La CUP y sus flequis ahora quieren que se expropie la Catedral de Barcelona para convertirla en un economato; la petición ha sido rechazada, así que los Expulsados Mercaderes del Templo permanecerán, por el momento,(«por el momento», ya que en Catatonia nada es seguro), fuera del templo, como fuera del Ayuntamiento de Boadilla del Monte quedó la bandera del Arco Iris, esa que por cierto comparte el Greenpeace con los mariquitas de la movida del LGTB de Carmena, la de de los oKupas, y de otras feminazis podemitas, tan modernas y monas, ellos y ellas.

La CUP, que son las siglas del partido ese mangoneado por las flequis, también conocido como «Candidatura de Unidad Popular», alegaba que la Catedral contribuía al turismo y «gentrificación» de la zona, neologismo cursi que usan los sociólogos de la Portentosa Zurdería para referirse al encarecimiento de precios que se produce en una…