Al fin he conocido la naturaleza del liderazgo alternativo que ejerce Pedro Sánchez sobre la infame tropa que acaudilla. Mientras sus fieles barones (más o menos) se ponen en perfil egipcio ante sus adversarios populares, que las cámaras las carga el diablo y siempre nos pillan el perfil más chungo, ahí estaba él, ayer en el Senado, dando ejemplo, con el pecho ante las balas, ancho como las paredes, que diría Miguel Hernández en ‘Sentado sobre los muertos’, título de poema que le viene al pelo al sanchismo, ahora que los desentierra de dos en dos.

Nuestro presidente es un hombre muy sobrevalorado, especialmente por él mismo, sin que se sepa muy bien qué le lleva a esa consideración. Él denunció la actitud de elegir entre creación de empleo y mejora de las condiciones laborales, entre la prosperidad de presente y la prosperidad de futuro: “se puede tener todo ello…