Etiqueta: DIVERTIDOS

EL ABUELO.

 

Un abuelo va caminando por la calle de las vidrieras en la zona roja de Amsterdam.

 Una prostituta le grita: «Ehh, abuelo, por qué no probamos?…» El abuelo le contesta: «No hija, ya no puedo!»

La prostituta le grita de nuevo: «¿No te dejas?….,  y si probamos?….»

 

El abuelo entra y funciona como un joven de 25 años, sin descansar un instante.

«Ufff…», dice la prostituta. – «¡Y dices que ya no puedes!…….»

El abuelo le responde: «¡ No…., tirar si puedo…. Lo que ya no puedo es pagar !»

DE MATEMÁTICOS E INFORMÁTICOS.

Va a haber una convencion de matematicos e informaticos, y dos

grupos de estudiantes de una universidad van en el mismo tren. Todos los

matematicos han comprado su billete, pero los informaticos han comprado

solo uno, asi que los matematicos estan preparandose para reirse a su

costa. En esto que uno de los informaticos grita «REVISOR», y todos los

informaticos se meten en el cuarto de baño.

 El revisor llega, les pide

los billetes a los matematicos, y al llegar al cuarto de baño llama a la

puerta y dice «EL BILLETE, POR FAVOR». Entonces los informaticos pasan el

billete por debajo de la puerta.

 Despues, cuando el revisor ha pasado,

los informaticos vuelven a sentarse y se rien de los matematicos.

Al acabar la convencion, todos los estudiantes se vuelven a

encontrar en la estacion del tren y los matematicos deciden usar el mismo

truco, asi que compran un solo billete para todos ellos, pero cuando suben

al tren se encuentran con que los informaticos no han comprado ni un solo

billete, asi que de nuevo se preparan para gozar de su venganza…

Al cabo de un rato, alguien grita «REVISOR», y entonces todos los

informaticos se dirigen a un cuarto de baño y todos los matematicos a

otro. Al cabo de unos segundos de haber cerrado las puertas, los

informaticos abren su puerta y uno de ellos asoma su cabeza y mira

cuidadosamente a su alrededor; luego sale del cuarto, se dirige al cuarto

de baño de los matematicos, llama a la puerta y dice

«EL BILLETE, POR FAVOR».

LOS PINGÜINOS

Un camionero se encontraba trasladando a un grupo de pingüinos hacia el circo. Al pasar por un pueblo, se le estropeó el camión. Ante el temor de que no llegasen a tiempo los animales, le dijo a un pueblerino que pasaba por allí:

 

– «Oiga, ¿le importaría llevar a estos pingüinos al circo?, le doy cien euros».

– «Sí, hombre, cómo no, ahora mismo voy».

El caso es que el camionero arregló su camión, se dirigió al circo y preguntó:

– «¿Han llegado los pingüinos?».

– «Qué pingüinos, si aquí no ha venido nadie…».

El hombre del camión regresa al pueblo y, en el camino, se encuentra a los pingüinos en fila, con el aldeano por detrás con una vara.

– «Pero, hombre, ¿no le di cien euros para que llevara a los pingüinos al circo?».

– «Sí, señor, y con los 50 que han sobrado, los llevo al cine».

EL SEÑOR BARÓN SE MARCHA AHORA MISMO!

 

En una cena de sociedad, a los postres, deciden jugar a las adivinanzas:

El señor conde:

-¡Yo me se una!. Escuchad: «Grande la tengo y más la quisiera, que entre las piernas no me cupiera». ¿Que es?

El señor varón:

-¡¡La polla!!

Todos:

-¡ Por favor! ¡Que zafio, que grosero!

El señor conde:

-Yo me refería a mi yegua.

El señor Barón:

-Les ruego que me perdonen, pero me pareció tan claro…

La señora marquesa:

-Está bien. Yo diré otra: «Con la punta apunta. Con el culo aprieta. Y con lo que cuelga tapa la grieta». ¿Que es?

De nuevo el señor Barón:

-¡¡¡La polla!!!

La señora duquesa, la anfitriona, llamando al mayordomo:

-¡Sebastián! ¡Trae el sombrero y el bastón del señor Barón, que se marcha ahora mismo!

La señora marquesa:

-¡Que horror! Yo me refería a la aguja y el hilo.

El señor Barón:

-No, no volverá a ocurrir. Es que no pude contenerme.

La señora duquesa:

-Bueno, diré yo una que no le llame a engaño: «Dura y seca se mete. Sale blanda y chorreando leche» ¿Que es?

Otra vez el señor Barón:

-¡¡¡La polla!!!

La duquesa:

-¡Esto es intolerable! ¡Yo me refería a una galleta en el tazón! ¡Sebastián! ¡Trae el sombrero y el bastón del señor Barón, que se marcha ahora mismo!

Finalmente, el Barón, un poco harto:

-¡No, por favor perdonenme! Lo mejor será que diga yo una y así cambiaré el tono de mis intervenciones. (Señalando): «Así de larga, así de gorda y con pelos en los cojones» ¡Sebastián! ¡Tráeme el sombrero y el bastón porque esto sí que es la polla!

EL WOLKSWAGEN ESCARABAJO.

 

 

Llega una señorita a la iglesia a confesarse y le dice al cura:

-«Padre he cometido un pecado….»

-«A ver hija… cual es el pecado que has cometido…»

-«Bueno Padre, usted sabe padre, que yo estaba con mi novio,

veníamos de una fiesta en su Volkswagen Escarabajo

y yo, INOCENTE padre. A mitad de camino el me ofreció unas cervezas,

yo no tomo, pero acepté. Padre, y yo INOCENTE Padre….

Después de unas cuantas cervezas el se metió por un supuesto atajo,

y yo INOCENTE Padre, y en medio de un callejón,

de pronto, me tomó en sus brazos, y yo Padre,

empezó a besarme por todo el cuerpo,

y yo INOCENTE Padre. De pronto,

me puso las piernas en las correitas de las puertas

y me hizo suya dos veces seguidas Padre,

y hasta ese momento fui INOCENTE Padre….»

El Padre interrumpe:

-«INOCENTE tu?!.. no me jodas…!

El inocente soy yo, que hace 25 años que tengo un Volkswagen

y recién ahora me entero para

que sirven esas correitas!!!»

¡¡FORMIDABLE HOLMES PERO…¿COMO DIABLOS HA PODIDO SABERLO?!!!

 

Un tipo de 47 años muy preocupado por parecer joven; el día de su cumpleaños, decide hacerse un estiramiento de cara. Hecha la cirugía, el tipo sale muy contento de la clínica con su cara nueva. Se para a comprar el diario y le pregunta al vendedor:

– Óigame amigo, no lo tome a mal pero tengo una curiosidad, quisiera que me conteste una pregunta: ¿cuantos años cree que tengo?

El diariero le dice:

– Y, no sé…. unos 32.

Contento de la vida, el tipo le dice:

– En realidad tengo 47 años.

Luego este buen señor entra a una agencia de quiniela a jugarle a su Nro 47 y le pregunta lo mismo al empleado del lugar. El mismo le dice:

– Y, yo le calculo unos 29 años.

El hombre, cada vez mas agrandado, le dice:

– No, tengo 47.

Luego se sube al colectivo para volver a su casa, y se sienta al lado de una anciana. Una vez mas, el tipo hace la pregunta:

– Discúlpeme, señora, ¿cuantos años piensa usted que tengo?

La viejita lo miro pensativa con su cara llena de arrugas, y le contesto:

– Mire, hijito, yo ya tengo 85 años y no veo bien. Sin embargo, cuando era joven yo tenia un método para adivinar la edad de los hombres. Les metía la mano en el calzoncillo y les decía la edad correcta.

El hombre dudó un poco, pero viendo que no había nadie en el bondi pensó: «bueno, probemos, total…», y acto seguido le dice a la viejita que comience con su tarea. La viejita le mete la mano en el bulto, y está dale que te dale franeleándole al tipo todo el armamento. Al cabo de exactos diez minutos, la señora dice:

– Usted tiene 47 años.

El tipo, asombradísimo exclama:

– Pero, que increíble! Dígame, ¿como lo hace?

Y la anciana le contesta:

– Es que yo estaba detrás suyo jugando a la quiniela.

EN LA AGENCIA BMW

 

Una mujer entra en una agencia de BMW.

 

Ve un automóvil que le parece perfecto y se acerca a inspeccionarlo.

 

Al agacharse para tocar el interior, sin querer se le escapa un SONORO PEDO..

 

Preocupada se gira nerviosa a ver si alguien se había dado cuenta y ve que a su lado, estaba parado un VENDEDOR.

 

– Buenos días, señorita

¿En qué le puedo ayudar?

 

Muy incomoda, porque era obvio que el VENDEDOR había oído el PEDO.. le pregunta disimulando:

 

– Señor….¿Cuanto cuesta este precioso automóvil ?

 

… el VENDEDOR, con una media sonrisa, le responde:

 

– Señorita…..si SE TIRO UN PEDO AL TOCARLO…

¡SE VA A CAGAR CUANDO SEPA EL PRECIO!

 

TIERNOS ANIMALITOS / TENDRES PETITES BÊTES

 

 

ASÍ DEBERIAMOS REACCIONAR TODOS.

 

Una musulmana hace señas a un taxi neoyorquino para que pare.

 

Una vez adentro del taxi, le pide al taxista que apague la radio porque ella no puede oír música occidental debido a su religión.

 

“En la época del Profeta no había música como esa y mucho menos radio”, comentó la musulmana. “La música occidental es de los infieles y yo no puedo oírla”.

 

El taxista apaga la radio, pero al poco rato detiene el auto en una esquina, sale del mismo y con amabilidad abre la puerta trasera.

 

La mujer se sorprende y pregunta un tanto enojada: “¿Qué pasa? Todavía no hemos llegado a mi destino”.

 

“Mire, señora, en la época del Profeta no había taxis, así que, por favor, salga del auto y busque un camello que la transporte”.

NOVIA INTENSA.

La novia intensa le envía el siguiente mensaje texto al novio:

 

 

“Mi amor, si estás durmiendo, mándame tus sueños. Si te estás riendo, mándame tu sonrisa. Si estás llorando, mándame tus lágrimas…. TE AMO!!!”

 

 

 

 

El novio le responde:

 

 

 

 

“Mi amor, estoy cagando, te envío algo???”