implicar que todos los candidatos fueran elegidos por consenso y, por tanto, sometidos a veto mutuo, evitando “cuotas” de poder proporcionales. El “consenso” incentivaba la presencia de independientes de reconocido prestigio y evitaba figuras con excesivo perfil político. Por el contrario, las “cuotas” han fomentado que jueces y magistrados tengan una creciente afinidad o lealtad política y ha desacreditado al Poder Judicial al dividirlo entre jueces y magistrados “conservadores” y “progresistas”.

Con estos antecedentes, el actual gobierno ha dado un paso más nombrando al Tribunal Constitucional candidatos indistinguibles de políticos de partido y sujetos incluso a conflictos de interés que suelen ser precursores de conductas prevaricadoras. Este asalto fue inicialmente abortado en legítima defensa por el propio Tribunal provocando que algunos criticaran un “choque de poderes sin precedentes”, cuando es precisamente el choque de poderes lo que garantiza el funcionamiento del sistema y la protección de nuestras libertades. En este choque inicial, por cierto, y fiel a su matonismo y desprecio de la ley, el gobierno presionó al Tribunal vulnerando el decoro y la legislación vigente con críticas groseras más propias de repúblicas bananeras que de países europeos. Le salió bien, y quedó impune.

El torpedeo bipartidista del Estado de Derecho

Sin embargo, aunque el actual gobierno esté demoliendo el Estado de Derecho y la seguridad jurídica sin ningún escrúpulo, la oposición carece de autoridad moral para criticar el intento de toma de control del poder judicial, pues el torpedeo del Estado de Derecho ha tenido una naturaleza bipartidista.

En efecto, los dos grandes partidos han modificado la Ley Orgánica del Poder Judicial y sus mayorías cuando les ha convenido, y la actual oposición no ha tenido ningún interés en cambiar el statu quo una vez ha llegado al gobierno, incumpliendo sus promesas electorales a pesar de contar con ocho años de mayoría absoluta.

La realidad es que en este asunto ningún partido político ha defendido elevados principios o el interés general, sino intereses particulares y cortoplacistas. Unos lo han hecho por su ideología totalitaria o por una voluntad de poder narcisista y psicopática; otros, por razones más prosaicas, como intentar que sus corruptelas no salgan a la luz controlando la “puerta de atrás”.

Este inquietante y enésimo asalto contra el Estado de Derecho dirigido por un presidente que prometió una lealtad a su país y a sus instituciones que traiciona constantemente no será el último, pues su patología no tolera perder ningún pulso ni le permite comprender por qué su voluntad no puede transformarse en ley ipso facto. El deterioro institucional ha alcanzado tal extremo que ya no se cubren siquiera apariencias meramente estéticas o pudorosas.

Cuando el que toma las decisiones no sufre las consecuencias de sus actos o lo hace de forma asimétrica (esto es, si sale bien, me beneficio, y si sale mal, no me pasa nada) se crea un sistema de incentivos perverso. En efecto, cualquier ciudadano paga con creces la menor infracción de la más pequeña de las normas. Sin embargo, nuestros políticos pueden atacar e incumplir la más importante de las leyes y no les pasa absolutamente nada, como vimos con el ilegal estado de alarma.

Como colofón a décadas de abuso de los partidos políticos, el régimen del 78 está siendo derribado ante nuestros ojos por un gobierno subversivo. Obviamente, el primer paso es desalojarlo del poder y exigir las responsabilidades que correspondan, porque la impunidad de la clase política debe acabar. Pero el segundo paso debe ser mejorar nuestro sistema político en vista de los errores y excesos cometidos. La pregunta es qué líder político comprende la gravedad de la situación y qué partido tomará la decisión de limitar su propio poder una vez lo haya alcanzado.

DESCARGA EL ARTÍCULO EN PDF

La mojigatería sexual entra en campaña

El candidato de Vox en Valencia, Juanma Badenas, en un mitin electoral

«¡Follar!» «¡Ha dicho “follar”!» «¡Vade retro, Satanás!», han exclamado los ofuscados oponentes de Juanma Badenas, el candidato de Vox a la alcaldía de Valencia.

Por Javier Ruiz Portella

¡Quién lo hubiera podido creer! ¡Quién se hubiera podido imaginar  dos cosas! La primera, que, a estas alturas de la película, la pudibundez pudiese regresar con tamaña fuerza a nuestros pagos (y no, no regresa desde el campo en el que estuvo haciendo estragos durante tanto tiempo: regresa desde el campo opuesto). Lo segundo que uno tampoco se habría podido imaginar es que lo publicado  por un periódico como EL MANIFIESTO  pudiese acabar impactando con tanta fuerza en la campaña electoral de unas elecciones: las próximas.

Viene lo anterior a cuento de lo sucedido en Valencia, donde los oponentes a Juanma Badenas, candidato de Vox a la alcaldía de la capital han lanzado toda una campaña en Redes Sociales para intentar denigrarlo a propósito de unas declaraciones que, hace dos años, efectuó en un almuerzo entre amigos y que, hasta ahora, sólo figuraban en este periódico, en el que también colabora el —así lo presentan— lujurioso, procaz candidato de Vox.

¿Cuáles fueron las obscenas palabras que sus adversarios le echan en cara? Helas aquí, en este video de YouTube que reproduce ABC :

«¿Por qué somos contraculturales? —se preguntaba Juanma Badenas—. No lo somos porque estemos en contra de la cultura, sino porque nos quieren imponer una cultura que no es la nuestra. Y nuestra cultura la queremos defender hasta el final, también comiendo, y bebiendo, y follando», concluyó.

«¡Follar!» «¡Ha dicho “follar”!» «¡Vade retro, Satanás!» «¡¿Cómo es posible?!», han exclamado sus ofuscados oponentes.

Pues sí, señores (o señoras, o señoris, o lo que sea), el erotismo —«follar», expresado en lenguaje coloquial— forma parte integrante de la cultura; es decir, de la manera de ser, vivir y sentir de un pueblo. Y no hay en ello nada de reprobable u ominoso. Al contrario, es cosa altamente gozosa y virtuosa, siempre que por «virtud» se entienda lo que «virtus» significaba en Roma: lo elevado, lo grande, lo poderoso.

Pero da igual. Por más que uno se lo explique, esta gente nunca lo entenderá. No lo entendían los compungidos mojigatos de antaño (pero éstos al menos ya han cerrado prácticamente el pico) y tampoco lo entienden los desvergonzados puritanos de hoy: feministas radicales, identitarios genéricos, elegetebeicuístas (en claro: LGTBIQ+), que amenazan dar al traste con todo nuestro mundo de dos formas que parecen diametralmente opuestas. Por un lado, lo hacen con la desvergüenza hortera de quienes no tienen empacho en desnudarse y hasta en fornicar públicamente (por ejemplo, en la gran mascarada anual del «Orgullo Gay»). Por otro lado, lo hacen con la hipocresía de quienes se escandalizan (o lo simulan) cuando oyen que alguien habla públicamente de follar.

Pero se escandalizan sobre todo si ese alguien es un destacado candidato de Vox. Se rasgan las vestiduras si, además, ese candidato (un contumaz combatiente de lo políticamente correcto, cuyo último libro se titula precisamente Contra la corrección política) pone en relación el placer erótico con las virtudes —con la fuerza y la grandeza, decía— propias de la cultura.

Porque es sobre todo la cultura —esa que el hombre blanco ha ido forjando a lo largo de siglos— lo que está marcado, para esta gente, con el sello mismo del diablo. Para esta gente: para ese estado de espíritu que considera, entre otras cosas, que se deberían prohibir obras como las de  un Homero o un Beethoven. ¡Sí, sí, han leído bien! Deberían prohibirse las mayores obras de nuestra civilización porque —así lo pretenden— son tan nocivas como el conjunto de una «elitista cultura clásica, que refuerza el poder de los hombres blancos y reprime las voces de las mujeres, los negros y la comunidad LGTBIQ+», puede leerse, por ejemplo, en Vox.com, un digital estadounidense que nada tiene que ver (salvo el nombre) con quienes en España pretenden exactamente todo lo contrario.

Y para defender, frente a tanta aberración y tanto desvarío, la cultura y la civilización, la verdad y la belleza —tanto las del espíritu como las de la carne—, es por lo que gente como Juanma Badenas han saltado a la palestra.

La debilidad del déspota

Se acerca el momento de la verdad para Pedro Sánchez, el despota español, cuyo sueño es permanecer eternamente en el poder. En los próximos meses se enfrentará a dos elecciones en la que los españoles decididrán si quieren que se quede o que se marche. A esas elecciones acude con fortalezas y debilidades. Su gran fortaleza es que manda mucho, que controla casi todos los resortes del poder y que tiene sometidos a casi la totalidad de los poderes. instituciones y fuerzas de España. Su debilidad es ese mismo poder, que cuando es casi absoluto, como es su caso, corrompe y convierte en imbéciles a los déspotas.

El poder corrompe y fabrica déspotas cada día más débiles y obtusos. El poder aleja de la realidad y confunde. Cuando el poder es absoluto, el déspota se vuelve idiota y ya resulta fácil de destronar.

Ese proceso de deterioro ha funcionado desde hace milenios y ha acabado con cientos de emperadores e imperios que cayeron porque no supieron rodearse de verdad y decencia, sino de sumisión,mentiras y lealtades ciegas.

Cuando nadie de su entorno se atreve a decirle la verdad, el déspota ya está muerto.

El orgullo es el gran enemigo de todo déspota, lo mismo que la vanidad lo es de toda mujer hermosa.

Gobernar una democracia teórica con totalitarios y golpistas como Podemos, BILDU y ERC convierte a Sánchez en un monstruo Frankestein

Es lo que le está ocurriendo a Pedro Sánchez, un déspota de libro, que ya valora más al adulador que al amigo sincero, un tipo al que el poder ha deteriorado tanto que no es consciente de que media España le rechaza y le quiere ver lejos del poder y juzgado por sus abusos, arbitrariedades e injusticias.

Desde que murió Franco se habla en España del “Síndrome de la Moncloa”, un proceso inexorable de deterioro mental que afecta y no perdona a los presidentes de gobierno que habitan en ese palacio. Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, Aznar y Rajoy lo padecieron y el atontamiento les llevó a perder el poder. Pero con Zapatero y Sánchez, el síndrome ha empeorado y se ha convertido en una enfermedad tan grave que sus víctimas, además de atontarse, se envilecen y se hacen perversas.

Zapatero inauguró el mal terrible que envilece y pervierte a los presidentes, un drama que convirtió a Rajoy en un gilipollas andante y a Sánchez en un ser altamente peligroso y desenfrenado.

Desde Zapatero, ningún político catastrófico paga por sus pecados, lo que constituye una tragedia para el pueblo español, que está sometido a caprichos, abusos, injusticias, errores y suciedades impunes.

Rodeado de un cortejo de aduladores cínicos que no osan contradecirle, Sánchez es ya un pobre diablo con poderes que le desbordan y que no sabe gestionar.

Sánchez se ha vuelto tan obtuso, inflado y prepotente que toma todas las decisiones personalmente, despreciando las toneladas de neuronas de sus asesores contratados, convertidos en enchufados estériles.

¿Le ocultan ya a Sánchez aquello que no desea escuchar? Es más que probable ¿Se atreve alguien a decirle que es el presidente de gobierno más odiado desde Fernando VII y Godoy? No lo creo ¿Se cree Sánchez superior a todos sus asesores, compañeros y adversarios? Seguro que sí ¿Le advierten que los impuestos están asfixiando la economía? ¿Le han advertido que esconder desempleados en las estadísticas es delito? ¿Le advierten que el endeudamiento de España es un suicidio? ¿Le avisan de que el abuso del avión Falcon y de los helicopteros Puma para actos de su partido es un abuso de poder intolerable? ¿Se atreven a decirle que gobernar con socios totalitarios y preñados de odio, como Podemos, BILDU y ERC, le convierten en un peligroso monstruo Franquestein?

El déspota es tan todopoderoso como frágil e imbécil y cuando acapara demasiado poder siempre termina siendo un ridículo pavo real arrogante y un bobo con patas.

Francisco Rubiales




En opinión de Unamuno, y en la mía, por supuesto, España está en manos de locos y de tontos… Por Julio Merino

Unos locos (o un loco, Pedro Sánchez que lo quiere todo para seguir en la Moncloa)… y unos tontos (o un tonto, Alberto Núñez Feijóo que solo piensa en llegar a la Moncloa).

POR:  JULIO MERINO 

Solo han pasado 4 meses y vuelvo a publicarlo. Tal vez, por seguro, porque todos están más locos y cada día hay más tontos. Ahora, cosa curiosa, se han unido los locos y los tontos para combatir la Moción de Censura de VOX y desprestigiar al catedrático Tamames. La Izquierda está loca por mantenerse en el Poder y la Derecha cada día está más tonta pensando que ya tiene en sus manos la Moncloa. Pues, lo dicho. Lo que ayer decía de esta gente lo mantengo. Así es que pasen y lean:

Cuando yo sea Presidente suspenderé la Ley de Memoria Histórica y la Democrática.

Cuando yo sea Presidente me cargaré los indultos

Cuando yo sea Presidente me cargaré la Ley de Igualdad de Género

Cuando yo sea Presidente me cargaré todos los “chiringuitos” de la LGTBI+

Cuando yo sea Presidente les devolveré la independencia al CGPJ y al TC

Cuando yo sea Presidente mandaré rehacer todo lo que se ha hecho en el Valle de los Caídos.

Cuando yo sea Presidente bajaré todos los impuestos

Já,já,já, pobre diablo, pobre Alberto Núñez Feijóo, porque los Oráculos dicen que este “moderado” jamás podrá llegar a la Moncloa.

Que ya lo decía don Miguel de Unamuno (y curiosamente se lo decía a Franco en la comida que tuvieron en el Hotel Nacional de Madrid con la presencia de Ramón Serrano Súñer).

  • —Me pregunta usted, general, qué va a pasar ahora en España y yo le respondo con mi verdad. Ahora aquella esperanza del comienzo (de 1931) es ya un túnel sin salida. Mejor dicho. Con una única salida: la del enfrentamiento, la del exterminio, lo de siempre… otra Guerra Civil. O tú o yo. ¡No, no me gusta cómo van las cosas! Las Izquierdas, o eso que llaman Izquierdas, se han vuelto locas, y las Derechas o eso que llaman Derechas están ciegas y además son tontos. O sea, que estamos entre locos y ciegos o tontos… ¡¡Y esto no puede terminar bien!!

Pero ya no somos  nosotros solos los que venimos publicando que Pedro Sánchez es el mayor traidor de la Historia de España (Bellido Dolfos fue un monaguillo a su lado) como lo pueden comprobar en algunos de los artículos que les reproduzco.

“Traidor. Es el calificativo que más he encontrado, a lo largo del fin de semana, en políticos, articulistas, redes sociales, incluso en conversaciones informales, al hablar de Pedro Sánchez y su iniciativa de eliminar el delito de sedición, reduciéndolo poco menos que a una bronca callejera, por muy ‘agravada’ que se quiera.

Sustituir sedición por ‘Desórdenes públicos agravados’ (¿quién habrá sido el promotor de esa figura, Félix Bolaños?) parece una tomadura de pelo, más que una medida seriamente pensada y madurada, si no fuera porque se trata de asunto altamente delicado.

Lo de traidor podría parecer excesivo. Sin embargo, dice la Real Academia que traidor es quien “comete traición”. Y para “traición” concreta dos acepciones: “1) Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener. 2). Delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria”.

Por esos dos lados puede cogerse a Pedro Sánchez. Por el del quebranto a la fidelidad y lealtad debidas, y por el de atentado contra la seguridad de la patria.

Lo primero, habida cuenta del cúmulo de promesas incumplidas, hechas a la sociedad, a los españoles, a la ciudadanía, y por la suma de mentiras comprobadas.

Las redes sociales vienen mostrándolas con insistencia y claridad una tras otra: no iba a pactar con Pablo Iglesias (lo hizo vicepresidente), ni con Bildu (“si quiere, lo digo veinte veces”), ni con Esquerra (“no voy a permitir que la gobernabilidad de España dependa de partidos independentistas”), y se pronunció en contra de los indultos (“los indultos políticos deben acabar en nuestro país”). En fin, un cúmulo de incumplimientos y traiciones.

Y una suma de mentiras también. Que Pedro Sánchez continúa lanzando. Lo hizo en la entrevista de La Sexta, como destacó Carlos Alsina de forma contundente en su programa. Una de ellas, afirmar que el delito de sedición es muy anacrónico, porque fue redactado en 1822, “cuando en España -dijo- se producían alzamientos militares”.

Dos mentiras. En España se produjo un alzamiento militar en 1981: el 23-F. El delito de sedición se reguló hace 27 años, en el Código Penal de 1995. Otra más: afirmar que había reivindicado esa reforma desde siempre. Vale la pena volver a escuchar el comentario de Alsina, en el que recuerda también a Sánchez que en 2018, recién llegado al Gobierno, sostuvo, en una entrevista con Susana Griso, que lo ocurrido en Cataluña era una rebelión.

En cuanto a la segunda acepción de traición, es decir atentar contra la seguridad de la patria, lo cierto es que la desaparición del delito de sedición, convertido en simple “bronca pública”, deja a España indefensa frente quienes desean romperla y planean promover nuevos procesos de ruptura y de independencia como los vividos en 2017.

Y todo ello recurriendo a trucos de tramposo. Lo es tramitar la reforma como proposición de ley, no como proyecto de ley, con lo que no tendrá que escuchar al Consejo del Poder Judicial ni al Consejo de Estado. Y por vía de urgencia, por supuesto. Otra ocurrencia tal vez de Félix Bolaños, o del omnipresente asesor Cándido Conde Pumpido.

La reforma del delito de sedición no va a afectar de forma directa a los condenados por el ‘procés’, porque ya han sido indultados. Pero sí a los numerosos dirigentes de Esquerra que aún están siendo enjuiciados en Cataluña. Y a los cargos de la Generalidad y del Parlamento que siguen fugados fuera de España.

Tal como explica el boletín de FAES, dependiendo de su configuración, el nuevo tipo penal se podría no aplicar a los hechos sucedidos en 2017, si estos no encajan con lo que recoja el nuevo precepto, por lo que quedarían impunes, al no serles de aplicación ni el nuevo precepto ni el antiguo (ya derogado). “Podríamos estar, pues, ante una amnistía encubierta, al menos en lo que se refiere al delito de sedición”.

Más aún. También podría quedar afectada la imputación –condena para los ya juzgados– por el delito de malversación. Si se considera que es instrumental del delito de sedición, la desaparición de este podría conllevar también la del primero. Y, sin ese delito, desaparecería la inhabilitación que impide a los separatistas catalanes ocupar cargos públicos y presentarse a las elecciones. Podrán, en fin, volver a ser candidatos en las convocatorias próximas.

¿Y todo eso por qué? ¿O, más bien, para qué? Pues para mantenerse en el poder. Alfonso Reyes citaba en Twitter esta frase de Robespierre: “La traición deja de ser un defecto para convertirse en una virtud cuando te permite mantener el poder”.

Ladrillo a ladrillo, Pedro Sánchez está destrozando los cimientos de España. (José Apezarena –  “Confidencial Digital)

“Sánchez ha retomado el testigo de aquel PSOE de la Guerra Civil al que no le tembló el pulso ni cuando dijo  que urgía la sovietización de España, el que se alzó en armas contra la propia República en 1934, que tuvo checas donde se torturaba y asesinaba a inocentes de mano de criminales como Agapito García Atadell – miembro de la ejecutiva federal de la UGT y escolta personal de Indalecio Prieto – y, en fin, el que se alió con el comunismo para mantener un horror en la retaguardia incomparable mientras sus dirigentes expoliaban las riquezas de sus compatriotas para llevárselas al exilio en calidad de botín personal. Que nadie se engañe: el PSOE que hemos conocido de Felipe no tiene nada que ver con éste de ahora, guerracivilista, rabioso, cainita, despreciador de leyes, instituciones, reglas democráticas y fraternidad.

Lo repito, el momento es gravísimo. La política nacional la dictan asesinos etarras, golpistas catalanes y comunistas dispuestos a conseguir por la fuerza lo que las urnas no les otorgan, como la “manifestación” en favor de la sanidad pública de este domingo que no era más que una concentración de militantes rogelios venidos de toda España con billete, bocata y treinta euros para gastos de bolsillo, contra la presidenta Ayuso.

¡Que les importan a estos tipos los problemas reales de los españoles! Todo es objeto de manipulación, de engaño, de falsedad si con ello se contribuye a su causa. Sus medios adictos están empeñados en disfrazar, cuando no mentir, acerca de los terribles errores económicos, políticos y sociales de este gobierno de incompetentes. Nadie en el partido socialista se atreve a romper la baraja porque también entre los llamados barones regionales existe el egoísmo personal que prima ante el deber cívico de salvar a España y a su sistema democrático de la perversión a la que Sánchez la está abocando. Sánchez modifica por la puerta de atrás el delito de sedición ahora, pero mañana lo hará con otras cosas, y acabaremos viendo un pseudo referéndum en Cataluña, y en las vascongadas y en todo lugar del territorio nacional que disponga de una clase política mezquina y traidora. Y veremos a la nación más vieja de Europa convertida en una federación extraña y repulsiva, a la justicia en manos de 2 amigotes y conmilitones sanchistas – con la República también hubo jueces y jurados y todos fallaban en consonancia con los deseos del Frente Popular -, y veremos como el crimen y la delincuencia se sientan en los más altos sillones de la nación, y a Ceuta y Melilla entregadas a Marruecos y quién sabe si las Canarias. ¿Por qué? Porque Sánchez es capaz de todo y quiere un país como el que querían sus predecesores en los años treinta, un país servil y dócil a los dictados del partido, un país sin medios libres, sin oposición, sin poderes independientes, un país en el que solo sean millonarios ellos y sus compañeros de viaje. No soy alarmista ni apocalíptico, créanme, el paso dado con la sedición permite vaticinarlo. Ante esto, que supone un antes y un después en los cuarenta años de libertad que hemos gozado gracias al consenso y a la democracia constitucional, no caben inhibiciones. Ya no es solo un asunto del PP, de VOX o de Ciudadanos. Esto nos compete a todos los demócratas españoles que no queremos vivir en un sistema doctrinario y represor. Tengamos muy presente que lo que ahora puede parecernos más o menos importante no es más que la antesala del infierno que nos espera si no reaccionamos con vigor democrático. Patronal, organizaciones de trabajadores, partidos, profesionales, mujeres, hombres, estudiantes, todos estamos llamados a decir que hasta aquí hemos llegado.

Ojalá estemos a tiempo de salvar a España. Ojalá estemos a tiempo de salvarnos a todos.” (Miguel Giménez – “Voz Populi”)

Despotismo indefendible

El autobombo de Sanchez acabará en autodecepción y cavará su tumba

Por JIMMY GIMÉNEZ-ARNAU

La escoria totalitaria que integra este Gobierno (destructor de las libertades y proclive a los abusos) perderá las elecciones, según las encuestas, el despotismo de su caudillo papanatas es indefendible. Las encuestas serias, casi todas, a excepción de las del CIS, que inventa el cerril Tezanos y con chulería barata reconoce que nunca es imparcial, pues debe atender las consignas de la voz de su amo, un crustáceo enrocado en La Moncloa decidido a no abandonarla. Tan zumbado está el iluso, que sueña con que su ego hortera e inepto transformará los abucheos en votos, lo único que en verdad le mortifica, porque el futuro de la nación española le importa un rábano. Él sólo piensa en sí mismo… Que el futuro de la gente no le preocupa y la deuda que nos va a dejar, se la sopla.

El autobombo de Sánchez acabará en autodecepción y cavará su tumba. El enemigo público número uno ya no engaña a nadie, de sumar las atrocidades y las traiciones que ha cometido, no le vota ni su madre. Cada voto que compre con subvenciones, a cargo de nuestros impuestos, equivale a cientos, sino miles, de votos de cuantos lo odian. Las elecciones lo van a triturar. El tirano mutó en un muerto viviente, huele a cadáver y tiene los días contados. De quedarle una pizca de raciocinio, cosa que dudo, vista su ineptitud, tendría que hacer el equipaje y mendigar asilo en un edén comunista, llevándose a la escoria totalitaria, en pleno, como ayudantes de cámara. Quizá algún demente dictador tropical los alquile y les permita plagiar, sus falsas memorias de redención.

Poco les queda por hacer tras humillar a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, llamándola «asesina» en el templo de la Complutense. Así demostraron lo que son estas bandas de infradotados, que nos gobiernan. Dicen ser feministas, pero atacan a una noble mujer que sabe hacer su trabajo y les planta cara, pues repudia a las hordas que hacen daño a la capital de España, el motor de nuestra economía. Despotismo a granel es el arma que utiliza el maniquí contra Ayuso, su enfermiza fijación, que ella triunfa, donde él fracasa. Y sabe que perderá las elecciones irremisiblemente. Mientras la diosa Ayuso logró que prosperase la Comunidad de Madrid, el muy lerdo consiguió arruinar a España entera.

Hoy priva, entre las pedorras de Igualdad, atacar a insignes empresarios, como Amancio Ortega y Juan Roig. Valgan tres frases de sabias personas, para que las incultas se ahoguen en su ignorancia. Sir Winston Churchill: «Si pones comunistas a cargo del desierto del Sahara, en cinco años, habrá escasez de arena». Mrs. Margaret Thatcher, la dama de hierro: ·»Todo izquierdista es un incompetente y fracasado que cree que las personas que tienen éxito, le deben algo». El genial Antonio Escohotado: «Ser comunista en un país libre es fácil, lo difícil es ser libre en un país comunista». Las pedorras ya pueden dimitir que, como socias de Sánchez, le conducirán al desastre. Aunque, sin ellas, también se habría estampado, porque no sirve para gobernar una nación como España. Le cae demasiado grande a tal presuntuoso.

El Constitucional tumba las recusaciones, acepta el recurso del PP y votará si frena el golpe de Sánchez

El plan de Pumpido hoy: volver a levantarse y dejar el Pleno sin quórum si ve que hay mayoría a favor del PP


Pumpido forzó al presidente del Constitucional a suspender el Pleno bajo amenaza de dejarlo sin quórum


Magistrados del Constitucional creen que se puede frenar a Sánchez antes de que el Senado valide el golpe

POR: TERESA GÓMEZ PARA: OK DIARIO

El Pleno extraordinario del Tribunal Constitucional ha rechazado este lunes por seis votos a cinco las recusaciones del presidente Pedro González- Trevijano y el magistrado Antonio Narváez. Las mismas fueron solicitadas por PSOE y Podemos para facilitar el asalto de Pedro Sánchez a la Corte de Garantías. Ahora los magistrados deberán decidir si admiten a trámite las cautelarísimas interpuestas por los populares que en caso de aprobarse paralizarían la votación que afecta a la insólita reforma del Código Penal que, vía enmiendas, modifica las leyes orgánicas del Poder Judicial y del propio Tribunal Constitucional asegurándose una mayoría de izquierdas en el órgano máximo garante de la Constitución.

El bloque izquierdista formado por Cándido Conde-Pumpido, Ramón SáezInmaculada Montalbán y Juan Antonio Xiol han votado a favor del apartar a al presidente González- Trevijano y al magistrado Narváez de la votación que decidirá si se admiten las cautelarísima solicitadas por el PP. Estos se han apoyado en la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanoque exige examinar la composición del tribunal para cumplir con la exigencia de «apariencia de imparcialidad de sus miembros».

Admisión del recurso

Sin embargo, el bloque formado por los propuestos por el PP ha defendido que en la actualidad no sólo tienen el mandato caducado el presidente González-Trevijano y el fiscal Narváez sino que que también lo tienen el vicepresidente Juan Antonio Xiol y el magistrado Santiago Martínez-Vares. Si se aparta del tribunal todos los miembros con el mandato vencida el Pleno se vería reducido a siete magistrados y, por tanto, no tendría el quórum mínimo –de ocho– para poder formarse.

En ese mismo Pleno, los magistrados han admitido a trámite el recurso del PP contra dos enmiendas por las que se modifica el sistema de elección y llegada de los dos candidatos al Constitucional que debe nombrar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tal y como adelantó OKDIARIO. Por tanto, la Corte de Garantías ahora deberá decidir únicamente si admiten a trámite las cautelarísimas interpuesta por los populares que en caso de aprobarse paralizarían el asalto de Pedro Sánchez al órgano máximo garante de la Carta Magna.

Recurso del PP

El PP había solicitado al Constitucional que suspendiera de forma cautelarísima la votación de esta tarde. Sin embargo, el Pleno extraordinario del tribunal de garantías convocado el pasado jueves decidió que debía resolver primero sobre las recusaciones de su presidente, Pedro González-Trevijano, y el magistrado Antonio Narváez por ser afectados directamente por la ley, dado que implicaría su salida del tribunal.

La recusación de estos dos magistrados ha sido promovida por Podemos. En un escrito presentado esta misma mañana, los morados explican que según el artículo 80 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC) «es causa de abstención y, en su caso, de recusación «tener interés directo o indirecto en el pleito o causa». Y en este caso, señalan, «los magistrados respecto de los que se solicita su abstención o recusación son aquellos cuyo mandato se encuentra caducado y se verían directamente afectados por la reforma planteada en la proposición de ley que busca precisamente cumplir con la renovación de los órganos constitucionales».

González-Trevijano y Narváez son dos de los cuatro magistrados del Constitucional cuyo mandato expiró el pasado 12 de junio. Ellos dos fueron los nombrados en su día por el Gobierno de Mariano Rajoy, mientras que los otros dos que continúan en funciones -el vicepresidente, Antonio Xiol, y Santiago Martínez-Vares- fueron designados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El PSOE también ha enviado un escrito al Tribunal Constitucional por el cual pide al Pleno que rechace la medida cautelarísima solicitada por el PP –que evitaría el asalto de Sánchez al Poder Judicial–al considerar que, de hacerlo, se provocaría «una perturbación en un interés constitucionalmente protegido», como la potestad legislativa.

Los magistrados del PSOE

El presidente del Tribunal Constitucional decidió aplazar el Pleno del pasado jueves a instancias de un escrito presentado por los cinco magistrados (Juan Antonio XiolCándido Conde-PumpidoRamón Sáez y las magistradas María Luisa Balaguer e Inmaculada Montalbán) designados por el PSOE con la excusa de disponer del «tiempo indispensable» que les permitiese «el estudio completo del asunto, a la vista del volumen de la documentación aportada, de la complejidad de la cuestión que plantea el recurso y la relevancia de la decisión.

El PP ganaría las elecciones con un 31,1% de los votos y seis puntos de ventaja sobre el PSOE

Vox se mantendría como tercera fuerza más votada y vería aumentar sus apoyos hasta el 16.8% (57 escaños)

Lidia Ramírez@lidiaramirezrollrr@theobjective.com

El Partido Popular ganaría las elecciones generales con el 31.1% (134 escaños) de los votos si se convocaran hoy, seis puntos por encima del PSOE, que vería reducidos sus apoyos al 24.8% (96 escaños), según el último sondeo realizado por Metrocospia entre el entre los días 12 y 15 diciembre de 2022. Vox, por su parte, se mantendría como tercera fuerza más votada y vería aumentar sus apoyos hasta el 16.8% (57 escaños).

Los partidos a la izquierda del PSOE, a la espera de su definitiva configuración, continuarían mostrando, hoy por hoy, una básica estabilidad: Unidas Podemos obtendría el 9.4% de los votos (y 21 escaños), la plataforma de Yolanda Díaz (Sumar) obtendría hoy el 2.4% de los votos (y un único escaño) y Más País obtendría el 1.8% de los votos (y entre uno y dos escaños).

De esta forma, en el final de 2022, y de cara al que será el último año de la actual legislatura, los datos obtenidos por Metroscopia esta misma semana no indican cambios en los alineamientos electorales que han venido expresando los españoles desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la política nacional y la mayoría absoluta del PP en Andalucía: la suma de los escaños estimados para PP (en torno a 134) y Vox (en torno a 57) superaría hoy, con holgura, los 176 escaños que otorgan la mayoría absoluta en el Congreso.

Sondeo realizado entre los días 12 y 15 de diciembre de 2022 | 1.750 entrevistas.

La izquierda recupera a los mayores

Así, este sondeo, viene a demostrar una vez más que la división entre los partidos a la izquierda del PSOE en tres marcas distintas penalizaría al bloque de izquierdas a la hora de obtener escaños en muchas circunscripciones electorales. Durante la primera mitad del actual año, la disposición de votar a la derecha (especialmente al Partido Popular) experimentó un notable crecimiento tras la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la política nacional y la victoria por mayoría absoluta del PP en Andalucía. No obstante, el apoyo de las personas de más edad a los partidos de izquierda tras la revalorización de las pensiones estaría mitigando, por ahora, los posibles efectos negativos en este concreto electorado de las decisiones gubernamentales sobre la supresión del delito de sedición o la rebaja de las penas de malversación. Decisiones ambas impopulares en buena parte de los votantes de izquierda.

De igual forma, los resultados del sondeo muestran un trasvase de votos del PSOE hacia el PP. En el momento actual,el porcentaje de votantes socialistas que declara su intención de votar a partidos de derecha se sitúa en torno al 8% (medio millón de votos aproximadamente). Una fuga de votos que se produce de manera más intensa entre los menores de 65 años.