
Nunca se había visto tanta concentración de terroristas como la que presentan las listas de EHBildu. Son 44 etarras, siete de ellos asesinos, muchos etarras para colorear las listas sin que se muestre arrepentido ninguno de ellos. Yerran, sin embargo, quienes tratan de escarbar culpas en el comportamiento de Bildu, haciendo analogías con el frustrado intento falangista de presentar en su lista de Bilbao a uno de los asesinos de Atocha. El problema no está en Bildu, sino en el PSOE. El error es incomparable cuantitativamente, pero también en el plano cualitativo, salvo que cualquier partido gobernante pactara con Falange Española con su bicho incluido.
Cuenta Javier Zarzalejos en su libro ‘No hay ala oeste en la Moncloa’ que durante la negociación de la Ley de Partidos que mantuvieron Alfredo Pérez Rubalcaba y él mismo, fue una petición de Rubalcaba la que determinó (artículo 9.3.c.) como causa de ilegalidad de…
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